La espera terminó. El poeta de la triste figura tiene una cita esta noche con El Salvador. Ya no es aquel que nos hablaba de la profundidad de la “Negra noche” que pasaba “Por el túnel” con un “Whisky sin soda” “Cuando era más joven” y era un “Ciudadano cero”. “Y sin embargo”, no habrá “Incompatibilidad de caracteres”, porque Joaquín Sabina sigue siendo “El hombre del traje gris” que nos da “Besos en la frente” para preguntarnos —”Con un par”— “¿Quién nos ha robado el mes de abril?”. El músico español aún nos sigue llevando “Por el bulevar de los sueños rotos” para dejarnos espiritualmente un “Alivio de luto”.
Los salvadoreños se encontrarán con el poeta que jubiló su juventud a los 50 y que a los 64 años de edad no se priva de nada, aunque haya dejado los excesos en la percha de “Calle melancolía”. Así que “nada de adiós, muchachos”, porque Joaquín Sabina sigue “Pasándola bien” a pesar de que tuvo un susto en México cuando comenzaba su gira “Canciones para una crisis”.
“Lo que me pasó el otro día en Tijuana era una cosa estrictamente muscular. Estamos haciendo una gira feliz”, declaró Joaquín Sabina al periódico tico, La Nación.
El mismo medio registra que el español cantó “Todavía una canción de amor”, “Esta noche contigo”, “Cuando aprieta el frío”, “Medias negras”, “Siete crisantemos” y “¿Quién me ha robado el mes de abril?”, “Corre, dijo la tortuga”, “Por el bulevar de los sueños rotos”, “Llueve sobre mojado”. No faltó: “Conductores suicidas”, “Y sin embargo”, “Peor para el sol”, “19 días y 500 noches”.
A los salvadoreños que aún no tienen sus entradas para el concierto, están a tiempo para que “Ocupen su localidad”. Están disponibles Plátinum numerado (115 dólares) y Silla preferencial (75 dólares). Las entradas generales están agotadas.
Joaquín Sabina ha trabajado con grandes íconos del rock latinoamericano como Andrés Calamaro y Fito Páez. Además ha compartido escenario con grandes referentes de la música hispanoamericana como Luis Eduardo Auté y Joan Manuel Serrat.
Los homenajes no se le han negado. Discos completos se han hecho interpretando las canciones de Joaquín Sabina. Le han cantado: Chavela Vargas, Rosario Flores, Ana Belén, Soledad Giménez, Pasión Vega, Julieta Venegas.
El poeta ha publicado varios libros. Uno estuvo en el país: “Ciento volando de catorce”, una recopilación de sus sonetos. Además es seguidor del patrono del fútbol en El Salvador: Mágico González. De él ha dicho que es un jugador que mete con la cabeza los penaltis.
El concierto está programado a las 8:30 de la noche en el Centro Internacional de Ferias y Convenciones (Cifco).
Joaquín Sabina no es el mismo de aquellos discos como “Malas compañías”, “Ruleta rusa”, “Juez y parte”, “Hotel, dulce hotel”, “El hombre del traje gris” o el afamado “19 días y 500 noches”, pero es imperdible un concierto de este poeta que llevó la vida de los burdeles, de la calle, del cabaré, de la soledad, del alcohol, del sexo sin amor y la marginación a la música y a los escenarios.
Pareciera que Sabina lleva cámara fotográfica en vez de guitarra: ha sabido perpetuar en sus letras lo mejor de la vida. Y hoy nos lo canta.