Avances en la detección del cáncer de mama

La nueva tecnología de SenoBright detecta células cancerígenas con dos años de antelación. También muestra si detrás de esta cicatriz hay células residuales

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elsalvador.com

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2014-07-14 7:00:00

La última tecnología para diagnosticar el cáncer de mama a través de una mamografía se llama SenoBright de General Electric, un programa informático capaz de detectar con al menos dos años de antelación cualquier problema con las células cancerígenas en los senos.

Ofrece imágenes de todos los cambios a nivel molecular en las glándulas mamarias en menos de 10 minutos.

“No tiene que haber un tumor para ver que ya ha habido cambios cancerígenos en los senos. Dependiendo del tipo de cáncer, con esta tecnología se identifica el problema al menos dos o tres años antes de que aparezca en la mamografía regular”, asegura la doctora Vilma Biaggi, radióloga, especialista de mama con más de 20 años y directora de Breast Diagnostics Miami.

Con la mamografía regular es difícil ver más allá de las calcificaciones y mamas densas. De hecho, esta se complementa con el ultrasonido o la ecografía, pero “siempre pueden pasar desapercibidas lesiones tempranas cuando todavía no ha habido una alteración de la anatomía de la mama, cuando no hay ningún tumor, ninguna distorsión, pero ya hay células que empiezan a cambiar. Eso ya se puede ver en la tecnología de SenoBright”, afirma Biaggi.

El SenoBright es una imagen por contraste, sin yodo, con doble energía y exposiciones mínimas de rayos X.

“Lo que hace es tomar una imagen sin el proceso del contraste y después otra imagen con contraste. Al existir ese contraste se ve si hay células que han alterado el metabolismo porque ya empiezan a ponerse malignas. En esta mamografía SenoBright todo lo que es sano se borra y las zonas donde ya empezaron los cambios fisiológicos de las células permanecen activas en la imagen”, explica Biaggi.

Todo el proceso transcurre en menos de 10 minutos. “Después de la inyección de contraste, en siete minutos está todo escaneado y tenemos un diagnóstico inmediato. Es una inyección, un yodo fisiológico que no ha tenido ni una sola reacción. En siete minutos se disuelve, pasa por el hígado y riñón y se elimina por la orina”, describe Biaggi del proceso.

“El siguiente paso es una biopsia. En caso de cáncer, los mando a un cirujano rápidamente para que haga una escisión un poco más grande para saber si no hay ninguna célula residual de las que están enfermas. Se quita todo y ya está. Es simple. En los casos avanzados les ahorra un año de tratamiento y sufrimiento en la vida de la mujer. En dos o tres días está terminado todo y la mujer no tiene por qué pasar por cosas tremendas”, dice.

Se está aplicando principalmente como prevención en mujeres que tuvieron cáncer de mama, como herramienta para evaluar la eficacia del tratamiento en mujeres ya diagnosticadas con cáncer de mama y en mujeres con glándulas mamarias muy densas.

“Con esta tecnología, los cánceres muy lentos se diagnostican con mucha anterioridad. Otras veces los cánceres crecen rápido y son muy agresivos, por eso cuanto antes diagnosticamos el pronóstico muchísimo mejor. Te da la posibilidad de cambiar de tratamiento rápidamente si no funciona el que se está aplicando, sin esperar los resultados. Con la mamografía regular pasaba el tiempo hasta saber los resultados y por ahí venía una metástasis al pulmón”, insiste Biaggi.

Esta nueva tecnología también es recomendada para la detección de cáncer temprano, especialmente en jóvenes con antecedentes familiares o que tienen alto riesgo porque toman apoyo hormonal de infertilidad. “Muchas chicas que tienen esa mutación del gen son propensas a cáncer de mama y de ovarios, pero quieren tener hijos y una vida normal”, dijo la radióloga. —AP