El ejercicio ayuda a las embarazadas a dejar de fumar

Caminar de 15 a 20 minutos ayuda a controlar la tensión, el nerviosismo y otros síntomas

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por Reuters tendencias@elsalvador.com

2013-12-01 8:00:00

Un equipo de Canadá asegura que un paseo enérgico previene de forma pasajera los síntomas de abstinencia en las embarazadas que quieren dejar de fumar.

“Esta es la primera vez que pudimos replicar los resultados con fumadoras que estaban embarazadas”, explicó Harry Prapavessis, director del Laboratorio de Psicología del Ejercicio y la Salud de la Universidad Western, Ontario.

El estudio revela que salir a caminar entre 15 y 20 minutos con paso de normal a moderadamente rápido es suficiente para evitar la abstinencia del tabaco.

Los autores reunieron a 30 mujeres en el segundo trimestre de embarazo de Canadá e Inglaterra. Todas fumaban más de cinco cigarrillos por día y no hacían ejercicio de manera regular.

Durante 20 minutos, la mitad caminaba en una cinta y el resto miraba un vídeo sobre jardinería en el hogar. Ninguna había fumado durante 15-19 horas antes de concurrir al laboratorio.

En las mujeres que caminaron en la cinta, el deseo de fumar se redujo un 30 por ciento, según se evaluó con una escala de siete puntos. Pero los síntomas de abstinencia reaparecieron: a los 30 minutos del ejercicio, sólo el 17 por ciento percibía la reducción de los síntomas.

El ejercicio también controló la irritabilidad, el nerviosismo, la tensión y otros síntomas de abstinencia.

Pero dado el pequeño tamaño de la muestra, estos resultados podrían atribuirse al azar.

“Todo esto no se traduce en una cura para dejar de fumar, pero sí en un componente de una estrategia para lograrlo”, opinó la doctora Sharon Phelan, miembro activo del Congreso Estadounidense de Obstetricia y Ginecología (ACOG, por su sigla en inglés) y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alburquerque, en Nuevo México.

“El desafío -señaló- es que las embarazadas no tienen por qué sufrir una adicción”.

“Es un estudio muy positivo”, sostuvo el doctor Raúl Artal, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Saint Louis, Missouri, y colaborador de la redacción de las guías sobre ejercicio y embarazo de ACOG.

Además, consideró que el estudio debería replicarse con un ensayo clínico aleatorio. “Pero el sentido común indica que el mensaje es bueno”.

Prapavessis aclaró que los resultados se pueden aplicar sólo a las mujeres de 25 años, la edad promedio de las participantes.

“Me gustaría pensar que se repetirían en las fumadoras embarazadas mayores y más jóvenes”, agregó.

Asimismo, aseguró que el próximo paso será replicar los resultados con paseos en ambientes naturales, fuera del hogar “para ver si el efecto sobre la abstinencia se reproduce después de una caminata de 15 minutos en su entorno diario”.

Phelan comentó que otra opción para las embarazadas es la terapia de reemplazo de la nicotina, que incluye parches o caramelos, aunque señaló que aún faltan más pruebas sobre su seguridad en el embarazo.