OMS: no a cigarrillos electrónicos en espacios cerrados

Según la OMS, la medida prevendría la contaminación de fumadores pasivos y su venta a menores de edad

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elsalvador.com

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2014-08-29 8:00:00

Para prevenir la contaminación de fumadores pasivos y su venta a menores de edad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó prohibir el uso de cigarrillos electrónicos en espacios cerrados.

El documento que recoge este planteamiento será evaluado a mediados de octubre por los Estados miembros del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco.

Se trata de una compilación de la insuficiente, inconsistente y poco concluyente información que se tiene de los SEAN (sistemas electrónicos de administración de nicotina), los más comunes de los cuales son los cigarrillos electrónicos, y de sus eventuales efectos perjudiciales sobre la salud.

Analizados todos los aspectos, la única conclusión clara de los expertos de la OMS es que “falta más información” y, con objeto de prevenir efectos no deseados en el futuro, optan por la precaución.

Por ello, sugieren que se prohiba el uso de los cigarrillos electrónicos en espacios cerrados y donde esté prohibido fumar.

“Habida cuenta de que la expectativa razonable de las personas no es correr un riesgo menor con respecto a la exposición al humo de tabaco ajeno, sino no correr ningún riesgo de aumento de ningún tipo de productos en el aire que respiran, se debería exigir legalmente a los usuarios de SEAN que no utilicen esos dispositivos en interiores”, añaden.

Esta prohibición debería hacerse “especialmente en los espacios donde está prohibido fumar, hasta tanto se demuestre que el vapor exhalado no es nocivo para las personas del entorno y existan pruebas científicas razonables de que no se menoscaba la aplicación de las políticas orientadas a preservar los entornos sin humo”.

Asimismo, el informe sugiere que se prohiba “a los minoristas la venta de productos de SEAN a menores de edad” y que se eliminen las máquinas expendedoras “en casi todos los lugares”.

Reaccionan los productores

El documento de la OMS no ha caído nada bien a la Asociación Nacional del Cigarrillo Electrónico (ANCE), que en una nota ha remarcado: “Este informe de la OMS es un ataque más al sector mediante argumentos vacíos que hace caso omiso y da la espalda a la Directiva Europea que regula el e-cig (cigarrillo electrónico)”.

Esta organización resalta que siempre ha defendido “por encima de todo la seguridad y salud de los consumidores”, y ha trabajado por hacer de los cigarrillos electrónicos “un sector regulado, coherente y seguro, con productos de calidad, protegiendo siempre a los menores”.

Reprocha la ANCE los ataques a este producto por parte de la comunidad médica, y los fundamenta en motivos comerciales y económicos; también apunta que estos cigarrillos pueden convertirse en la alternativa menos dañina al tabaco y en una herramienta en la lucha contra el tabaquismo.

Dudas de los expertos

El principal problema de las dudas de los expertos es que mientras algunos consideran que los cigarrillos electrónicos pueden ser de ayuda en el objetivo de dejar de fumar, otros consideran que pueden socavar los esfuerzos para acabar con el hábito de fumar.

“La mayor parte de los productos para SEAN no se ha sometido a ensayos por parte de científicos independientes, pero las pocas pruebas realizadas revelaron amplias variaciones en el carácter de la toxicidad de los contenidos y las emisiones”, señala el documento de la OMS.

La organización recuerda que la mayoría contiene nicotina, el principal elemento adictivo del tabaco, pero la cantidad de la misma varía enormemente. Y destaca “la potencial toxicidad” del aerosol que se inhala, y que puede causar irritaciones de los ojos y de los pulmones, “dado que no es simple vapor de agua, como se promociona”.

“Se desconoce si la mayor exposición a las sustancias tóxicas y partículas en el aerosol exhalado dará lugar a un mayor riesgo de enfermedad y defunción entre las personas del entorno, como ocurre en el caso de la exposición al humo de tabaco”, detalla.

Pero sostiene “sin embargo, las pruebas epidemiológicas obtenidas en estudios ambientales revelan que, a corto o largo plazo, la exposición a partículas de cualquier fuente que sean provoca efectos adversos”.

Por otra parte, la OMS sólo cuenta “con datos anecdóticos” sobre la eficiencia de estos dispositivos para dejar de fumar. Y teme que socave los esfuerzos en la lucha contra ese hábito, al incitar a los menores de edad a iniciarse en el consumo de nicotina.

“Los limitados datos de estudios existentes relativos a unos pocos países revelan que la experimentación con SEAN está aumentando rápidamente entre los adolescentes, y que ello es en sí mismo motivo de honda preocupación”, aclara.

Por su parte, la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA) también ha mostrado su preocupación respecto al tema y ha alertado que de no reforzarse la legislación contra el uso del cigarrillo electrónico, éste generará una nueva gama de adictos.

Al respecto, la responsable ejecutiva de la organización, Nancy Brown, ha advertido que “tenemos el más profundo compromiso para evitar que la industria del tabaco forme otra generación de fumadores”.

“Los cigarrillos electrónicos ya son entre los más jóvenes una alternativa a los productos de tabaco tradicionales y ello podría ya estar renaturalizando el tabaquismo en nuestra sociedad”, señaló la representante de AHA. —AGENCIAS