Volpone o El zorro: una comedia sin amor por Ben Jonson, poeta laureado

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elsalvador.com

Por Katherine Miller Doctorada en estudios Medievales y Renacentistas de UCLA. Ha servido como Post-Doctoral Fellow en el Centro de

2014-06-11 8:00:00

Hace más de 400 años, este mes, Ben Jonson, poeta laureado de la corte de James I de Inglaterra nació el 11 junio de 1572. Jonson fue contemporáneo, pero más joven, que William Shakespeare y Christopher Marlowe. La comedia más famosa que escribió es una comedia satírica que se llamaba “Volpone o El Zorro” en que su personaje principal, Volpone, un magnífico de Venecia sin hijos, finge que va a morir para animar a algunos abogados y empresarios venecianos/londonienses a intentar ganar su herencia en unas acciones parecidas a extorsión y engaño.

Jonson, utilizando las tradiciones italianas de la Commedia dell’Arte y las tradiciones satíricas de la comedia romana antigua, nos presenta una comedia en que estamos simultáneamente en Venecia y Londres. Hay cinco personajes principales con nombres de animales, señalando sus cualidades: Volpone (un zorro por su astucia), Mosca, Voltore (buitre), Corbaccio y Corvino (dos cuervos): estos tres últimos son abogados y empresarios avariciosos de Venecia.

Comienza esta obra con Volpone adorando su santo:

Good morning to the day; and next, my gold!

Open the shrine that I may see my saint!

(Buendía a la mañana; y, después a mi oro!

Abra el relicario para que pueda ver a mi santo!) (I.i.1-2)

Por lo largo de la comedia, Volpone, con su parásito sirviente, Mosca, practica un extenso proceso de engaño a Voltore, Corbaccio y Corvino quienes compiten por su herencia por medio de un constante flujo de regalos de oro y joyas como mordidas corruptas para ganar su herencia.

Volpone aparece con esta descripción para corroborar la corrupción del cuerpo con la corrupción moral que practica:

Those filthy eyes… that flow with slime,

Like two frog-pits; and those same hanging cheeks,

Covered with hide instead of skin …

That look like frozen dish-clouts.

(Estos ojos sucios… que fluyen con limo,

Como dos fosos de sapos; y aquellas mejillas colgantes,

Cubiertos con cuero en lugar de piel…

Que parecen ser tiros de tela congelados.)(I.v.58 – 62)

Jonson, hijastro de un albañil, era amigo y socio no solamente de Shakespeare y Marlowe, pero gozaba de una amistad cercana con Thomas Hobbes y Sir Francis Bacon; era un Católico recusante y miembro de la comunidad intelectual de Católicos ingleses (a que Shakespeare era prominente). Jonson también había asesinado a un actor y había pasado tiempo en el Penal de Newgate por este crimen. Era, también, colaborador en el Complot de la Pólvora (en que los Católicos querían, por un acto terrorista perpetrado en 1605, matar al King James y todo los miembros del Parlamento).

Llamado a responder ante el Privy Council bajo cargos de “popery and treason” (ser Católico y, por eso, traición contra el estado), Jonson era, a la misma vez, tal vez el hombre más erudito en todas las obras clásicas del Renacimiento y en las tradiciones teatrales de las procesiones de Corpus Christi, igual como en la Commedia dell’Arte. No obstante, Jonson era, increíblemente el poeta laureado de Inglaterra del siglo XVII y nombrado doctor honoris causa de las Universidades de Oxford y Cambridge, las cuales él elogia en su Prólogo.

En este mismo Prólogo a Volpone, Jonson jura, como sirviente de la poesía,

…To brand her enemies in the face with corrosive ink

Occasioning their disgrace and ultimately their death.

(…A la marca en la cara con hierro caliente y con tinta corrosiva

Ocasionando su desgracia y por fin su muerte.)

El blanco en su “comedia” de Volpone era de satirizar la corrupción del estado y la avaricia individual. La situación de Venecia era eminentemente y lujuriosamente rica, mientras las transacciones de crédito en Inglaterra quedaban todavía en pañales.

Así como en la Venecia-cum-Londres de Volpone, Jonson había escrito otra comedia en que el poder del dinero había vencido el poder del Diablo, quien, en el surgimiento desmesurado del comercio internacional, había llegado a ser el foco central de devoción y crecencia (véase The Devil is an Ass (1616). En ambos mundos de controversia financiera y religiosa (Protestante contra Católica) sobre el comercio y la banca en su uso de usura para acumular capital para funcionar, la palabra “crédito” resalta.

La palabra y concepto del “crédito” proviene del Latín credo: creer y/o tener confianza. Eso es un concepto igual de importante para alguien que deseaba pedir prestado el dinero como para una reputación respetable para confianza. El poder del dinero ha llegado a ser el enfoque central de devoción y creencia en el ámbito londinense en que Jonson estaba escribiendo.

Así que, en esta otra obra (The Devil is an Ass), Jonson presenta el Diablo como conciente del escepticismo popular sobre su mera existencia. Las resonancias para nuestro país hoy se encuentran en la falta de la “credibilidad”, ejemplificada en el fraude, la extorsión, la disolución de sueños y mundos financieros que se están colapsando en el mundo de Londres. El Rey mismo casi estaba en un estado de bancarrota.

William Butler Yeats, el famoso poeta irlandés, admiró a Volpone para su patetismo e “implacabilidad fría” sobre este tema. Aunque Jonson, para protegerse, presenta todo eso no en Londres, pero en Venecia. Así como hizo Shakespeare en El Mercader de Venecia y Romeo y Julieta que critica Londres de todos modos, aunque el accionar se llevaba a cabo en Venecia y Verona.

Regresando a esta comedia sin amor, Volpone, se puede ver que Jonson había prestado la teoría del médico antiguo, Galeno, y ha presentado a todos sus personajes como sufriendo de una afección que causa una persona de parecer ridículo, fuera de los limites de la sociedad y que, por eso, necesita corrección y reforma. El cuerpo, durante los tiempos Isabelinas y Jacobinos, fue visto como “un sobre poroso y frágil” en que las pasiones flamantes circulaban y eran permeables: o sea, pudieran evadir el control del individuo que habitaba el cuerpo físico.

Las obras de Jonson, entonces, como las de Shakesepeare y Marlowe, son una especie de arte que tiene como objetivo presentar los ciudadanos de Londres a sí mismos en el escenario de los teatros de Londres y exigían la recreación del ser humano, ya transformado, en los tiempos de modernidad temprano donde la ganancia monetaria y el placer exagerado —ambos sin amor— habían tomado el poder.

Jonson buscaba, por medio de la sátira, la corrección y la superación de las pasiones y emociones (avaricia y lujuria), que son desviadas como fuerzas peligrosas que remplazan los valores espirituales por los valores materiales en la ciudad de Venecia (y Londres).

Venecia era la ciudad más rica de Europa y controlaba las riquezas transportadas por compra y venta en el comercio de larga distancia entre Asia y Europa Occidental. El apetito veneciano para el vicio elegante fue simbolizado por sus elegantes cortesanas de las altas clases.

La maestría y majestad de su comedia —conocida y famosa por todo el mundo hasta hoy— incluye el hecho de que Volpone sobrevive su propia muerte, fingida para engañar no solamente sus parásitos, sino al mismo estado de la Serenísima República de Venecia. Y en eso, invoca la risa y carcajada como medicina para la transformación indicada.

La obra es, entonces, un proyecto emocional para enjaezar y controlar saludablemente las intensas emociones y pasiones crecientes de avaricia y lujuria en una especie de manipulación teatral de la audiencia como grupo unitario—y no de lectores solitarios leyendo en silencio. Esta comedia tiene como objetivo la limpieza estética, moral y ética del ser de cada individuo de la audiencia entera como unidad.

La falta de muerte y la ausencia de matrimonio como finalidad, como en las comedias desde Roma hasta Londres, califican Volpone como una exhibición teatral sin amor pero con la comedia y sátira como medicina para corregir los vicios sociales de los tiempos.

Al final de la obra Mosca es condenado al látigo y galeras y Volpone es condenado, legalmente, “to lie in prison, cramped with irons, till he is sick and lame indeed” a quedar en el penal, amarrado en hierros hasta que sea enfermo y cojo de verdad) (V.xii.123-4)

En el Epílogo, el zorro—Volpone mismo— pasa al centro y frente del escenario y llama a la audiencia de tomar nota que no se ha causado sufrimiento indebido a ellos y que, además, sus crímenes les han causado delicia a los espectadores. Por eso, declara, él merece el aplauso de la audiencia:

The seasoning of a play is the applause.

Now, though the fox be punished by the laws,

He yet doth hope there is no suff?ring due

For any fact which he hath done’gainst you.

If there be, censure him; here he, doubtful stands.

If not, fare jovially, and clap your hands.

(El sabor de una obra es el aplauso.

Ahora, aunque el zorro ha sido castigado por las leyes,

Él espera no haber causado sufrimiento contra ustedes.

Si hay, es de castigarlo; aquí está parado, con dudas.

Si no, que les vaya muy alegremente, y den su aplauso.)(V.xii.152 – 157)

FIN