Eugenio Derbez: “Quiero que me tomen en serio”

El mexicano participa en la primera edición de los Premios Platino del Cine Iberoamericano

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elsalvador.com

Por Tomás Andréu Enviado especial / Panamá

2014-04-05 7:00:00

Eso de darle risa a los demás, cansa. La gente no entiende que el humor es el más serio de los trabajos. Eugenio Derbez lo supo cuando los directores de cine no lo contrataban para hacer una película. Por eso escribió una: “No se aceptan devoluciones”, un trabajo que “conecta muy lindo con la gente” y que le tomó 12 años de su vida para prepararla, según afirmó en la ciudad de Panamá, donde se realizó la primera edición de los Premios Platino del Cine Iberoamericano.

Derbez aceptó en rueda de prensa que “cuando eres un producto muy conocido en la televisión, a los directores de cine eso no les gusta”. Así que al actor mexicano no le quedó de otra que darse trabajo a él mismo.

“Pasé de ser el patito feo al amuleto”, comentó entre risas el creador de personajes como el “Lonje Moco”.

El artista mexicano también explicó que la creación -e inauguración en Centroamérica- de los Premios Platino son “muy importantes como espacios, porque el cine iberoamericano no tiene los millones que tiene Hollywood. No tenemos la maquinaria de publicidad para apoyar nuestro cine”, opinó Derbez, quien añadió que estas mismas limitantes económicas y publicitarias impiden que el cine de Latinoamérica se conozca en la misma región.

“Seguro que hay películas que funcionarían en mi país, pero no tienen el dinero para hacer su ‘marketing’. De eso se trata este festival: de conocernos todos, de unirnos todos”.

“No se aceptan devoluciones” ha sido un éxito en Estados Unidos. En España se estrena el próximo 30 de abril y el mexicano espera que los españoles “tengan confianza en la película que duplicó al filme más exitosa de Almodóvar en Estados Unidos”. La buena estrella que le ha tocado a la película tiene su explicación en palabras del mexicano: “he luchado porque mi nombre esté vinculado a productos de calidad. Me he cuidado de no hacer nada por dinero. Si lo que hago no es bueno para el público, no lo hago. Quiero dejar un legado, quiero dejar un mensaje”.

El hombre que le dio vida a Armando Hoyos cree que cada comediante “tiene encerrado un acto dramático” en su ser. Por eso “llega un momento en que la comedia te cansa, te satura. Las 24 horas eres un comediante. Quiero trabajar más en el drama como una manera de limpiarme”.

Da la impresión que querés que te tomen más en serio, comentó El Diario de Hoy.

— Sí. Qué bueno que tocas ese punto, porque la comedia es el género más difícil, de verdad. Es el más complicado que hay, pero por alguna extraña razón está menospreciada. Si te das cuenta, en los grandes premios, cualquier cosa que tenga comedia, inmediatamente la hacen a un lado y es muy triste porque es el género más complicado. Entonces, como comediante de repente dices que quieres que se den cuenta de que tu trabajo vale y empiezas a buscar la manera de que te reconozcan y empiezas a hacer drama, porque esa es la única manera. Tengo la idea de hacer -y lo voy a hacer, vas a ver- una de estas películas festivaleras dramáticas. Voy a dejar la cámara en un rincón, la voy a dejar correr dos horas y la voy a presentar en un festival. Es muy posible que gane un premio. Así sucede: en cuanto una película diga “comedia”, inmediatamente la ven como algo menor. Esto debería ser al revés.