Cuando juega Brasil, todo permanece cerrado

Dos tintorerías, dos ferreterías, una venta de productos eléctricos, un bazar, una oficina de una sede menor de fútbol, tenían horario de abierto, pero nadie contestaba

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elsalvador.com

Por Ricardo Chacón, Editor Jefe del Diario de Hoy, Río de Janeiro, Brasil

2014-06-19 1:02:00

Dos partidos ha jugado Brasil, el primero contra Croacia el segundo contra México; como todo en la vida hay cantidad de opiniones sobre el juego, los jugadores, las tácticas de los entrenadores…en fin si se cree que jugo bien, mal o regular o sí se pasará a una segunda ronda…..de esto hay mucha tela que cortar y los especialistas en este deporte pontifican de una u otra manara profusamente a través de la prensa, la radio, la televisión y ahora por las redes e internet. Pero el punto no este este sino que cuando juega todo está cerrado….y literalmente cerrado, muchos brasileños se movilizan rápidamente para el estadio, para un bar o simplemente en casa.

No es ninguna novedad, esto ocurre en España o en El Salvador cuando su ?selecta? generaba pasiones entre los salvadoreños, lo interesante en Brasil por lo menos en la parte de la ciudad donde estoy residiendo, entres las playas paraidisiacas de Ipanema y Copacabana, por la calle Visconde de Pirajá los negocios sobre todo los pequeños quedan medio abiertos, medio cerrados….en pocas palabras trabajando a medio vapor.

Dos tintorerías, dos ferreterías, una venta de productos eléctricos, un bazar, una oficina de una sede menor de fútbol, Carioca, tenían horario de abierto, pero estaban medio cerrados….los que atendían, no se sí los dueños, a la vuelta en el bar….toqué y toqué pero nadie contetaba hasta que el señor de la esquina, atendiendo un kiosko me grita, ?juega Brasil, todo cerrado?…..

Otra cuestión que me llamó la atención es que no importad la edad, el sexo y la condición física. Familias enteras, desde el abuelo, los hijos, los nietos, los sobrinos se reúnen para asistir al estadio, sobre todo cuando juega en el Maracaná.

?Soy abuela, con mucho orgullo, tengo cinco nietos y tres hijos y junto con mi marido hemos venido a ser campeones?me dijo una señora de unos setenta años, enfundada con una camiseta verde amarillo, con pantalones vaqueros ajustados, por supuesto su cartera roja que la hacía imperdible.

Bueno, en el Maracaná, puerta D, en el sector 304, fila V, asiento 26, justo adelante había también una familia de argentinos, todos enfundados en camisetas celeste y blanco, acá no había abuela, pero sí abuelo que tenía en su rostro pintada la bandera argentina. No se cuantos años tenía el abuelo pero uno de sus nietos tenía 20 años así que eche pluma que cuantos años tenía el padre y el abuelo.

Al interior del Maracaná, con una capacidad de unos 80 mil espectadores debidamente sentados en una cómodas sillas, remodelado en los últimos años pero construido en los años cincuenta, se caracteriza por su limpieza, orden, seguridad y sobre todo que de todos lados del interior del estadio se puede ver el juego con una cercanía impresionante.

Llegar al estadio, como en todas las ciudades grandes se puede llegar en carro, en bus, en metro o a pie. El Maracaná es céntrico de Río de Janeiro, es centro de muchas cosas, en emblemático y lo primero que le menciona el taxista luego de llegar del aeropuerto, por supuesto al fondo con la vista de fabelas, es el estadio, que en su momento podía albergar más de cien mil espectadores de pie.

Ya en el estadio, en mi caso en la puerta D, no había que hacer mucha cola para el ingreso, el estadio lo abren tres horas antes, y el ingreso es presentando el boleto que electrónicamente se revisa. Lo catean, no pero le exigen abrir cualquier bolso para que no llegue ningún tipo de lata o botella . Luego, en las afueras de la graderío hay sobrios, limpios y ordenados negocios de cerveza, más cerveza, más cerveza y coca cola y agua. Se me olvidaba, amplios, cómodos y limpios baños, especialmente pensados para expulsar el líquido.

Para hacernos una idea, sí usted entra a la puerta 10 del Aeropuerto no se entera en ningún momento de lo que pasa ni sucede en la puerta uno….todo esta completamente compartamentalizado.

El ambiente de la ciudad pareciera que no se vive con gran intensidad por las calles, excepto porque en algunas esquinas hay kioskos vendiendo productos alusivos al mundial, o que las tiendas de ropa deportiva exhiban sus mejores galas, pero, por ejemplo, las tiendas por departamento de electrodomésticos no transmiten los partidos, tampoco hay esquinas donde se aglomere gente par ver un juego, sin embargo los miles y miles de extranjeros, ciudadano de todo el mundo pululan por doquier….y cuando juega Brasil, todo cerrado.