Las instituciones de educación superior de El Salvador han entrado este año en una dinámica de alianzas estratégicas con miras a lanzar nuevas carreras a nivel de maestría y doctorado. Este fenómeno es bien visto por las autoridades del Ministerio de Educación (Mined) y por especialistas en temas educativos, como Óscar Picardo.
Uno de los casos recién conocidos es de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) y la Universidad Don Bosco (UDB), de esta capital, las cuales brindarán de forma conjunta el doctorado y la maestría en Ciencias Sociales, así como la maestría en Gerencia de Mantenimiento Industrial.
En este caso empezarán a impartirse en agosto, según consignan anuncio publicado en la página en línea de la UCA.
No se quedan atrás en el esfuerzo la Universidad Católica de El Salvador (UNICAES), la Universidad Pedagógica de El Salvador (UPES), la Universidad de Oriente y la Universidad Gerardo Barrios, las cuales han abierto la Maestría en Atención Integral de la Primera Infancia.
Esta opción académica, a la que pueden aplicar licenciados en Educación y sicólogos, entre otros, arrancará el 24 de mayo, según informes brindados por el Mined. Dicha carrera se anuncia ya en la página en Internet de la Universidad Pedagógica.
Al ser consultado sobre la nueva dinámica educativa, Francisco Marroquín, director Nacional de Educación Superior del Mined, aseguró que “esta innovación en la modalidad de trabajar de las universidades permitirá aprovechar mejor los recursos y potenciar las capacidades que tienen.
Aunque algunas de las universidades ya han venido trabajando en alianza con centros de enseñanza superior de otras naciones, es la primera vez que lo hacen entre sus similares a nivel local.
Marroquín y la propia viceministra de Ciencia y Tecnología, Erlinda Handal, sostienen que esto ha surgido luego que el Ministerio de Educación empezó a motivar a las instituciones de educación superior a unirse para desarrollar investigaciones.
Handal sostiene que, de hecho, en la actualidad varias de ellas llevan a cabo varios estudios con financiamiento otorgado por el Estado.
Marroquín considera que esta es una buena oportunidad porque en algunas áreas el país no cuenta con muchos profesionales con doctorado y en la medida que las universidades reúnan a los que tienen en su planta de docentes y de investigadores pueden ayudar a la formación de más profesionales de alto nivel.
“Si ponés juntos a los doctores que están en distintas instituciones tenés un equipo que te permite llevar a cabo programas de investigación y además programas, planes de estudio”, subrayó el director Nacional de Educación Superior.
El funcionario sostiene que esta alianza, que se concreta a través de convenios, queda registrada ante esa cartera de Estado. En esos documentos quedan establecidos los compromisos que tienen las instituciones participantes entre sí y con los estudiantes.
“Nosotros registramos los convenios, contratos aquí. En ellos dicen quien va a llevar la administración académica de los estudiantes, quien va a cobrar, quien va a responder a los profesores por sus contrataciones. Todo queda completamente respaldado. Lo mismo que se hace cuando firman con instituciones internacionales”, añadió Marroquín.
La línea de trabajo interinstitucional favorecerá que haya nuevas opciones de estudio e investigación a nivel nacional, pero también podría considerarse como una alternativa que permitirá a los centros universitarios mantenerse vigentes.
El especialista en Educación, Óscar Picardo, sostiene que estas “son iniciativas interinstitucionales que en contextos “normales” busca fortalecerse y articular capacidades: sobre todo cuando hay afinidad”.
Picardo, quien también es investigador, cree que es positiva la sinergía y se hace más costo – eficiente todo.
“Se comparte lo mejor de cada universidad para un proyecto común. Por ejemplo, yo puedo tener tres profesores muy buenos, y la otra universidad otros tres, así logramos un alto nivel de excelencia”, agregó.
Según lo externado por el especialista esta dinámica que actualmente llevan adelante estos centros de educación superior no es muy común en otras naciones, pero no se atrevió a definir si esto es un paso adelante.
“Creo que es positivo en materia de unir capacidades. También puede haber algo de ahorrar recursos, ya que se unifican criterios”, añadió.