Las várices también son un padecimiento masculino

Erróneamente se piensa que esta afección es exclusiva de las mujeres, sin embargo, también afecta a los hombres. Factores hereditarios, hipertensión arterial e incluso el sedentarismo pueden originarla

descripción de la imagen
Del esplendor a la decadencia

Por Texto: Hasmed Sermeño Imagen: Carlos Cartagena

2014-01-04 8:00:00

Existen dos mitos con respecto a las várices: que es una enfermedad a la que se le ha adjudicado género, creyendo que es un padecimiento únicamente femenino, y que solo afectan las extremidades inferiores. Sin embargo, expertos en salud aclaran que es una afección que puede padecer tanto mujeres como hombres y se presentan en diferentes partes del cuerpo.

Según MedlinePlus, las várices son un padecimiento que afectan 1 de cada 2 personas mayores de 50 años.

Y en cuanto al género, afectan al 40-60 % de las mujeres y al 15-30 % de los hombres, según el sitio de Internet de salud www.mundovarices.com.

“Las várices son dilataciones venosas, en donde el paso del flujo sanguíneo se ve alterado u obstruido”, explicó la dermatóloga y cirujana cosmética, Leana Quintanilla.

Y agregó que aunque afectan principalmente a los miembros inferiores, también pueden aparecer en otras partes del cuerpo como el esófago, recto (hemorroides), testículos (varicocele), estómago, matriz, entre otros.

Sus causas son múltiples, estas van desde factores hereditarios hasta sobrepeso, embarazos y fracturas en los miembros inferiores, ya que el enyesado o la inmovilización también causa varices o trombos.

“De igual forma las pastillas o métodos de cualquier tipo de anticoncepción pueden provocarlo, incluso podrían propiciar trombosis venosas. Por eso la mujer debe de tener cuidado en pensar en tomar métodos de anticoncepción, porque todos, aun con las dosis más pequeñas, pueden provocar trombos”, aseguró Quintanilla.

El sedentarismo, la falta de ejercicio, la genética y la hipertensión arterial también forman parte de algunas de las causas.

Los tratamientos

Debido a que las várices pueden ser derivaciones de otras afecciones es indispensable prestarles la importancia suficiente para tratarlas.

“Las várices no son un problema estético sino médico, por lo tanto se deben tratar con especialistas y no en estéticas porque de no darles el tratamiento adecuado pueden llegar a presentar complicaciones como úlceras varicosas. Y si se rompe adentro del torrente circulatorio puede lanzar émbolos y producir un tromboembolismo pulmonar”, aseguró.

Dependiendo del grado en que se encuentre la várice (tamaño, color y localización) los tratamientos inician desde el simple uso de medias elásticas medicas, luz pulsada, láser o la escleroterapia, que son las inyecciones que sirven para “limpiar” el flujo que está empezando a tapar una vena, pero que aun no hay obstrucción.

Y para aquellas várices obstruidas, que se ven como abultadas, lo más recomendable es la cirugía. “En estos casos se necesario estudiar mediante dooppler (ondas sonoras para obtener imágenes de las estructuras del cuerpo) para saber si hay buen flujo o retorno venoso.

Una exclusivo de los hombres

Existe un tipo de várice que afecta exclusivamente a los hombres. Se trata de la varicocele o várices en los testículos, la cual se produce por un reflujo o descenso de la sangre desde la vena renal al testículo, ocasionando una dilatación varicosa de las venas testiculares y secundariamente una lesión de la función de los testículos, según datos del urólogo y andrólogo español, Luis Rodríguez Vela.

Según el especialista, esta afección es más frecuente en hombres estériles (40-81 %) que en la población en general (15 %), y a pesar que en la mayoría de los casos suele ser asintomático puede provocar sensación de pesadez o dolor en testículos o zona inguinal.

De ahí la importancia de realizarse los chequeos periódicos con el urólogo, pues suele diagnosticarse cuando el experto explora el contenido escrotal para estudiar una infertilidad o por la presencia de molestias inguinales o testiculares inespecíficas.

Y al igual que el resto de várices, para el diagnóstico también se utiliza un doppler que permite confirmar cómo refluye la sangre al testículo cuando el paciente realiza una maniobra de Valsalva, que es cualquier intento de exhalar aire con la glotis cerrada o con la boca y la nariz cerradas.

Existen varios tratamientos para este tipo de várices, pero según Rodríguez la más acertada es la “varicocelectomía subinguinal” con microscopio o gafas lupa que debe ser realizada por un uro-andrólogo experto en la cirugía del varicocele y en microcirugía.

“Con esta intervención se aumenta la tasa de embarazo del 20 al 60 % en los hombres con problemas de fertilidad, debido a se detiene el deterioro de la función testicular y se mejora la producción de espermatozoides y testosterona, revirtiendo la hipotrofia (disminución del tamaño) del testículo si se realiza cerca de la pubertad”, aseguró el especialista.