Hipertensión: el enemigo silencioso que llegó para quedarse

Es la sombra de la humanidad. Muchos sin saber la llevan sobre su existencia. Se adapta al ser humano hasta que lo sorprende. Algunas veces no da tiempo, pero la visita al médico es la primera batalla ganada en nombre de la salud

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elsalvador.com

Por Texto: Tomás Andreu

2014-03-22 7:00:00

La ausencia de una dieta balanceada, la falta de ejercicios, la obesidad, fumar y beber son los ingredientes perfectos para ingresar a la lista de hipertensos en el mundo. Los hombres, según estudios y expertos, son los más propensos a caer en esta categoría. Estos mismos aseveran que esta enfermedad llegó para quedarse. Es la sombra de la humanidad. Con inteligencia y ayuda médica, se puede vivir sin ningún problema.

La hipertensión es la elevación de la presión arterial arriba de valores establecidos como normales. Lo normal es entre 120 y 180. Estos valores al elevarse crean varios escenarios clínicos: prehipertensión (cifra que aún no alcanza la hipertensión) y la hipertensión misma, es decir, entre 140-90 o más alta, según el vicepresidente de la Sociedad Interamericana de Cardiología (SIAC), Fernando Wyss.

El corazón bombea sangre a todo el cuerpo. El movimiento de la sangre y su fuerza por las arterias se le denomina presión arterial. La hipertensión es ocasionada por el estrechamiento de estas arterias (arteriolas) que son las responsables de regular la circulación de la sangre. El ceñimiento obliga al corazón a redoblar energías para el bombeo de la sangre. Es entonces cuando la presión en los vasos sanguíneos aumenta.

Por eso se la llama “el enemigo silencioso” a la hipertensión, porque las personas pueden tener la tensión arterial elevada sin darse cuenta, sin sentir ningún tipo de molestia. Por eso el doctor Wyss aconseja la prevención y la visita a profesionales.

Para el especialista, la hipertensión puede ser hereditaria. También puede desarrollarse debido al ritmo de vida que lleven las personas.

“La hipertensión es una enfermedad de las arterias que salen del corazón. El tiempo puede desarrollar lo que se llama cardiopatía hipertensiva, pero esto lo desarrollarán las personas que no están bajo control”, matiza el experto.

La confusión

El especialista señala que no hay que confundir hipertensión con hipotensión. Estas no están relacionadas.

La hipotensión son latidos cardíacos mucho más bajos de lo normal, es decir: los órganos vitales del cuerpo no reciben suficiente sangre. “Esto no es una enfermedad”, asevera el doctor.

Wyss comentó a El Diario de Hoy que 9 de cada 10 personas no tienen síntomas.

“Por eso es el asesino silencioso de la humanidad”. Eventualmente —añade el doctor— se puede tener dolor de cabeza, dolor de cuello, ocular o algún malestar que no se logra identificar. El especialista señala que el actuar silencioso de esta enfermedad recae en que el cuerpo de la persona que padece hipertensión y no lo sabe “se va adaptando a los valores de presión arterial elevada, es decir, no siente nada”. Y es aquí cuando el peligro surge.

“El hipertenso que no sabe que lo es puede tener un infarto”, sentencia Wyss.

Por eso Wyss recomienda visitar a un experto para verificar la presión arterial. Quienes no la tienen pueden hacer la diferencia previniendo esta enfermedad con buena alimentación, ejercicios y moderación a la hora de beber alcohol. El cigarro ni en broma.

Además, debe aplicarse mucha inteligencia emocional para sobrellevar el estrés de cualquier tipo.

Los hipertensos pueden controlarse adoptando una dieta baja en grasas y sal, haciendo ejercicios para reducir el sobrepeso y diciendo no al tabaco y a las borracheras. Los medicamentos que mantienen a raya a esta enfermedad también juegan un papel importante para sobrevivir sin problemas.

Tampoco se haga la idea de que la presión arterial afectará únicamente su corazón. Esta también daña órganos vitales como el cerebro y los riñones. Como ha dicho el especialista a El Diario de Hoy, una señal de esta enfermedad está relacionada con los derrames cerebrales.

En Latinoamérica, según Wyss, Argentina tiene una prevalencia del 27 % de hipertensos, Guatemala 40 % y México y Estados Unidos entre 27 y 28 %. El Salvador andaría entre el 22 y el 20 % de hipertensión. También ha dicho que en Europa se ha logrado bajar la prevalencia de un 38 a un 20 %. Estos datos están ligados a las condiciones mismas que ofrece cada país, es decir: desarrollo económico, educativo, herencia de la enfermedad, acceso a la salud, etc.

“La gente no debe perder de vista que, entre más temprano se presente la hipertensión en la vida de las personas, más temprano se desarrollarán los problemas cardiovasculares”, analiza el doctor Wyss.