El dolor no disminuye en casos de Alzheimer

Antes se creía que los pacientes eran menos sensibles al dolor, pero en realidad, lo sienten igual que los demás.

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elsalvador.com

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2014-01-29 8:00:00

Los pacientes con Alzheimer son menos propensos que otros a reportar dolor, pero su tolerancia al dolor relativo, de hecho, puede ser disminuida, de acuerdo con investigadores daneses.

Como explicó por e-mail la doctora Christina Jensen-Dahm, los pacientes con Alzheimer no se quejan del dolor con tanta frecuencia como los adultos mayores saludables, “lo que podría atribuirse a la pérdida de la capacidad de sentir el dolor o la imposibilidad de expresarlo”.

Estudios previos habían cuestionado la capacidad de los pacientes con Alzheimer de sentir dolor como los adultos mayores, pero este estudio demuestra que los pacientes con Alzheimer toleran menos el dolor.

El equipo de Jensen-Dahm, del Hospital de la Universidad de Copenhague, estudió a 29 pacientes con Alzheimer leve a moderado y los comparó con otras 29 personas mediante pruebas sensoriales.

Los autores publicaron en Pain que no detectaron diferencias entre los grupos en el umbral de detección de distintos niveles de calor ni frío.

La tolerancia mecánica al dolor, que se evaluó con una

algometría de presión, identificó umbrales comparables entre los grupos, aunque los pacientes con Alzheimer mostraron un nivel de tolerancia significativamente menor (213 versus 289 kPa).

A diferencia de los estudios previos, el equipo observó “una menor tolerancia al dolor con el Alzheimer leve a moderado, lo que sugiere que la disminución de la sensibilidad al dolor no se podría atribuir a la pérdida de capacidad de procesar los estímulos dolorosos”.

Diferencias

Jensen-Dahm agregó que “nos sorprende de algún modo que los pacientes con Alzheimer no toleren el dolor tanto como los adultos mayores saludables y eso no explica por qué no se quejan del dolor, sino todo lo contrario.

La consecuencia clínica de este estudio es que los médicos, los enfermeros y otros profesionales de la salud deberían prestar más atención al dolor en esos pacientes e indagar sobre esa sensación como rutina”, aconsejó.

“Algunos pacientes con Alzheimer pierden la capacidad de expresar verbalmente la sensación de dolor”, explicó Jensen-Dahm. “En ese caso, hay que prestarle atención a otros signos del dolor y hallar el tratamiento óptimo para el dolor, porque esos pacientes tienen alto riesgo de recibir terapias que sean insuficientes o desmedidas”, agregó. El Alzheimer es un trastorno cerebral que afecta gravemente la capacidad de una persona de llevar a cabo sus actividades cotidianas. —REUTERS