Esta fue la perturbadora carta que escribió Kurt Cobain antes de suicidarse

El papel fue encontrado en la habitación donde se quitó la vida. Hoy, que se cumplen 24 años de la muerte del líder de la banda de grunge Nirvana, te presentamos algunos datos emblemáticos

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elsalvador.com

Por Agencias

2018-04-05 4:00:00

Kurt Cobain, vocalista y líder de Nirvana, una las bandas más emblemáticas de la música grunge, murió un día como hoy, hace 24 años, a la edad de 27.

La vida, corta pero intensa, marcada por la música, los problemas de salud y una fuerte adicción a las drogas, en concreto a la heroína, estuvo llena de puntos oscuros que, hasta la fecha, siguen teniendo un impacto en los fanáticos.

Tenía 27 años cuando el 5 de abril de 1994, tras inyectarse una elevada dosis de heroína, decidió suicidarse, dejando atrás a su mujer, Courtney Love, a su hija de 20 meses, Frances Bean y todo un legado de fanáticos.

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El divorcio de sus padres, en 1975, fue determinante en la configuración de su personalidad, un hecho a partir del cual, según declaró él mismo, se convertiría en alguien “extremadamente depresivo e insociable”.

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Kurt Donald Cobain, era un niño melancólico, solitario (llegó a tener un amigo imaginario llamado Boddah, a quien le habría escrito la carta suicida), hiperactivo y con un gran talento.

La carta que fue hallada en la habitación donde yacía el cuerpo sin vida de Kurt, no estaba dirigida ni a su mujer Courtney Love, ni a su hija Frances Bean, sino a ese compañero de infancia que le dio un escape a su cruda realidad: Boddah.

Esta la traducción del texto original…

Para Boddah:

Hablando como el estúpido con gran experiencia que preferiría ser un charlatán infantil castrado. Esta nota debería ser muy fácil de entender. Todo lo que me enseñaron en los cursos de punk rock que he ido siguiendo a lo largo de los años, desde mi primer contacto con la, digamos, ética de la independencia y la vinculación con mi entorno ha resultado cierto. Ya hace demasiado tiempo que no me emociono ni escuchando ni creando música, ni tampoco escribiéndola, ni siquiera haciendo rock’n’roll. Me siento increíblemente culpable. Por ejemplo, cuando se apagan las luces antes del concierto y se oyen los gritos del público, a mí no me afectan tal como afectaban a Freddy Mercury , a quien parecía encantarle que el público le amase y adorase. Lo cual admiro y envidio muchísimo. De hecho, no os puedo engañar, a ninguno de vosotros. Simplemente no sería justo ni para mí. Simular que me lo estoy pasando el 100% bien sería el peor crimen que me pudiese imaginar. A veces tengo la sensación de que tendría que fichar antes de subir al escenario. Lo he intentado todo para que eso no ocurriese. (Y sigo intentándolo, créeme Señor, pero no es suficiente).

Soy consciente de que yo, nosotros, hemos influido y gustado a mucha gente. Debo ser uno de aquellos narcisistas que sólo aprecian las cosas cuando ya han ocurrido. Soy demasiado sencillo. Necesito estar un poco anestesiado para recuperar el entusiasmo que tenía cuando era un niño. En nuestras tres últimas giras he apreciado mucho más a todo la gente que he conocido personalmente que son fans nuestros, pero a pesar de ello no puedo superar la frustración, la culpa y la hipersensibilidad hacia la gente. Sólo hay bien en mí, y pienso que simplemente amo demasiado a la gente. Tanto, que eso me hace sentir jodidamente triste. El típico Piscis triste, sensible, insatisfecho, ¡Dios mío! ¿Por qué no puedo disfrutar? ¡No lo sé! Tengo una mujer divina, llena de ambición y comprensión, y una hija que me recuerda mucho como había sido yo.

Llena de amor y alegría, confía en todo el mundo porque para ella todo el mundo es bueno y cree que no le harán daño. Eso me asusta tanto que casi me inmoviliza. No puedo soportar la idea de que Frances se convierta en una rockera siniestra, miserable y autodestructiva como en lo que me he convertido yo. Lo tengo todo, todo. Y lo aprecio, pero desde los siete años odio a la gente en general…Sólo porque parece que a la gente le resulta fácil relacionarse y ser comprensiva.¡Comprensiva! Sólo porque amo y me compadezco demasiado de la gente. Gracias a todos desde lo más profundo de mi estómago nauseabundo por sus cartas y su interés durante los últimos años. Soy una criatura voluble y lunática. Se me ha acabado la pasión, y recuerden que es mejor quemarse que apagarse lentamente. Paz, amor y comprensión. Kurt Cobain.

Frances y Courtney, estaré en su altar.
Por favor, Courtney, sigue adelante por Frances, por su vida que será mucho más feliz sin mí. Los quiero.¡Los quiero!”

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La oferta incluye un premio MTV Video Music Award que recibió Nirvana en 1992

Su incursión a la música

Cobain, que vivió varias noches literalmente bajo un puente siendo un joven, tras encontrarse con el rechazo e incomprensión de sus padres, conoció a Chris Novoselic, quien le propone formar un grupo después de escuchar sus composiciones. En 1988, se les unió Chad Channing como batería y tomaron el nombre de Nirvana, destacando por un sonido distintivo, sucio y original.

Ese mismo año publicaron su primer single, “Love buzz”, con Sub Pop, el sello que, también de acuerdo con Borzillo, acuñó el término “grunge” en 1987. Con ellos lanzaron en 1989 su primer disco, “Bleach”. Cobain diría que en ese álbum había gritado mucho y que sonaba “unidimensional”, pues todas las canciones eran “lentas y cutres”.

Le siguió “Nevermind” (1991), con unas previsiones de venta de 50,000 unidades, irrisorias en comparación con el terremoto que desató y los 30 millones de copias que se despacharon en todo el mundo, capaces de desalojar incluso a Michael Jackson del número 1.

Dave Grohl ya había sustituido por aquel entonces a Channing, a tiempo para vivir los tiempos gloriosos de Nirvana, que pasaron de las pequeñas salas a festivales con más de 70,000 personas a las que Cobain y compañía dieron himnos con los que expresar su desazón generacional.

Fue también entonces cuando comenzó su tormentosa relación con Courtney Love, madre de su hija, y cuando extremó el consumo de drogas, desencadenando completamente su decadencia.

Hasta su muerte, el grupo aún tuvo tiempo de lanzar el disco de rarezas “Incesticide” (1992), el álbum de estudio “In Utero” (1993) y el acústico por antonomasia “MTV Unplugged in New York” (1994).

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Es probable que hoy muchos de sus seguidores se reunan para rendirle tributo en el parque de Seattle, que se encuentra al lado de la mansión en la que el cantante se quitó la vida, y que desde hace años es un lugar de peregrinación.