Maravilla del mundo moderno

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elsalvador.com

Por Texto y fotografías: Agencias Ilustración: José Santos

2014-03-22 7:00:00

La idea de erigir una imagen gigantesca de Cristo, como punto de reunión en peregrinaciones y festejos religiosos, surgió a mediados del siglo XIX por parte del padre lazarista Pedro María Boss. La sugerencia fue llevada a conocimiento de la princesa Isabel de Brasil, quien dio el primer apoyo oficial para realizar tan genial propuesta, sin embargo, el proyecto comenzaría a tomar forma en 1921 con motivo de celebrarse el centenario de la independencia.

La elección del lugar en el que se colocaría esta famosa imagen estuvo a cargo del Círculo Católico de Río de Janeiro. Entre las opciones se encontraban El monte de San Antonio, el Pão de Açúcar y el cerro del Corcovado. Este último fue el elegido pues era el de mayor altura.

Dos años después se hizo un concurso de proyectos que ganó el ingeniero civil Heitor Da Silva Costa. El diseño fue del artista plástico Carlos Oswald y la ejecución estuvo a cargo del arquitecto francés Paul Landowsky, quien llegó desde Europa para la ejecución de la obra.

La idea ganadora era un monumento a Cristo, con una cruz en la mano izquierda y en la derecha una bola del mundo, la imagen fue expuesta en algunos comercios. La gente empezó a llamarlo el Cristo del balón porque pensaban que era eso lo que sostenía en la mano.

El diseño más realista dio paso a otro más simbólico a petición del cardenal brasileño Sebastiao Leme, quien deseaba que se pudiera ver su carácter religioso desde cualquier distancia. Este cardenal también proclamó “la semana del monumento” para recaudar fondos para la obra. La campaña duró del 2 al 9 de septiembre de 1923 con un éxito jamás alcanzado antes.

Para conseguir la perfección de la imagen actual se adoptó la técnica cuadricular. Con el cuerpo en pie y los brazos extendidos se inició la construcción del monumento; así, el rostro, dirigido un poco hacia abajo y la izquierda, también fue estratégicamente planeado para que dé la apariencia de estar resguardando a la ciudad.

De esta manera, el 12 de octubre de 1931, luego de cinco años de trabajo, se inauguró el monumento del Cristo Redentor, que años después se consagró como símbolo del turismo brasileño y, en la actualidad, es una de las 7 Nuevas Maravillas del Mundo Moderno.

La imagen de Cristo cuenta con una espectacular iluminación que engalana las noches de Río de Janeiro. A través de tres ascensores y escaleras mecánicas, los turistas pueden disfrutar de una de las más espectaculares vistas como la Laguna Rodrigo de Freitas, las playas de Ipanema y Leblon, el Jardín Botánico, el Jockey Club y gran parte del Parque de Tijuca, hacia la parte sur.

Al norte es posible admirar Copacabana, Botafogo, Flamengo, la Bahía de Guanabara y el Monte de Pão de Açúcar. En la parte frontal se contempla el centro de la ciudad, la Bahía de Guanabara y Niteroi; y desde el oeste aparecen el Estadio Maracaná y una parte del Parque Tijuca, además del Océano Atlántico.

El ascenso al cerro del Corcovado es un verdadero paseo ecológico que se hace mediante un tren eléctrico, que atraviesa el Parque Nacional de Tijuca y permite obtener las mejores vistas de los paisajes más hermosos de la ciudad.

Otros datos

1. El Monte de Concorvado mide unos 710 metros y forma parte del Parque Nacional de Tijuca. En el siglo XVI, las colonos portugueses lo llamaron “Pico da Tentação” (Pico de la Tentación) en honor de la montaña bíblica que lleva el mismo nombre y en la que Jesús fue tentado por Satanás. Un siglo después, fue bautizada como “O Corcovado” para señalar su forma redonda; “corcova” significa “joroba” en portugués.

2. El emperador de Brasil Pedro I fue el primero en ordenar una expedición hasta la cima del monte en el año de 1824. En el año de 1882 su hijo, el emperador Pedro II inauguró un ferrocarril de 3,800 metros hasta la cima del monte que todavía funciona y es la forma más original de ascender a la estatua del Cristo Redentor.

3. Se dice que la estatua fue construida en Francia porque se pensaba que en ese momento los trabajadores brasileños no eran capaces de edificar una obra maestra como esta. A pesar de que está constituida por un gran número de piezas (solo la cabeza consta de 50) una por una fueron transportadas hasta Río de Janeiro.

4. Heitor Levy, maestro de obras, fue el encargado de todo lo referente a los trabajos en la cima. Primero se subió la cabeza por la estructura interna, la colocaron y luego instalaron las manos.

5. El gobierno brasileño tiene previsto crear una réplica de la estatua del Cristo Redentor de 10 metros de altura para promover el país durante los Juegos Olímpicos de Brasil de 2016. La réplica será construida en Primose Hill, en el norte de Londres.

6. El proyecto tiene entre sus logros el hecho de que nadie muriera en algún accidente durante las obras, algo que no era normal en la época y con proyectos de esa dimensión. Por las condiciones de construcción y la estructura de la estatua, cuyos brazos se extienden hacia el vacío y la cabeza queda inclinada es un desafío a la ingeniería.

7. El Cristo Redentor y el Corcovado han sido la inspiración para numerosos poemas y son el tema central de múltiples canciones como el “Corcovado” de Tom Jobim” y “Blessed to be a Witness” de Ben Harper.