Enfermedades que más aquejan a la mujer

Los hombre y las mujeres suelen padecer las mismas enfermedades, pero estas no les afectan por igual. Además, algunas son más frecuentes en mujeres, como la artritis, la obesidad y la migraña

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elsalvador.com

Por Agencias tendencias@eldiariodehoy.com

2014-03-07 8:00:00

Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer, por ello se abordan algunas de las enfermedades que si bien se presentan en ambos géneros tienen mayor incidencia en la población femenina. Conozca cuáles son y algunas medidas para su prevención.

Migraña

Esta enfermedad crónica potencialmente incapacitante afecta con más frecuencia al sexo femenino con una proporción de 3 a 1.

Antes de la pubertad, la incidencia de la migraña es igual en ambos sexos, pero tras la menarquia es tres veces más frecuente en las mujeres. Esto se debe a factores hormonales, como las oscilaciones en los niveles de estrógenos, por lo que el padecimiento aumenta en los días previos a la menstruación y disminuye durante el embarazo y tras la menopausia.

Entre los desencadenantes de la migraña están el alcohol, el estrés y la ansiedad, así como ciertos olores o perfumes, los ruidos fuertes o las luces brillantes y el tabaquismo.

También pueden darse como consecuencia de cambios en los patrones de sueño o por la ingesta de alimentos precocinados, la cafeína, vinos, quesos muy curados, hígado, algunos cítricos y lácteos.

Diabetes

La proporción de hombres y mujeres con diabetes tipo 1 es más o menos la misma, pero en el caso de la tipo 2 en la edad madura hay más mujeres que hombres, debido a los cambios hormonales que sufren durante la menopausia.

Aunque la diabetes tipo 1 no se puede prevenir, en muchos casos la diabetes tipo 2 puede evitarse al mantener un peso sano, seguir una dieta saludable y variada y realizar actividad física.

Cambiar los hábitos poco saludables como el estrés, el tabaco y el alcohol también es de gran beneficio.

Hemorroides

Afectan por igual a ambos géneros, pero en mujeres son muy comunes durante el embarazo y después del parto.

La forma más eficaz de prevenir el aparecimiento de las hemorroides es conseguir un hábito intestinal normal y regular, evitando tanto el estreñimiento como la diarrea.

Por otro lado, también se recomienda realizar una dieta rica en fibra, evitar el abuso de picantes y alcohol y beber abundante cantidad de líquidos a diario.

Cáncer de mama

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) este se encuentra entre las diez causas de muerte más frecuentes en las mujeres de edad avanzada de todo el mundo, y representa el 16 % de todos los cánceres femeninos.

El diagnóstico temprano sigue siendo una importante estrategia, sobre todo en los países de ingresos bajos y medios, donde la enfermedad se diagnostica en fases avanzadas y los recursos son muy limitados.

Los hábitos personales representan el porcentaje más alto en la frecuencia de aparición de cáncer, un 50 %: el retraso del primer embarazo, la ausencia de partos, el consumo excesivo de alcohol y la obesidad tras la menopausia.

Evitar estos factores de riesgo es básico para la salud a futuro. Además, es fundamental participar en programas de cribado de cáncer de mama a partir de los 40 años.

Várices

Si bien es una enfermedad que afecta a ambos géneros, las várices o insuficiencia venosa ataca principalmente a las mujeres. Afecta sobre todo las venas de las piernas, las cuales se dilatan o se inflaman y se elevan a la superficie de la piel. Estas pueden presentar una coloración morada o azul oscuro y parecer como torcidas y abultadas.

El factor hereditario tiene mucho que ver con su aparición, lo mismo que aspectos como la obesidad, el uso de anticonceptivos, el sedentarismo y la exposición prolongada al calor.

Dependiendo de la persona puede presentarse de forma asintomática o bien con pesadez y cansancio, calambres musculares, picor y edema en piernas, entre otros.

Para evitar que el problema empeore se recomienda realizar actividad física de forma regular, perder peso, elevar las piernas al descansar y no cruzarlas al sentarse.

También se recomienda usar ropa holgada y evitar permanecer de pie por largos periodos.

Enfermedades del aparato locomotor

La artritis reumatoide, la osteoporosis y la fibromialgia se observan con más frecuencia en la mujer.

Para el caso, la artritis reumatoide –que se manifiesta con inflamación de las articulaciones, dolor, hinchazón y rigidez de las mismas– es tres veces más común en mujeres que en hombres.

La fibromialgia produce dolor en músculos, articulaciones, ligamentos y tendones de forma generalizada, y está asociada a cansancio, trastornos del sueño, dolores de cabeza, ansiedad y depresión.

Según la OMS suele darse más comúnmente en mujeres de 30 a 50 años (aproximadamente), pero también en la niñez, adolescencia y vejez.

Aunque no se pueden prevenir, sí es posible controlar estas dos enfermedades con ayuda de una dieta equilibrada, deportes no de contacto (natación, pilates, yoga y bicicleta) y una higiene del sueño adecuada.

La osteoporosis, sin embargo, es la pérdida de calcio en los huesos, lo que se traduce en mayor fragilidad y aparición de fracturas, tanto espontáneas como por traumatismos mínimos. Es una enfermedad silencionsa que en la mujer se acentúa con la llegada de la menopausia, por la reducción de niveles de estrógenos.

Caminar 30 minutos al día por el sol, mantener una dieta equilibrada rica en calcio y evitar los excesos de alcohol, tabaco o café es fundamental en la prevención.

Enfermedades relacionadas con estilo de vida

Asociados a su incorporación al mercado laboral encontramos los cambios en la alimentación que, junto a la menstruación, hacen que la mujer sea más propensa a padecer anemia: un descenso del número de glóbulos rojos en la sangre.

Los síntomas más comunes son palidez de la piel, uñas quebradizas, caída de cabello, irritabilidad, cansancio o dolores de cabeza.

Para la prevención es necesaria una alimentación rica en ácido fólico y hierro (vegetales de hoja, huevos, leche, carnes rojas, hígado y pescado).

A nivel mundial, el 9 % de las mujeres fuma. Esto producirá consecuencias en los próximos años, ya que la repercusión puede ser más perjudicial en la mujer que en el hombre. A las ya conocidas enfermedades cardiovasculares y pulmonares se suman los problemas de fertilidad, el embarazo y la lactancia, además de estar relacionado con algunos cánceres específicos de la mujer.

Dejar el tabaco es ventajoso para cualquier persona pero en particular para la mujer, pues los beneficios que se obtienen a corto plazo son muy notables, tanto en salud como en el plano estético, es decir, en la piel, arrugas y el cabello, entre otros.