Se cumplen 75 años de la II Guerra Mundial

El 1 de septiembre de 1939 estalló uno de los conflictos más sangrientos de la historia. Ayer se realizó un acto en Westerplatte, lugar donde se realizó el primer ataque

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elsalvador.com

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2014-09-01 8:00:00

Polonia y Alemania se unieron ayer para conmemorar en la localidad polaca de Gdansk el estallido de la II Guerra Mundial, hace 75 años, un aniversario marcado por la intervención rusa en la vecina Ucrania y las llamadas a evitar que se repita lo ocurrido el 1 de septiembre de 1939.

En la madrugada de ese día el Ejército alemán, bajo las órdenes de Adolf Hitler, comenzó la invasión de Polonia. Dos semanas después las tropas soviéticas entraron en suelo polaco desde el este.

La batalla por Polonia duró alrededor de un mes, hasta la victoria nazi y soviética, pero fue el prolegómeno de un conflicto de casi seis años, el más sangriento de la historia.

Los jefes de Estado de las ya reconciliadas Polonia y Alemania, Bronislaw Komorowski y Joachim Gauck, respectivamente, participaron ayer en un acto organizado en el mismo lugar donde ocurrió ese primer ataque: la península de Westerplatte, en Gdansk (norte de Polonia), la conocida en 1939 como Ciudad Libre de Danzig.

“La experiencia de la II Guerra Mundial es importante incluso en la actualidad, cuando nos enfrentamos a amenazas en el este de la Unión Europea, en las fronteras de la zona de cobertura de la OTAN”, dijo el presidente polaco durante la ceremonia.

La sombra del conflicto en Ucrania se extendió sobre la conmemoración, después de que en marzo Moscú se anexionara la península de Crimea alegando la necesidad de proteger a la minoría nacional rusa y haya vuelto a esgrimir esa razón para apoyar a las fuerzas separatistas prorrusas en el este del país.

La defensa de la minoría alemana en Polonia y Checoslovaquia fue también esgrimida por Adolf Hitler para justificar la invasión de ambos países, algo que muchos historiadores y políticos polacos apuntan como una inquietante similitud.

“Nos oponemos a todos aquellos que violen el derecho internacional y a permitir la anexión de territorios de otros Estados”, expresó el presidente alemán.

“La historia nos enseña que las concesiones territoriales a menudo aumentan el apetito de los agresores”, añadió Gauck, quien aseguró que tanto Alemania como toda la UE van a mantener una política exterior que combinará “firmeza y flexibilidad”, ya que a la hora de enfrentar situaciones delicadas hay que evitar “escaladas incontroladas que puedan derivar en situaciones dramáticas”.

Antes, por la mañana, el primer ministro polaco recién designado como nuevo presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, participó en el mismo lugar en una ofrenda floral a la hora exacta en la que se produjo el ataque alemán.

“Debemos aprender las lecciones del pasado, por esa razón no podemos ser ahora demasiado optimistas ni cándidos”, manifestó.

“Viendo la situación en Ucrania, no podemos permitir que otro septiembre de 1939 se repita”, afirmó, convencido de que “todavía hay tiempo para detener a todos los que en Europa y en el mundo usan la violencia, la fuerza y la agresión como arsenal de la política”.

Ante esta situación, la seguridad de Europa Central y Oriental será la prioridad de una cumbre de la OTAN que este jueves comienza en Newport (Gales, Reino Unido), donde, conscientes de su dolorosa historia, Polonia y los tres países bálticos pedirán que la Alianza establezca fuerzas permanentes en sus territorios.

Fiel reflejo de la postura polaca, Komorowski alertó este fin de semana en una entrevista con la radio pública alemana del peligro de permitir un nuevo “imperio” ruso y pidió a Occidente que no repita los errores de los años 30, cuando se cedió ante Hitler y se perdió la oportunidad de parar la violencia nazi en el continente.

El presidente de Polonia instó a los aliados a actuar ante la “invasión” rusa en Ucrania y evitar la “política del apaciguamiento” que aplicó el Gobierno británico de la época ante el régimen nazi.

La II Guerra Mundial dejó en Polonia seis millones de muertos, cerca del 20 % de la población, incluidos alrededor de tres millones de judíos polacos. —EFE