Ana Gabriel, icono de la balada latinoamericana, cautivó a miles de salvadoreños con un espectacular repertorio compuesto por los grandes éxitos musicales que la han coronado en los premios Billboard, los Grammy Latino y otros galardones.
Ayer, la velada energizante hizo vibrar el anfiteatro del Centro Internacional de Ferias y Convenciones (Cifco), pasadas las 8:30 p.m.
La artista calentó motores en la capital cuscatleca, gracias a su gira “Simplemente Ana Gabriel”, homenajeando a los eternos enamorados y desenamorados que cantaron al unísono los estribillos de sus más reconocidos temas.
Irrumpió el escenario con su potente voz. Cautivó una y otra vez a los cuscatlecos.
Apasionada, como siempre lo ha demostrado en los escenarios, la mexicana encendió a sus admiradores de principio a fin, quienes no dejaron de expresarle ni un minuto el cariño y el respeto a la artista. El show arrancó con “Soy como quiero ser”.
La velada musical continúo con “Destino”, un sencillo que hizo sentir el corazón apretado a muchos salvadoreños que estuvieron desde temprano en el anfiteatro.
“Las canciones de Ana Gabriel son una bomba para el corazón. Y tengo el agrado que mi amiga me haya invitado. Este obsequio es por mi cumpleaños”, dijo Evelyn Hernández, de 50 años.
El torbellino de emociones continúo con “A tu lado”, y así con “Soledad”, “Mar y arena”, las que el público conocía muy bien y se fusionaron a una sola voz con la cantautora. El show aumentó su intensidad conforme iban pasando las canciones. Temas inolvidables como “No a pedir perdón”, “A pesar de todo” y “Tú lo decidiste”, todos con nuevos arreglos, se sucedieron uno tras otro.
La temperatura se elevó con las rancheras. La mexicana aprovechó para lucir su voz con temas como “Pecado original” y “Mi talismán”.
Hubo momentos que Ana se dirigía a sus seguidores, entablando conversación como que los salvadoreños fuesen íntimos amigos de la artista.
El final del espectáculo brilló con más hits de su carrera musical: “Luna”, con la que las parejas se dedicaban unas a otras, y “¿Quién como tú?”, que fue coreada de principio a fin por un público ferviente.
Lo que siguió fue el clímax, Ana Gabriel no podía despedirse de El Salvador sin cantar “Simplemente amigos”.