“Dime cómo es tu vaso y te diré en cuánto tiempo te emborrachas”

Cualquier trago sencillo de whisky, vodka, ron, tequila, vino o cerveza genera sus efectos y a veces consecuencias. Descubra cuánto bebe y verá cuán rápido puede embriagarse.

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Policías recolectan evidencias en el lugar donde asesinaron a un empleado de una maquila, en Lourdes. Foto EDH / ??ricka Chávez

Por Texto: Kevin Eduardo Salazar Ilustración: Choco

2013-12-28 7:00:00

Todos somos vulnerables, sobre todo los adictos, quienes corren más riesgo bajo los efectos del alcohol. Pero conoce ¿cuánto tiempo tarda una persona para estar en estado de embriaguez?, una investigación realizada por la Universidad de Bristol (Reino Unido), estudió la relación entre las formas de los vasos de las bebidas alcohólicas y lo rápido que puede beberse su contenido.

El hallazgo fue sorprendente. Un 60 % del alcohol que se consume se bebe más despacio en vasos rectos que en vasos curvos. En estos últimos es muy difícil determinar la cantidad exacta que una persona ingiere de alcohol a su cuerpo.

“Debido a los daños (personales y sociales) que se asocian con el consumo del alcohol, hay un gran interés por controlarlo. Pero fácilmente uno puede tomarse “una de más” y emborracharse”, asevera Ángela Atwood, directora del estudio, quien publicó sus resultados en la revista de acceso libre PLoS One.

Según los datos del Instituto Toxicología del Ministerio de Justicia, una cerveza tiene un contenido de alcohol de 25 miligramos; es decir, que con dos cervezas serían suficientes para que una persona se mantenga dentro del límite permitido por la ley.

Por lo que un trago sencillo de whisky, vodka, tequila, ron o vino corresponde al contenido alcohólico de una cerveza.

La legislación salvadoreña permite que un ciudadano tenga 50 miligramos de alcohol en la sangre, pero si se le encuentra 51 a 99 mg, el conductor se hace acreedor a una multa de $57.14 y con 100 miligramos o más, cae en el delito de “conducción temeraria”, el cual está establecido en el Código Penal, en el artículo 147-E, contempla una pena máxima de tres años.

Como apunta los hallazgos de Atwood, el ser humano descarta, aproximadamente, 15 miligramos de alcohol por hora, una persona si consume cuatro cervezas debería esperar al menos cuatro horas para que el organismo procese completamente el alcohol y aún así le quedarían 40 miligramos en sangre.

Para el Ministerio de Salud (Minsal), el alcoholismo es más común en hombres que en mujeres. Sus datos de 2012 se reportaron que 8,415 casos de hombres se presentaron en hospitales o clínicas Fosalud, mientras que de mujeres fueron 831.

El experimento de Atwood

Ángela Atwood y sus investigadores reclutaron a 160 bebedores sociales entre personal y alumnos de su universidad de entre 18 y 40 años, y que no presentasen síntomas de alcoholismo ni otras patologías. El comité ético de la Universidad de Bristol autorizó el experimento.

En una sesión de estudio, los sujetos a observar tenían a su disposición cervezas y refrescos, en vasos rectos o curvos, tipo Pilsener, más estrechos en la base que en el borde. Las cervezas se bebieron más despacio, cuando se les servía en vaso recto, con el mismo grosor y longitud. En el caso de los refrescos, tuvo el mismo efecto.

Para la segunda observación cualitativa, todos los participantes tenían que determinar cual era el punto medio (volumen líquido) de una serie de recipientes a los que se les mostraron fotografías. Por lo que se determinó que, las personas logran distinguir en vasos recto el punto medio volumétrico, mientras que en vasos curvos no puede determinarse la cantidad exacta de los miligramos de alcohol.

“Más rápido, más borracho” asevera Atwood

La hipótesis que manejaron Ángela Atwood y sus investigadores es que la percepción del contenido del vaso (de cuánto ha bebido y cuánto le hace falta beber), influye en la velocidad que se consume. Como en los vasos curvos, parece que hay más líquido del que realmente hay, el bebedor lo consume más rápido. Como su juicio es más preciso en el caso de los recipientes rectos, los tragos son más moderados.

“La gente suele decir que van a tomárselo con más calma cuando hablan de beber alcohol en términos de controlar su nivel de embriaguez. Y creo que es importante que de nuestra investigación se deduce que la capacidad para regular el ritmo de consumo puede verse alterada por ciertos vasos”, argumentó Atwood en su artículo científico.

En El Salvador, las bebidas alcohólicas resultan ser ese invitado especial que hace de una reunión una experiencia excitante. Lamentablemente el placer de disfrutarlas suele degenerarse en adicción en cientos de casos.

Por consiguiente, la ingesta rápida de alcohol aumenta el grado de intoxicación y en casos extremos puede generar un coma etílico. Un ejemplo para esto son las fiestas universitarias o de cualquier índole. Por ejemplo, en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), un joven de 18 años murió luego de tres días en coma etílico. Sus compañeros de fraternidad lo encontraron desmayado en su dormitorio y llamaron inmediatamente a la policía universitaria. Este suceso causó que las autoridades del MIT prohibieran el alcohol en la universidad.

Por eso, y porque el alcohol (en sus diversas presentaciones en productos) es responsable de más de dos millones de muertes al año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la recomendación del estudio de Atwood y cualquier autoridad es un consumo sosegado que pueda tener un impacto positivo tanto a nivel individual como social.