ESEN, arquitectura moderna en El Salvador

La naturaleza y la tecnología conviven en un edificio educativo único en la región. Se trata del campus de la Escuela Superior de Economía y Negocios

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por Texto: Rebeca Avila Urdampilleta Fotografías: Marlon Hernández

2014-04-05 12:00:00

El sonido de una cascada es la única música que se necesita para leer con tranquilidad en los pasillos de la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN). La brisa y el paisaje al final de un pasillo es la medicina perfecta para el estrés de parciales. Una biblioteca silenciosa, llena de luz y de asientos cómodos será un lugar que invita a quedarse mucho tiempo. La adrenalina del canopy, de las canchas de fútbol, basketball y de cientos de actividades más será la energía perfecta para enfrentar cada clase con la cabeza en alto.

La universidad procura proveer a sus alumnos de todas las comodidades físicas necesarias para disfrutar de una educación superior de primera categoría, por ello su edificio es uno de los modelos a seguir de la arquitectura moderna en El Salvador, por su consideración por el medio ambiente y por el estado anímico que convive entre sus paredes.

Everardo Rivera, director general de la ESEN, recordó una frase de Winston Churchill, Primer Ministro Británico, “‘nosotros damos forma a nuestros edificios. Más adelante, ellos nos forman’. Pues (…) lo más importante es lo que ocurre en su interior (de los edificios) las ideas que se debaten, las decisiones que se toman, las actividades culturales o artísticas que ocurren y el conocimiento que se genera”.

El diseño del edificio de la ESEN fue un regalo de Legorreta + Legorreta, la misma firma de arquitectos que ha construido varios de los edificios de Grupo Roble a Ricardo Poma, el rector de la universidad, con el fin de apoyar el desarrollo de la educación superior de calidad en El Salvador. Por este motivo se condujeron estudios a profundidad de los edificios más exitosos de universidades extranjeras en cuanto a su manejo de las aulas y de la tecnología, explicaron los arquitectos de Grupo Roble, Enrique Choussy y Carlos García.

Así el edificio de la ESEN cuenta con aulas en forma de islas (en las que el catedrático está al centro del aula) o en forma de auditorio (en las que el profesor está hasta abajo y no elevado sobre una tarima).

El centro de información contó con estudios de temperatura para mantenimiento de libros, insonorización para la lectura individual y el uso de iluminación natural con el fin de ahorrar energía y proveer a los alumnos de luz que no dañe los ojos, como puede suceder con el uso de la luz artificial.

En realidad, el diseño de Legorreta + Legorreta favorece la luz natural en todos los casos. Altos ventanales, amplias incisiones y paredes de cristal proveen a los pasillos y habitaciones del edificio de la ESEN con copiosas cantidades de luz.

Además, la ventilación cruzada hace de la universidad un lugar constantemente fresco y relajante. La brisa será un compañero de estudio, al igual que el eco de un profesor o el olor de la comida casera que se hace en la cafetería, que está diseñada para proveer a los alumnos de un ambiente amigable a la hora de comer.

Los campos que rodean la ESEN contribuyen a lo acogedor y tranquilo del ambiente.

Habiéndose construido sobre las faldas de la Cordillera del Bálsamo, el diseño arquitectónico se pensó para moldearse a la naturaleza.

En lugar de nivelar o de hacer terrazas, el edificio cuenta con unas etapas más bajas y otras más altas siguiendo el contorno natural de la montaña.

El mantenimiento del medio ambiente es de vital importancia para Grupo Roble y Legorreta + Legorreta, motivo por el cual se preocupan por mantener amplias áreas verdes, tanto para deporte como para relajación.