Los problemas de colitis, gastritis y estreñimiento, entre otros, están directamente relacionados con el proceso de digestión. “Estos padecimientos son comunes en Latinoamérica, porque los alimentos que se consumen son muy irritantes, condimentados y altos en grasa”, explica la doctora Rocío Medina, catedrática de la universidad de Monterrey y asesora nutricional.
De acuerdo con la especialista lo que ocurre es que se inflama el sistema digestivo, que también se ve afectado porque se comen menos frutas y verduras, y se ingiere poca fibra. Esta, señala, se encarga de limpiar el aparato digestivo y ayuda a mantener la flora para que se mueva bien el bolo alimenticio, además contribuye a la absorción de nutrientes.
Hoy en día se ven cada vez más intolerancias a los alimentos, más alergias alimenticias, respiratorias e incluso dermatológicas que tienen mucho que ver con el sistema digestivo alterado.
“Para el ser humano es tan fácil hacer lo que quiere y no se da cuenta de cuánto puede dañar su sistema digestivo hasta que comienza a ver complicaciones graves a raíz de los excesos. A largo plazo se puede hablar de divertículos, pólipos y hasta cáncer”, dice Medina.
Al problema, asegura, también se suma el estrés.
Según la profesional existe una relación intrínseca entre la alimentación y el grado de estrés que se vive, con la salud del sistema digestivo, así como con la obesidad, el sobrepeso, las enfermedades autoimnunes y alérgicas.
Si ubicamos el sistema digestivo como un todo desde que comienza hasta que termina, es importante mantenerlo íntegro, desinflamado, sano y limpio, explica.
De ahí que el primer paso sea eliminar de la dieta todos aquellos productos que lo dañan como condimentos irritantes, chile y alimentos ricos en grasas. La fibra es importante y esta viene en frutas y verduras, también se deben consumir proteínas y carbohidratos.
“Cuando hay una buena digestión se comienza a sentir sueño y el rendimiento no es el mismo. En estos casos, lo mejor es alimentarse con algo más digestible, es decir, algo no muy copioso en fibra ni muy copioso en proteínas. Puede ser una pequeña ensalada o un pequeño caldo, pescado, pollo cocido desmenuzado o un remplazo alimenticio como un batido”.
También es importante masticar bien los alimentos y tomarse el tiempo de sentarse a comer. Respecto a los líquidos, Medina recomienda tomar un pequeño trago de agua después de cada tantos bocados, pero no con cada uno.
Por último, sugiere abandonar el cigarrillo y el alcohol, pues son tan agresivos que pueden provocar gastritis, y finalmente, úlceras.