Costa Rica conquista con su “oro verde”

La riqueza ecológica que posee, la calidez de su gente y la sensación de seguridad, lo han convertido en un atractivo turístico que invita a regresar En 2014 saldrán al mercado los nuevos modelos

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elsalvador.com

Por Diana Escalante tendencias@eldiariodehoy.com

2013-11-28 7:00:00

“Vengo de una tierra muy pequeña adornada con la selva y el coral. Vengo de donde nace la paz; de donde lo amable es cotidiano y donde el Ejército es pretérito…”, así dice la canción con la que un folclorista de Costa Rica atinadamente describe su país.

Aunque es una nación pequeña posee una riqueza verde compuesta de montañas, ríos y volcanes que lo convierten en un paraíso turístico para cientos de personas que, sin duda, se marchan con deseos de regresar.

Este país, que goza de un clima agradable, es refugio de más de 200 especies de mamíferos, unas 800 familias de aves y 10 mil variedades de plantas.

En las carreteras se pueden ver en libertad animales silvestres como pezotes, monos o iguanas que buscan comida, o guacamayas que adornan el paisaje con sus vistoso plumajes.

Si algo llama la atención de los foráneos es lo comprometidos que están los costarricenses con la preservación del medio ambiente. Cuando a alguno se le hace esa observación se muestra orgulloso de tener “oro verde” en casa y sostiene que lo cuidan porque así se los inculcaron desde niños.

La reserva privada más grande de Costa Rica es el Bosque Eterno de los Niños, con 20 mil hectáreas de bosque tropical protegido y abarca el parque Volcán Arenal, así como la parte alta de Monteverde y Miramar, situadas en las provincias de Puntarenas y Alajuela.

Esta zona cuenta con una infinidad de complejos hoteleros, restaurantes y parques de aventura extrema, edificados en armonía con los ecosistema.

Para recorrer la reserva forestal y admirar paisajes variopintos hay distintas opciones que van desde cabalgatas, viajes en trenes modernos que son réplicas a pequeña escala de los antiguos, como los que hay en el Monteverde Cloud Forest Train.

Los más osados los disfrutan deslizándose por cables de acero de hasta tres kilómetros de largo, en el Monteverde Extremo Canopy.

Otro proyecto ecoturístico donde el viaje se hace a través del teleférico es el Rainforest Adventures Costa Rica Pacific, donde los visitantes pueden apreciar pequeños riachuelos y cataratas. Este bosque es un área de transición entre el clima más seco del noroeste y el clima más húmedo de la costa sur; cuenta árboles centenarios que sirven de descanso para muchas aves exóticas.

A pocos kilómetros de esta reserva los visitantes pueden disfrutar de playas de arena café y blanca, con agua color turquesa. A este recorrido se suma la travesía por el río Tárcoles, a través del Jungle Crocodile Safari, que introduce al viajero al hábitat de cocodrilos de hasta cinco metros de largo y un centenar de diferentes aves.

En Costa Rica también hay grupos étnicos que se niegan a morir y se han adaptado al tiempo moderno, como le pasa a la tribu Maleku, que sobrevive de la artesanía.

La riqueza de flora y fauna, combinado con la sensación de seguridad y la hospitalidad de su gente dan idea de por qué Costa Rica ha sido catalogado dos años seguidos como el país más feliz del mundo.