“Invasión polaca” esperan en Roma para canonización

Millones de personas llegarán a la santificación de Juan Pablo II y Juan XXIII, quienes marcaron la historia del siglo XXSe esperan cientos de miles de la tierra del inolvidable Karol Wojtyla

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elsalvador.com

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2014-04-20 8:00:00

Los peregrinos que serán parte de la ceremonia de canonización del Papa Juan Pablo II y Juan XXIII comienzan a llegar al Vaticano. Aunque se espera una mayor asistencia de fieles polacos.

La invasión polaca en la actividad es debido a que los compatriotas de Juan Pablo II lo siguen considerando como un héroe nacional y como la máxima autoridad moral.

El sábado un grupo de caballeros de la Hermandad de Bratian, con sede en la región norte de Polonia de Warmia y Masuria, salieron en caballo hasta Roma con el fin de participar en la ceremonia, que el Papa Francisco oficiará el domingo 27 de abril.

Según agencias, la comitiva, formada por nueve jinetes, sus caballos y un equipo técnico de seis personas con remolques especiales para los animales cubrirá, una distancia de unos 300 kilómetros diarios para llegar el día 25 o 26 a la ciudad eterna.

Los cabalgantes lucen vestiduras tradicionales de épocas pasadas, que incluyen la armadura de los caballeros medievales. La ruta que seguirán es Czestochowa, Bratislava, Treviso, Rávena, Asís y finalmente Roma.

Otro peregrino polaco que marcará historia es un atleta del norte de Polonia que caminará 2.000 kilómetros para asistir a la canonización.

De Juan Pablo II “siempre emanó un gran humanismo, y tanto creyentes como no creyentes lo consideraron como una personalidad maravillosa”, destaca Halina Marciniak, una maestra que preside una asociación de 1.300 escuelas polacas bautizadas con el nombre del papa.

Otra demostración de la devoción de los polacos por su papa es el Museo de Juan Pablo II en Wadowice, localidad del sur de Polonia donde en 1920 nació Karol Wojtyla, el cual fue inaugurado el 10 de abril.

“El Santo Padre fue el mayor héroe nacional de Polonia, capaz de ganar una gran victoria sin luchar”, dijo el primer ministro polaco, Donald Tusk, durante la ceremonia de apertura, en la que subrayó el decisivo papel que Juan Pablo II jugó en la llegada de la democracia y el fin del comunismo en el país centroeuropeo.

Celebración mundial

Tanto en la Polonia natal de Juan Pablo II, en la natal Italia de Juan XXIII como en otros países católicos, sus admiradores celebran su canonización de diversas formas.

Un alemán de origen polaco compró y reparó el coche que había pertenecido al cardenal Karol Wojtyla de 1958 a 1977, y efectuará la peregrinación en ese vehículo.

En Filipinas, país asiático de mayoría católica, centenares de fieles visitaron ya una exposición de las reliquias del papa Juan Pablo II.

“Estoy feliz. Ahora que he visto esas reliquias puedo morir”, declaró a la AFP Gene Suárez, una maestra jubilada de 67 años, en la pequeña capilla de Manila donde están expuestos los recuerdos mortuorios: mechas de sus cabellos y un pedazo de tejido manchado de sangre, que serán presentados en todo el país en los próximos meses.

En Irlanda, numerosos objetos con el rostro del papa se venden como pan caliente en los almacenes de souvenirs del Santuario de Knock, visitado por Juan Pablo II en 1979.

Sobre el Santo Padre polaco el sociólogo de la religión Pawel Boryszewski recuerda que “rompía con las reglas del protocolo. Sus guardaespaldas solían vérselas en aprietos. Muchas veces se apartaba del trayecto programado e iba hacia la gente”.

De allí, que el Vaticano prevea la asistencia de aproximadamente cuatro millones de peregrinos a la canonización de los dos papas.

Según el Comité Italiano para el Orden y la Seguridad Pública, 19 jefes de Estado y 24 Primeros Ministros han comunicado su llegada a Italia al ministerio del Interior para asistir a la solemne ceremonia en la plaza de San Pedro.

En la lista de personalidades figuran el presidente polaco Bronislaw Komorowski, el fundador del sindicato polaco Solidarnosc, Lech Walesa, el primer ministro francés Manuel Valls, así como representantes y delegaciones de todos los países de América Latina, además del presidente ecuatoriano Rafael Correa.

Los reyes Juan Carlos y Sofía presidirán la delegación española. Además, se espera que durante su estancia en Roma, los monarcas sean recibidos por el papa Francisco.

Ceremonia para todos

Varias pantallas gigantes serán instaladas en la inmensa explanada de la Plaza San Pedro, así como en cuatro lugares claves del casco histórico de la Ciudad Eterna, entre ellos la Plaza del Pueblo y el Foro Imperial.

La Basílica de San Pedro permanecerá abierta hasta la 1:00 de la mañana para que los peregrinos de todo el mundo puedan orar en el mayor templo de la cristiandad.

La ceremonia del domingo será transmitida en directo por televisión en numerosos países del mundo, será seguida por unos 2.000 millones de personas de los cinco continentes, según cálculos del Centro de Televisión Vaticano (CTV).

Nueve satélites transmitirán por primera vez la canonización en alta definición, precisó el Vaticano.

Unas 500 salas de cine de unos 20 países trasmitirán gratuitamente en 3D la ceremonia. —Agencias