Corales vivos han disminuido en un 50 % en el Caribe

En los países donde los peces loro no están protegidos, los arrecifes se deterioran de manera irremediable. La mano del hombre también influye

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elsalvador.com

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2014-08-04 8:00:00

Los arrecifes coralinos han disminuido en un 50 % en el Caribe en los últimos 50 años debido a causas naturales como huracanes y el crecimiento de algas, pero también por el impacto de actividades humanas como la pesca, las aguas negras y el exceso de construcciones, afirma un estudio.

El informe “Arrecifes Coralinos del Caribe: 1970-2012”, lanzado a nivel internacional este mes, señala que si no se aplican medidas que permitan la supervivencia de los corales, en unos 20 años no quedarán muchos en el Caribe.

El estudio fue elaborado por científicos de diversas partes del mundo agrupados en la Red Global de Monitoreo de los Arrecifes Coralinos (GCRMN, por sus siglas en inglés).

Los arrecifes coralinos son los ecosistemas marinos más diversos del planeta, proveen protección de la costa, purifican las aguas, absorben dióxido de carbono y son fuente de alimento y de esparcimiento.

Según cita el estudio, en 1972 la bióloga marina Sylvia Earle dijo que los arrecifes del Caribe “estaban prácticamente libres de algas”, algo que permitía mayor vida a los corales.

Sin embargo, actualmente ocurre lo contrario y las algas están “sobrecreciendo y envenenando” a los corales del Caribe, advierte la investigación.

El científico del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR) de la estatal Universidad de Costa Rica (UCR), el costarricense Jorge Cortés, explicó que la extracción de los peces que comen algas atenta contra los arrecifes.

Las causas

“La extracción de los peces que comen algas, y en especial los peces loro, tiene un impacto desmedido en la calidad del arrecife. Al quitar estos peces crecen las algas que matan los corales”, aseveró Cortés, quien formó parte de la investigación internacional.

El experto en arrecifes coralinos y biología marina añadió que si a esto se le agregan los “sedimentos por deforestación, alteración de la costa para construcciones y contaminación, los corales se mueren”.

La importancia de prohibir la pesca de peces loro, según el estudio, se refleja en las cifras, ya que cuando se cumple con las regulaciones se ha logrado constatar que se duplica y hasta triplica el 14 % de cobertura de coral vivo que normalmente se observa en el Caribe.

Un ejemplo de ello son sitios como los arrecifes de Flower Garden Banks, al norte del Golfo de México, que cuenta con un 55 % de cobertura de coral vivo. La zona tiene estatus de Santuario Nacional Marino, por lo que están prohibidas las redes de pesca y sacar peces loro.

En las islas Bermudas, con 35 % de cobertura de coral, se prohibió el uso de redes y pesca con arpón, mientras que en la isla Bonaire también restringieron la pesca, ya que su economía se basa en un turismo que depende de la salud de los arrecifes.

El estudio asegura que donde los peces loro no están protegidos, los arrecifes se “deterioran irremediablemente”, y estos están además en lugares donde la actividad humana se ha desarrollado sin control y con un uso recreativo desmesurado.

Entre los lugares más dañados del Caribe destaca Jamaica, los Cayos de la Florida y las Islas Vírgenes.

El deterioro de los arrecifes en el Caribe también se le ha achacado al cambio climático, sin embargo, según los expertos, ha pesado más la falta de presencia de peces comedores de algas.

“El cambio climático no es la principal causa de muerte de los arrecifes del Caribe, pero eventualmente lo será”, aseveró Cortés.

Por su parte, el especialista en conservación de arrecifes coralinos y autor principal del informe, Jeremy Jackson, manifestó en un comunicado que “incluso si pudiéramos hacer que el cambio climático desapareciera mañana, los arrecifes seguirían degradándose”.

Para los expertos, todavía existe una esperanza para poder salvar a los arrecifes del Caribe, entendiendo que la supervivencia depende de acciones, por lo tanto el informe aboga en prohibir la pesca de peces loro, el uso de redes de pesca y arpones. —EFE