Greg Kinnear, cara a cara con el cielo

El nominado al ??scar protagoniza con Kelly Reilly y Connor Corum el filme "El cielo sí existe"

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elsalvador.com

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2014-06-25 7:00:00

El éxito editorial de “Heaven is for Real” se convierte en una película protagonizada por Greg Kinnear, quien encarna “sin dogmas ni sermones” a Todd Burpo, el pastor cuyo hijo aseguró, tras una complicada operación, haber visitado el cielo.

“Heaven is for Real” (“El cielo sí existe” en Latinoamérica), que se estrena este fin de semana en el país, es la historia de Colton Burpo, un niño de tres años que, tras ser sometido a una cirugía de emergencia y haber estado clínicamente muerto, vuelve a la vida con nuevos conocimientos, como que ha visto a su abuelo fallecido o sabe que su madre tuvo un aborto, lo que le hace concluir que ha estado en el cielo.

Y el primero que tenía reticencias a la hora de protagonizar una película sobre un tema tan delicado era su protagonista. “Estaba preocupado por el hecho de que, teniendo en cuenta que el protagonista es un pastor, la película fuera demasiado dogmática o fuera directamente un sermón”, explica Kinnear en una entrevista con Efe.

El actor, que fue nominado al Óscar por encarnar al vecino homosexual de Jack Nicholson en “As Good as it Gets”, y fue el heterodoxo padre de “Little Miss Sunshine” o la narcisista estrella en “Nurse Betty”, se tranquilizó cuando leyó el guión de Randall Wallace, con quien ya había trabajado en “We were Soldiers” y que escribió “Braveheart”.

“Randall ha evitado toda etiqueta de cine religioso y ha elaborado la historia de manera muy accesible, muy honesta, muy bonita. La historia de una familia de un pueblo que vive una situación sumamente extraordinaria”, resume Kinnear, quien comparte reparto con Kelly Reilly, que interpreta a su esposa, o Margo Martindale y Thomas Haden Church.

Kinnear (Indiana, 1967) había permanecido ajeno al éxito editorial de “Heaven is for Real”, escrito por su personaje, Todd Burpo, y Lynn Vincent, y que alcanzó el número uno en la lista de ventas del New York Times.

Sobre la cinta, asegura que “llamarla una película sobre la fe es muy impreciso. No conozco a nadie, no importa si es ateo, cristiano o musulmán, que no se haya preguntado qué pasa después de la muerte”, asegura.

“Lo que era realmente interesante de esta historia es que Todd Burpo era un pastor y tiene un conflicto de fe, no por dudar que todo lo que ha estado predicando, sino el de darse cuenta de que todo lo que ha estado predicando sí es verdad y está sucediendo ante sus ojos. Eso es lo que realmente le sobrecoge”, asegura.

“Pensarías que sería más obvio que el niño dijera: ‘Papá, he visto el cielo’ y él dijera, ‘¡claro hijo! ¡eso lo que hay allá arriba!’ Pero no es tan fácil”, bromea quien empezara su carrera como presentador de televisión en el programa “Talk Soup”.

Desde entonces hasta ahora, Kinnear ha llevado una de las carreras más atípicas de Hollywood. Después de su fallido envite al estrellato con la nueva de versión de “Sabrina” realizada por Sidney Pollack, el actor decidió ir por el camino de lo poco convencional.

Sacó su lado más oscuro en “Autofocus”, de Paul Schrader, “una película que ahora nadie pagaría”; se metió en la acción autoparódica de “Mistery Men” junto a Ben Stiller.

Fue escatológico en “Stuck on You”, de los hermanos Farrelly; triunfó en el cine independiente con “Fast Food Nation” y, sobre todo “Little Miss Sunshine”, y hasta se metió en la piel de un presidente de Estados Unidos en “The Kennedys”, la miniserie con la que optó al Emmy.

“He hecho cosas muy distintas, porque tiendo a aburrirme muy fácilmente. Creo que eso, en este caso, ha sido una bendición, me ha hecho barajar muchas cartas. Espero que siga siendo así”, concluye. —EFE