Vidas antagónicas en el “Circo”

Mauro Arévalo presenta el documental "Circo", donde la risa y el espectáculo se mezclan con las tristezas e infortunios de una familia circense

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elsalvador.com

Por Sara Castro escena@eldiariodehoy.com

2014-08-21 7:00:00

En julio de 2013, Mauro Arévalo se introdujo a un nuevo mundo, uno que le cambió su perspectiva: la vida circense en El Salvador. Con el respaldo de la Dirección de Cine y Audiovisuales, de la Secretaria de la Cultura (Secultura), Arévalo trabajó más de un año en el documental “Circo”, en el que retrató la vida de la familia Ruiz López, dueña del circo “Los Traviesos”.

Con solo una cámara y las ganas de mostrar otra “subcultura”, como él lo llama, este músico y productor convivió un mes con José Ángel Ruiz, “el Travieso”, jefe del hogar y del circo; María del Carmen López, esposa de José y los hijos, llamados también “Los Traviesos” : Flor de María, de 23 años; José Ángel, de 21 y Amílcar Ruiz de 15.

El documental que se exhibe este viernes en el Museo Nacional de Antropología “David J. Guzmán”, retrata a este gremio artístico invisibilizado en el país, de acuerdo con Arévalo. “Entre las siete ramas del arte vemos que los intelectuales se pelean para decidir si esto es arte o no, cuando estos señores manejan diversas disciplinas: pintura a través del maquillaje, dramatizaciones y manejan la condición física por ser acróbatas”, señaló el documentalista.

Arévalo considera que en la rama audiovisual, El Salvador explota la violencia y el tema de las pandillas de una forma grotesca. “Hasta se escucha bonito que de otros países vienen para sacar documentales de las maras. Y si bien es un fenómeno social, no entiendo por qué debemos de tirarles flores. Más bien aquellos que trabajan de sol a sol y de lunes a lunes, estos merecen reconocimiento, esos merecen ser vistos por la sociedad”, apuntó.

Además de esa marginación latente, la violencia también ha tocado a este grupo de payasos, malabaristas y bailarines. Según José Ángel Ruiz, en algunas zonas del país donde se han instalado son asediados por las pandillas y en muchas ocasiones los dejan entrar gratis para no tener mayores problemas.

“Circo” no trata la contaminación o prostitución o temas comunes como explica su productor, pero este documental artístico también refleja la inseguridad que penetra cualquier sector social y los malabares económicos que hacen las familias salvadoreñas para subsistir.

La vida de “Los Traviesos” permitió que el documentalista y estos artistas empíricos estrecharan lazos. “Ahora somos bien amigos”, afirmó Ruiz con una sonrisa amplia. “Nos ganó la confianza y por eso toda una temporada estuvo pegado a nosotros”, añadió el jefe de este circo.

Muchas veces, la familia Ruiz López fue retratada por otros profesionales de comunicación, sin embargo para José Ruiz el trabajo realizado por Mauro Arévalo sí ha buscado mostrar su entorno y no lucrarse de él.

“Yo tenía a veces todo montado pero no le creía que viniera, pensaba que era mentira. Hay conferencia de prensa, me dijo un día y me quedé sorprendido”, comentó Ruiz López.

La historia circense de esta familia data de generaciones. José Ruiz, es hijo y nieto de circenses. Su vida entera ha estado entre carpas, shows y viajes de ciudad en ciudad. Una vida nómada, como lo cataloga Mauro Arévalo. También sus descendientes serán circenses. Es un precepto.

Es así que su nieta, “Botellita de leche”, como es conocida en este medio, aprende a ser contorsionista.

El circo y su hogar, por el momento, está situado en la colonia Zacamil, en Mejicanos. La función está por iniciar y “Botellita de leche”, de aproximadamente tres años, corre a un vagón y emocionada se alista para la función.

El trabajo artístico, la calidad humana, los problemas, en resumen, la cotidianidad han sido recopilados en una “pieza única”, según Arévalo. Única por el género documental y porque “la musicalización es hecha por salvadoreños. Se incluye la edición de toda la banda sonora del documental, que es original a excepción de dos canciones”, explicó el cineasta.

“Circo” se produjo con bajo presupuesto y tiene el objetivo de “infectar a otros productores para trabajar otras realidades”, manifestó Arévalo y agregó que Jorge Dalton, director del departamento de Cine y Audiovisuales, ha empujado a los productores de Secultura a buscar nuevas perspectivas audiovisuales.