Washoku

La práctica social se basa en la gratitud y respeto a la naturaleza, en donde tanto la producción como consumo de los alimentos se transmite de generación en generación

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elsalvador.com

Por Texto: Mireya Amaya Fotografías: Archivo EDH

2014-09-27 8:00:00

El washoku o cocina tradicional japonesa es una costumbre social que se transmite de generación en generación y que expresa el respeto de los japoneses por la naturaleza.

Antes y después de cada comida los japoneses expresan esa gratitud con frases como “itadakimasu” (lo tomo con honor) y “gochisosama” (gracias por este festín). El acto de compartir el sentimiento de gratitud hacia la naturaleza mientras se come es algo que los japoneses hacen de manera regular, ya sea para celebrar el año nuevo, en ceremonias como bodas y funerales o en ritos que marcan una etapa de la vida. Familias y comunidades fortalecen sus lazos por medio de estos actos.

La tradición del washoku se caracteriza por cuatro aspectos:

1. Diversidad y la frescura de los ingredientes, y el respeto por sus sabores inherentes.

Debido a la gran variedad latitudinal del archipiélago japonés de norte a sur, la tierra se caracteriza por muchas montañas y la proximidad al mar.

El rico y variado entorno natural ha significado que cada cocina regional japonesa utilice una diversidad de ingredientes fuertemente arraigados en el terruño. Desde tiempos antiguos han cultivado rábanos daikon, berenjenas y pepinos. En cambio las papas, zanahorias, espinacas y coles fueron introducidas en Japón hace siglos.

Esto ha sido acompañado por el desarrollo de métodos de cocina y utensilios para preparar la mayoría de los ingredientes utilizados.

2. Una excepcionalmente bien equilibrada y saludable dieta.

Al igual que en tiempos antiguos, Japón sigue siendo un país arrocero y podría afirmarse que la base del washoku es el arroz con Ichiyu Sansai. Esto es una comida compuesta por arroz, una sopa y tres platos de acompañamiento.

En esta se emplean abundantes verduras de temporada y se utiliza pescado para crear una experiencia culinaria bien equilibrada. Se dice que esta es la nutricional ideal, ya que comparado con la comida occidental suele ser bajo en calorías.

La cocina japonesa está caracterizada sobre todo por el sabor denominado umami, que se encuentra en el caldo dashi y en los alimentos fermentados para resaltar el gusto de los platos.

Dado el uso hábil del sabor umami, los japoneses comen bien y utilizan muy poca grasa animal. Esta es una de las causa de su longevidad y también ayuda a prevenir la obesidad.

3. Manifestación de la belleza natural y los cambios de estación.

El washoku no solo se saborea con el paladar, sino que se aprecia también con la vista. Uno de los principales elementos que interviene en esto es la vajilla. En Japón los platos que se usan para cada comida están hechos con materiales diferentes como barro, piedra y materiales pintados.

El estilo tradicional de servir una comida washoku es colocar pequeñas cantidades en platillos o cuencos con un diseño diferente. Los factores estacionales son importantes en la vajilla, por ejemplo en otoño se usan diseños que muestran plantas de esa estación como el crisantemo o la aulaga merina.

Otro factor importante del mundo del washoku es la belleza del entorno en el que se come. Un verdadero comedor debe tener una hornacina tokonoma decorada con un rollo colgante y flores estéticamente puestas para mostrar hospitalidad a los comensales.

4. Vínculos estrechos con las celebraciones anuales.

La cultura de la comida de Japón ha evolucionado en una estrecha relación con las festividades y eventos anuales, en los que las familias y las comunidades se reúnen para compartir en la mesa la abundancia de la naturaleza.

Uno de los principales acontecimientos es la celebración del año nuevo donde la mayoría de las familias come osechi ryori.

Esa es una comida presentada en cajitas cuadradas de madera lacada, sobrepuestas y consta de varios alimentos que se asocian a diferentes simbolismos, en los cuales los japoneses depositaban antiguamente sus deseos de felicidad, de ahuyentar desgracias y accidentes, conservar la salud y la fertilidad, y obtener buenas cosechas, entre otros.

Al comer juntos practican un tipo de educación alimentaria shokuiku, que fortalece los lazos humanos de una manera natural.