En la publicación ‘The New England Journal of Medicine’ de este mes salió a la luz el caso de la pequeña de tres años que al nacer, en Misisipi, se descubrió que padecía VIH. Para controlar el virus los médicos, 30 horas después de su llegada al mundo al mundo, decidieron administrarle una alta dosis de tres fármacos antiretrovirales – medicamentos específicos para tratar el VIH.
De manera diaria, y durante un año y medio, la menor siguió con el tratamiento, y fue entonces cuando lo abandonó aunque se desconocen las causas. La madre 10 meses después de dejar de tomar las medicinas, volvió a la consulta y luego de haber sido sometida a nuevas pruebas, no se volvió a detectar el virus.
Los doctores lo definieron como una cura funcional, ya que el paciente no tendrá que seguir medicándose. El virus si está en el cuerpo pero no logra darle la fuerza significativa para que sea algo peligroso.
El periódico español El País, publicó declaraciones de la viróloga y especialista, Deborah Persaud, que firmó el artículo en la publicación estadounidense. Persaud señala que se trata de “un caso de remisión del VIH. La niña no muestra signos de enfermedad, ni de infección activa, su sistema inmunitario es normal y el virus no está activo en sangre pese a que ha estado sin tratamiento durante año y medio”.
Fue el primer caso de éxito registrado en la cura de esta enfermedad, que afecta a más de 40 millones de personas en el mundo. Más tarde, expertos franceses indicaron que con el mismo tratamientos, lograron controlar la infección de VIH a 14 pacientes, 10 hombres y 4 mujeres, diagnosticados en una etapa temprana – sólo llevaban dos meses con la enfermedad.
Este pequeño avance no segura la cura en pacientes adultos que contrajeron la enfermedad hace tiempo, pero si podría ser una vía para ayudar a los recién nacidos portadores de este virus o a aquellas personas que se les detectó el VIH de manera rápida.