La danza de los millones y los pequeños negocios

La gran inversión económica genera un mayor dinamismo para los pequeños y medianos empresarios brasileños

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elsalvador.com

Por Ricardo Chacón Editor jefe El Diario de Hoy Río de Janeiro, Brasil

2014-06-25 12:00:00

El ministro de Deporte de Brasil, Aldo Rebel, ha dicho que este mundial tiene un presupuesto máximo de 13 mil 750 millones de dólares e inyectarán a la economía nacional un valor triple de unos 46 mil millones.

Hay 12 sedes donde los 32 equipos de fútbol de todo el mundo se disputan la copa. Se han invertido en construcción y remodelación unos 3 mil 700 millones de dólares. En turismo se han destinado unos 63 mil millones de dólares, de los cuales 11 mil millones han sido puestos por el Estado brasileño.

En pocas palabras la inversión ha sido grande pero las ganancias lo han sido más, pero esto no es el punto que se quiere resaltar, por un lado está el dinamismo de la economía que genera un evento como el mundial en los pequeños y mediano empresarios. Y por otro, mucho más estructural, que es el poner sobre la mesa decisiones macro que implican millonarias inversiones en infraestructura que pueden coartar la llamada inversión social y el desarrollo en vivienda, educación y salud.

Vendedores ambulantes, como Pedro, quien dice que ha vendido por cientos banderas, camisetas, gorras, pitos (todos pirateados de varias empresas que por millones los distribuye por todas las ciudades brasileñas). Las camisetas se ofrecen en 100 reales (unos 50 dólares) pero más adelante la misma camisa la ofrecen en 30 reales (unos 15 dólares). Ahora bien, si se quiere una camisa original, en un almacén de marca, no la misma camisa pero si verde amarela, puede costar unos 400 reales (unos 200 dólares). No obstante pese a la diferencia de precios, tanto el vendedor de calle como el del almacén coinciden en señalar que las ventas han superado las expectativas.

No se diga los bares, restaurantes y hoteles. Todos llenos por la mañana, por la tarde, por la noche y en la madrugada. Los precios, hay de todo y, al parecer, existe una política clara de “no aprovecharse” ni de la ocasión ni del turista y los precios pactados en los menús se respetan, pero si se descuida, puede salir golpeado con la cuenta.

Hay una modalidad que también se ha multiplicado, dueños de apartamentos, grandes, pequeños y medianos los alquilan por día, por semana o por mes. Según el departamento, la zona y el cliente así es la pedrada… 100, 200, 500 o mil dólares por día… multiplique por el número de días que lo toma y así será la cuenta que deberá de depositarse con anterioridad en una cuenta de banco.

Alemanes, franceses, mexicanos o salvadoreños se encuentran de repente en un apartamento montado en la zona de Ipanema compartiendo el edificio, cada grupo en un apartamento que puede tener un precio de 500 mil o 700 mil dólares, sin contar que se trata de viviendas amuebladas e incluso con ropa de cama.

También los supermercados, las tiendas de ocasión y por supuesto los negocios en general están “felices” con el mundial, no obstante como nos dice un conserje de edificio de apartamentos, “hay mucha bulla, mucho gente alcoholizada y haciendo escándalo”.

Estructuralmente la cuestión es mucho más compleja porque al menos hay que hacer tres o cuatro preguntas que han puesto de muy mal humor a los brasileños, destinar miles de millones en la construcción o remodelación de 12 estadios, invertir miles de millones en turismo, lo que implica obras pensando en los extranjeros, desarrollar una infraestructura, metro, buses en particular, para que los visitantes puedan movilizarse, además de que se encarece el costo en el uso de estos servicios. Este es el fondo de porque están molestos, enojados y protestando muchos brasileños.

He aquí las decisiones que al parecer, y esto lo decía con claridad un editorialista de un periódico local, dinamizar la economía y obtener ganancias que triplican lo invertido se justifica, la creación de infraestructura queda. Los beneficios están a la vista. Bueno esta es una opinión pero también está la de aquellos que plantean porque no hay más hospitales, más vivienda, más educación, cualificar los estudios y convertirla en una educación de mayor calidad con mayor nivel de gratuidad. Este es el otro lado de la moneda.

El ministro de Turismo brasileño, Vinicios Lages, se hace los bigotes con sus cuentas. Brasil obtendrá 3 mil millones de ganancias. Han llegado al país 3.7 millones de turistas locales y extranjeros, y por supuesto las cifras que hace están basadas en los 300 mil turistas que asistirán directamente para participar en la Copa a través de la compra de boletos, en los que cada uno ha invertido unos 2 mil 500 dólares, a esto hay que sumarles hotel, comida, transporte y los recuerdos.