Piden al presidente Funes la destitución de Magdalena Granadino y Alejo Campos

Le llueve sobre mojado a la titular de Cultura. Destacados artistas y académicos del país le han hecho una carta al jefe de Estado pidiéndole el fin a una gestión que "los indigna" y no los reivindica en ningún sentido

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elsalvador.com

Por Tomás Andréu Twitter: @tomazs_andreu

2013-12-15 7:00:00

Se hacen llamar “Ciudadanos por la cultura”. El colectivo está conformado por artistas, académicos y funcionarios de la propia Secretaría de Cultura de la Presidencia (Secultura). Y ha sido esta misma dependencia gubernamental —irónicamente— la razón para que este movimiento surja y demande “la inmediata destitución de la titular de Cultura, Ana Magdalena Granadino” y del director de Relaciones Internacionales y de Cooperación y del Sistema de Coros y Orquestas del El Salvador, Alejo Campos. La carta está dirigida al presidente Funes, porque la problemática “trasciende hasta su persona”.

“[Estamos] preocupados por la situación de abandono en que se encuentra la atención a la producción, la difusión y el desarrollo de las diferentes ramas artísticas de nuestro país”, le expresa el colectivo al Presidente de la República.

La crisis que vivió la Secultura con el sindicato de la institución durante 14 días, a finales de octubre principios de noviembre pasado, dejó al descubierto el descontento que existe hacia las autoridades de este organismo. Los empleados paralizaron las dependencias a nivel nacional y un director (especie de viceministro, Jorge Dalton) criticó abiertamente al presidente por haber elegido a Granadino como titular de Cultura cuando “había gente más valiosa” para el cargo. También le recordó al jefe de Estado que la Secultura “nació torcida”.

La crisis finalizó con la victoria del sindicato, un director en la mira de las autoridades del gobierno por la osadía de tomar un megáfono y exponer su decepción y una secretaria de Cultura duramente criticada.

Cuando se creía que las turbulencias cesaron para la institución, llegan César Menéndez (pintor), Andre Guttfreund (cineasta), Mario Castrillo (crítico de arte), el Premio Nacional de Cultura 2009, Alfonso Kijadurías (poeta), el funcionario de la Secultura, Jorge Dalton, Ricardo Aguilar Humano (pintor), Alejandra Nolasco (actriz y Premio Ovación 2011 de la Fundación Luis Poma), Pablo Benítez (poeta y académico). Y la lista crece.

“Independientemente de que la crisis se haya resuelto, lo cierto es que las raíces de la problemática son añejas y que el descontento por la fallida administración de la Secultura no solamente perjudica a los trabajadores de la cultura que en ella laboran, sino que a la mayor parte del gremio de artistas e intelectuales del país…”, justifica “Ciudadanos por la cultura”.

La carta dirigida al presidente Funes comienza invocando los artículos 1 y 53 de la Constitución que hablan sobre la obligación del Estado en temas como la educación y la cultura. Luego, el colectivo, se enfoca cronológicamente en las polémicas decisiones de Granadino:

Una de ellas es el alquiler de un edificio privado en 2012. En esa misma fecha, la funcionaria le dijo a El Diario de Hoy que mensualmente pagaría $12.500, es decir, $150.000 al año. Granadino transfirió su despacho y las direcciones nacionales del Centro de Gobierno a la Urbanización Buenos Aires II. Por ambos edificios se pagan los servicios básicos y vigilancia.

Otro punto sensible es la falta de apoyo a la Orquesta Sinfónica de El Salvador (OSES), declarada en octubre de 2012 Patrimonio Cultural Vivo por la Asamblea Legislativa. Los músicos han afirmado a El Diario de Hoy que no tienen apoyo de la institución. De hecho, agregan que hasta el momento no han recibido una felicitación de la titular de Cultura. La carta también habla de “gastos superfluos” que deberían ser enfocados en los músicos.

“Ciudadanos por la cultura” también aborda el abandono en el que están el Centro Nacional de Artes (Cenar). Para este lugar de formación artística reclaman a una persona idónea en el cargo. Lo mismo solicitan para el Museo Nacional de Antropología (Muna).

Sobre la secretaria, Magdalena Granadino, “Ciudadanos por la cultura” afirma que la funcionaria “ha incurrido fehacientemente en abuso de poder al usar para venta de productos de uso personal espacios oficiales que deberían ser destinados para la venta de productos artísticos”.

Lo anterior hace referencia a la tienda “Mali” que está dentro del Muna. Ahí trabaja la hija de la titular de Cultura, algo que aceptó públicamente cuando El Diario de Hoy le preguntó sobre el caso. En el establecimiento se venden carteras.

“Mi hija tiene derecho a trabajar”, le espetó a este medio.

Finalmente, el colectivo hace énfasis en “la indignación de parte de toda la comunidad de artistas, intelectuales y trabajadores de la cultura” al darle “poder” a Alejo Campos “quien toma, en la mayoría de los casos, las decisiones [y estas] no pueden ser tomadas más que por los titulares de una jefatura o administración. Agrava esta arbitrariedad el hecho de que esa persona es alguien cuyas capacidades o preparación para ejercer esas funciones son totalmente desconocidas o inexistentes aun en su propio país”.

Luego de las explicaciones, “Ciudadanos por la cultura” le pide al presidente Funes “la inmediata destitución de la titular de Secultura, Ana Magdalena Granadino y del director de Relaciones Internacionales y de Cooperación, Alejo Campos” por “la incapacidad manifiesta de dar cumplimiento al deber constitucional de asegurar y difundir la cultura”.

En los próximos días será entregada esta carta.

La comunidad artística y académica considera que en el tema cultural el mandatario fracasó.

Un caso polémico al respecto fue durante la entrega del Premio Nacional de Cultura a Fernando Llort el pasado 5 de noviembre. Tanto la titular de Cultura como el presidente Funes aceptaron que no hicieron nada por defender la obra que recubría la fachada de Catedral.

Sobre el caso, pareciera que el tiempo le dio la razón al exdirector de Patrimonio, Ramón Rivas. Este declaró a El Diario de Hoy que no siguió la investigación porque Casa Presidencial “nos calló la boca”. El caso quedó impune.

La llegada de Granadino a la Secultura ha generado un listado de sinsabores en el ámbito cultural y académico del país. Renuncias, protestas, demandas, acusaciones han sido la tónica que más resuena en la institución cultural.

El Diario de Hoy le preguntó a la titular de Cultura cómo calificaba su gestión: “No soy quién para calificarme, yo lo único que he hecho en la Secultura es trabajar con muchísimo amor.”

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