San Vicente, riqueza cultural y gastronómica

[Turismo] Rodeada de hermosos y verdes paisajes, la ciudad de San Vicente lo espera con una variada oferta gastronómica y lugares con mucha historia que no se puede perder.

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La Torre Vicentina, emblema de esta ciudad, tiene una altura de 40 metros y seis niveles.

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2014-05-22 8:00:00

on magníficos paisajes, joyas arquitectónicas, una deliciosa gastronomía, así como gente amable y laboriosa, la ciudad de San Vicente es un destino turístico que debe conocer.

Uno de sus principales atractivos es la Torre Vicentina. De 40 metros de altura y seis niveles, es una obra de alta ingeniería, cuya construcción data de 1928.

Consta de 131 escalones y se yergue en el parque central, entre el cerro Teconal y el volcán Chichontepec.

La basílica de Nuestra Señora del Pilar es uno de los tesoros coloniales emblemáticos de la ciudad.

De invaluable valor histórico fue construida de mampostería, teja y semicolumnas vaciadas en su fachada. Su construcción finalizó en 1769. En su cripta fue sepultado, en marzo de 1838, el prócer José Matías Delgado.

No olvide incluir el expalacio municipal y la catedral. Esta última data de la época colonial y se ubica en el barrio El Santuario.

En la ciudad también resaltan dos árboles: el de tempisque, bajo cuya sombra fue fundada la aldea a la que llamaron San Vicente de Lorenzana, en honor a San Vicente Abad. Y el árbol de Los Lamentos, también conocido como “palo de cuches” o árbol de los esclavos, en donde según la historia en la época de la Colonia se realizaba la compraventa de personas como esclavos al mejor postor.

Además de sus sitios interesantes, la ciudad también ofrece a los visitantes una suculenta gastronomía. Así que en su visita no deje de saborear el típico arroz negro, el cual se tiñe con caldo de frijoles.

Existen al menos cinco ventas fijas de este platillo que se sirve con salpicón y curtidos. Algunos lo acompañan con francés y otros con las tradicionales pupusas.

Los “panes rellenos” son otra delicia vicentina. Se trata de panes con pollo, escabeche, pepino, rábano, huevo duro, berro y la salsa de tomate.

Para refrescarse no hay mejor opción que el sorbete artesanal, cuya tradición se remonta a 1898. Puede decidir por alguno a base de fruta de temporada, como mango verde, mora, nance, piña, mamey, higo, naranja o limón. O bien degustar el de café, chocolate con galleta, ron con pasas y leche.

San Vicente es reconocido por la elaboración de su pan dulce. Este se hace totalmente a mano y se cuece en hornos artesanales.

Puede acompañar el café de la tarde con una torta de tuza, salpores de arroz o bien con semita de dulce de panela.

La oferta culinaria se amplía el último sábado de cada mes, cuando en el parque central Antonio José Cañas se realiza el festival gastronómico. Desde las 12:00 m. los turistas pueden disfrutar además de las delicias antes mencionadas, exquisitos asados de res, conejo y pelibuey.

Tampoco pueden faltar los dulces típicos.

Cómo llegar

La ciudad de San Vicente se encuentra 58 kilómetros al este de San Salvador, sobre la carretera Panamericana CA1.

El volcán Chichontepec y el Valle de Jiboa son los indicadores de que está llegando a su destino.

En el kilómetro 52 y 1/2 puede aprovechar para bajarse y apreciar la hermosa vista desde el mirador, desde donde se observa el Valle de Jiboa y la Torre Vicentina, que se distingue en el paisaje aunque bastante diminuta.

Si viaja en transporte público aborde la ruta 116 en la terminal de oriente. Los buses de “servicio especial” hacen el trayecto en una hora, mientras que los “ordinarios” alrededor de una hora y media.

Solicite servicios de guías y más información al 2314-2424 de la Unidad de Desarrollo Turístico. —EDH