Fans lloran a Philip Seymour Hoffman, veneran su talento

Autoridades forenses de Nueva York planeaban realizar autopsia al cadáver del actor mientras investigadores estudian la evidencia hallada en el apartamento del artista estadounidense

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elsalvador.com

Por AP

2014-02-03 3:00:00

Tenía solo 46 años, estaba más ocupado que nunca y seguro en su posición como uno de los más grandes actores del mundo.

No había disidentes sobre los dones y logros de Philip Seymour Hoffman, cuya muerte el domingo en Nueva York puso un sorpresivo fin a su extraordinaria e impredecible carrera.

Un ganador de Oscar con múltiples nominaciones, Hoffman podía asumir cualquier papel con una seguridad casi perturbadora, ya sea el de líder religioso en total control de cada una de sus palabras en “The Master”, el de un tembloroso desastre en “Boogie Nights”, o el del ingenioso y dramático Truman Capote en “Capote”.

Intrépido en sus decisiones, enciclopédico en su preparación, fue un artista shakespeariano en ropas modernas, imprimiendo profundidad y variedad a charlatanes, holgazanes, cascarrabias y ermitaños.

“Oir que Philip Seymour Hoffman falleció me produjo tanta conmoción como a cualquier otra persona que pueda imaginarme”, dijo Anton Corbijn, director de “A Most Wanted Man”, una de dos películas (la otra es “In God’s Pocket”) protagonizadas por Hoffman que se estrenaron el mes pasado en el Festival de Cine de Sundance.

“No sólo fue el actor más talentoso con el que trabajé”, agregó Corbijn, “también se convirtió en un amigo increíblemente inspirador y comprensivo”.

Sus amigos, colegas, familiares e incontables seguidores estaban en duelo luego que Hoffman fue hallado muerto en su apartamento del Greenwich Village de Manhattan con lo que las autoridades dijeron era una jeringa en el brazo.

Dos oficiales dijeron a la Associated Press que encontraron en la escena sobres de papel traslúcido con lo que se cree era heroína y que están estudiándolos.

Los agentes, que hablaron a condición de anonimato por no estar autorizados a hacer declaraciones sobre la evidencia encontrada, dijeron que se cree que el actor murió de una sobredosis de drogas.

La policía solo dijo que la investigación estaba en curso. Parea el lunes estaba prevista una autopsia, según la vocera del médico forense, Julie Bolcer.

Además de su Oscar por “Capote”, Hoffman, entrenado para el teatro, recibió otras tres candidaturas a los Premios de la Academia y otras varias a premios del teatro, incluyendo a tres Tony. Fue igualmente aclamado y productivo, apareciendo a menudo en al menos dos o tres películas por año mientras lograba mantenerse activo en el teatro. Había estado floreciendo por más de 20 años y nadie dudaba que le aguardaba un futuro largo y brillante.

Como Laurence Olivier o Meryl Streep, su atractivo no estaba definido por su edad o su apariencia o su personalidad. No era un actor a los que el público acudía en busca de romance y juventud. De contextura gruesa y cabello rubio con entradas, era un actor de carácter con el poder de interpretar papeles principales, en películas que se exhibían tanto en las salas de cine experimental como en los multicines.

“No hay palabras para esto. Él era demasiado grande y estamos demasiado destrozados”, dijo Mike Nichols, quien dirigió a Hoffman en “Charlie Wilson’s War” y en el teatro en “Muerte de un viajante”.

Hoffman hablaba con franqueza sobre sus problemas de drogadicción. Tras pasar 23 años sobrio, admitió el año pasado en una entrevista que se descarriló y que su problema de heroína lo llevó a buscar ayuda en un centro de rehabilitación.

Los agentes dijeron que el cuerpo de Hoffman fue hallado en un baño por un amigo del actor que llamó al número de emergencias 911 y su asistente.

El domingo por la noche, técnicos especializados en escenas de crimen con bolsas de papel entraron y salieron del edificio de Hoffman mientras los oficiales restringían el paso a una creciente multitud de espectadores.

La familia del actor calificó la noticia de su deceso como “trágica y repentina”.

“Estamos devastados por la pérdida de nuestro adorado Phil y apreciamos las expresiones de afecto y apoyo que hemos recibido de todo el mundo”, dijo la familia de Hoffman en un comunicado.

Con un rango y disciplina más comunes entre los actores británicos que estadounidenses, Hoffman era convincente en papeles cómicos y dramáticos, despreciables o simpáticos, desvalidos o diabólicos.

En uno de sus primeros filmes hizo el papel de un estudiante de secundaria malcriado, en “Perfume de mujer” de 1992. Uno de sus papeles más memorables fue el de un miembro gay del equipo de producción de una cinta pornográfica en “Boogie Nights”, una de varias películas dirigidas por Paul Thomas Anderson en las que apareció. A menudo dio vida a personajes cómicos y ligeramente raros en filmes como “Along Came Polly”, “The Big Lebowski” y “Almost Famous”. En “Moneyball” hizo el papel de Art Howe, el manager malhumorado de los Atléticos de Oakland que se resistió a nuevas ideas sobre el talento en el béisbol.

Por “The Master” fue nominado al Premio de la Academia al mejor actor de reparto en 2013 por su papel del carismático líder de un movimiento religioso. El filme, inspirado en parte en la vida del fundador de la cinesiología L. Ron Hubbard, lo reunió con Anderson. También fue postulado al mismo premio en 2009 por “Doubt”, en la que hizo de un cura sospechoso por su relación con un niño, y en 2008 por su papel de agente de la CIA en “Charlie Wilson’s War”.

Muchos cinéfilos más jóvenes lo conocen como el tortuoso Plutarch Heavensbee en “Los juegos del hambre: En llamas”, papel que estaba repitiendo para la continuación de dos partes, “Los juegos del hambre: Sinsajo”, y cuyo trabajo había casi completado. Los estrenos de las cintas están previstos para noviembre de 2014 y noviembre de 2015.

Apenas hace unas semanas, Showtime anunció que Hoffman protagonizaría “Happyish”, una nueva serie de comedia sobre un hombre de mediana edad en busca de la felicidad.

Nacido en 1967 en Fairport, Nueva York, Hoffman mostró interés por la actuación a temprana edad, cuando a los 12 años una producción local de “Todos eran mis hijos” de Arthur Miller lo impresionó. Estudió teatro en la adolescencia con la New York State Summer School of the Arts y el Circle in the Square Theatre School. Luego se especializó en arte dramático en la Escuela de Artes Tisch de la Universidad de Nueva York.

En su discurso de aceptación del Oscar por “Capote”, le agradeció a su madre por haberlo criado a él y a sus tres hermanos sola, y por llevarlo a ver su primera obra de teatro. Los padres de Hoffman se divorciaron cuando él tenía 9 años.

En Broadway, asumió papeles ambiciosos como Willy Loman en “Muerte de un viajante”, Jamie en “Largo viaje hacia la noche” y ambos protagónicos en “True West”. Por las tres actuaciones fue nominado a los premios Tony.

El año pasado, Hoffman debutó del otro lado de los reflectores al dirigir la obra “A Family for All Occasions” de Bob Glaudini para la Labyrinth Theatre Company, donde había servido como codirector artístico. Hoffman también dirigió “Jesus Hopped the A Train” y “Our Lady of 121st Street” para la compañía y recibió nominaciones a los premios Drama Desk por ambas producciones.

Hoffman deja a su compañera por 15 años, Mimi O’Donnell, y sus tres hijos.