Dengue es endémico en un centenar de países

El cambio climático ha contribuido a que el mosquito transmisor viva ahora en zonas menos cálidas, donde antes no existía

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elsalvador.com

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2014-04-04 8:00:00

En los últimos 50 años, el dengue se propagó de nueve a un centenar de países y su incidencia mundial aumentó 30 veces, convirtiéndose en la enfermedad vectorial de más rápida propagación.

Actualmente, casi la mitad de la población mundial vive en países donde el dengue es endémico, y más de 390 millones de personas en el mundo lo padecen cada año, cuando hace medio siglo sólo se registraban 15,000 casos en nueve países del sudeste asiático.

Ante esta realidad, la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han querido hacer sonar la alarma sobre una enfermedad que consideran “silenciada”, a pesar de su gran impacto.

“La enfermedad no tiene la atención de los donantes, ni de las autoridades políticas, y se está expandiendo a marchas forzadas, cuando es una dolencia que podría prevenirse”, alertó en rueda de prensa el subsecretario general de la FICR, Walter Cotte.

“La tasa de mortalidad del dengue es del 2.5 por ciento. Es baja si se compara con el ébola, que puede llegar al 90 por ciento. Pero las consecuencias para la economía de las familias que lo padecen son catastróficas”, expuso Amanda McClelland, del departamento de Salud de Emergencias de la FICR.

Según los cálculos de la FICR, el impacto económico del dengue en América se eleva a 2,100 millones de dólares anualmente, y en Asia Sudoriental a 2,360 millones.

El virus del dengue tiene cuatro serotipos y la persona que ha contraído y enfermado con uno, queda inmunizada para éste, pero no para los otros tres.

Además, está comprobado que la segunda vez que se contrae la enfermedad, ésta es mucho más severa que la primera, y así sucesivamente, “con lo que el riesgo de fallecer se multiplica considerablemente”, advirtió McClelland.

En 2010, el número de casos registrados de dengue en América Latina se elevó a 40.5 millones, a 48.4 millones en África, y a 204,4 millones en Asia.

Uno de los principales problemas es que no hay un control epidemiológico efectivo, por lo que “se estima” que unos 400 millones de personas se infectan anualmente, pero se desconoce si hay más casos dado que, cuando afecta de forma leve, puede confundirse con una gripe.

De hecho, se necesitan tres días para diagnosticar correctamente el virus y, una vez encontrado, no tiene cura ni tratamiento específico, y la vacuna para prevenirlo aún se está desarrollando.

Las causas de esta rápida expansión son varias: el cambio climático ha contribuido a que el mosquito transmisor (el Aedes aegypti), que originalmente se reproducía en zonas tropicales, viva ahora en zonas menos cálidas, donde antes no existía.

En 2010, se dieron casos de dengue en Francia y Croacia.

Pero, sobre todo, el aumento de los viajes y del comercio internacional ha facilitado que el mosquito se traslade con gran rapidez.

Las larvas y los mosquitos adultos se desarrollan en aguas estancadas, tanto en grandes reservas como en estanques o ríos, así como en pequeños charcos, macetas o jarrones, por lo que se reproducen por igual en zonas rurales deprimidas y en áreas urbanas.

“Las larvas pueden sobrevivir meses antes de convertirse en mosquitos”, explicó Raman Velayudhan, coordinador de enfermedades vectoriales en el departamento de Enfermedades Olvidadas de la OMS.

Una particularidad del mosquito del dengue, que lo hace más peligroso es el hecho de que pica de día -al contrario que el que inocula la malaria, que pica sólo de noche- con lo que las oportunidades para infectarse se incrementan. —EFE