Gestionar fondos, restaurar teatros y espacios culturales, reactivar las Casas de la Cultura, impulsar las publicaciones nacionales y apoyar a los artistas son algunos de los grandes retos que la Secretaría de la Cultura de la Presidencia (Secultura) se ha impuesto en este quinquenio.
Después de un análisis situacional de la institución, la anterior administración, liderada por Ana Magdalena Granadino, reflejó un serio agujero financiero que impide la ejecución de directrices institucionales para transformar y velar por la proyección cultural a nivel nacional e internacional.
Ramón Rivas, actual Secretario de Cultura, conversó con El Diario de Hoy sobre la nueva estructura organizacional y el plan estratégico a ejecutar para la transformación oficial de la Secultura a Ministerio de Cultura, en enero del 2015.
“El primer mes nos hemos dedicado a ver cómo están las cosas, una especie de reconocimiento general. Cuando venimos nos encontramos con dos edificios: uno en donde estaba la anterior titular con su séquito de directores y este que estaba prácticamente en abandono. Además, encontramos 16 direcciones nacionales, nos hemos tomado la tarea de acompañar el trabajo de conformación de la nueva estructura y hemos diseñado un plan muy práctico y estratégico para que estas direcciones pasen adonde verdaderamente deben estar, por eso solo quedaron siete direcciones… El equipo es de lujo por su amplia experiencia (ver recuadro)”, mencionó Rivas.
Añadió que están apostándole fuertemente a la Editorial Nacional de Cultura , un cambio estructural del funcionamiento de la Dirección de Publicaciones e Impresos (Dpi). Una de las apuestas es que el Secretario gestionará recursos financieros para la compra de un equipo adecuado para la impresión de publicaciones nacionales. Además, quiere reactivar las revistas que desaparecieron en los años 70 y 80, como “Repositorio” del Archivo General, con temas coyunturales.
Otro de los grandes propósitos es la reactivación de la dirección de las Casas de la Cultura Viva y Comunitaria, un proyecto que abrirá más espacios culturales en las diferentes zonas del país, con la ayuda de los maestros del Centro Nacional de Artes (Cenar).
“Nosotros queremos que las Casas de la Cultura se conviertan en las embajadas de los pueblos y municipios del país, queremos que sean el apoyo necesario para completar las políticas de cultura”, enfatizó el antropólogo.
Rivas, también se propone buscar fondos para restaurar el Teatro Nacional de San Miguel, el de San Salvador y el Presidente, además de los sitios arqueológicos y museos.
Asimismo, está convencido de la necesidad de crear una base de datos de artistas nacionales que podría facilitar el funcionamiento de una caja mutual. “Esto es una tarea larga, no es fácil, pero no imposible”, recalcó.
Para realizar estos proyectos, Rivas piensa en alianzas con países amigos y la empresa privada. “La cultura no es solo del estado, es un proyecto de país y todos nos debemos involucrar”.