Scarlett Johansson “… ya no siento que tenga que probarle nada a nadie”

La actriz está encantada con su rol de Black Widow. Sin embargo se arriesga a quitarse su traje de heroína para protagonizar "Don Jon" y "Under the Skin"

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Por Fabián Waintal Corresponsal en Hollywood escena@elsalvador.com

2013-11-22 7:00:00

Desde que surgió con la dirección de Sofía Coppola en ‘Lost in Translation’, Scarlett Johansson se convirtió en la musa inspiradora de Woody Allen, al mismo tiempo que se convertía en uno de los símbolos sexuales de Hollywood. Y ahora que incluso tiene su propia estrella grabada en el Paseo de la Fama de Hollywood, trae mucha más sexualidad al cine con las películas ‘Don Jon’ y ‘Under the Skin’, antes de volver como una de las superheroínas de Marvel, en las próximas versiones de ‘Captain America’ y ‘The Avengers 2’.

¿Cómo reaccionaste cuando te enteraste que ibas a tener tu propia estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood?

— Fue increíble. Ni en mis sueños más extraños pude haber imaginado que iba a tener una estrella propia. Y me puse todavía más feliz porque eligieron un buen lugar, en caso de que alguien quiera ir a visitarme, está justo en la puerta del Museo de Cera de Madame Tussauds. Ahí mismo.

¿Hasta qué punto le prestas atención a la repercusión de tu fama? ¿Si ves una revista con tu foto en la portada, por ejemplo, la compras para leerla?

—La verdad… no (Risas). Mi abuela las compra todas y después me las pasa. Ella sí, compra hasta los tabloides. Unos meses atrás, me llamó felicitándome porque leyó que iba a tener un bebé. Y ni siquiera me creía cuando le dije que era mentira (Risas).

¿Es difícil encontrar un camino propio en Hollywood sin caer en las típicas tentaciones de la fama?

—Supongo que yo pasé por un período de transición entre los roles jóvenes y más maduros, donde salí de la ingenuidad. Nunca me atrajeron tampoco las grandes comedias comerciales ni las superproducciones y por eso fue un verdadero desafío encontrar el estilo de películas que funcionan para mi. Solamente me interesa trabajar en películas con desafíos artísticos.

¿Con tanta fama no se siente cierta presión o alguna responsabilidad de mantener el éxito, a la hora de aceptar una nueva película?

—Hace 20 años que trabajo y ya no siento que tenga que probarle nada a nadie en este punto de mi carrera. Tengo la suerte de mantener un status en mi carrera donde puedo darme el lujo de ser selectiva. No tengo que decirle al público quien soy.

¿Vas al cine como una persona normal?

—Últimamente no tuve la oportunidad de ver ninguna película. Ni siquiera en el Festival de cine de Venecia que es tan hermoso y glamoroso, pero cuando viajo, casi ni veo la salida del hotel.

¿Qué películas te gustaría ver, al menos?

—Hay muchas películas que me gustaría ver, como ‘Gravity’. Un amigo mío filmó ‘The Disappearance of Eleanor Rigby’. Y también me encantaría ver ‘Dallas Buyers Club’ con Matthew McConaughey.

Hacía tiempo que venía trabajando como actriz, pero cuando protagonizó la película ‘Lost in Traslation’ (2003), Scarlett Johansson se convirtió en la inmediata revelación de Hollywood, recibiendo los ofrecimientos juveniles más importantes.Además de haber sido la imagen publicitaria del perfume de Calvin Klein ‘Eternity Moment’, en apenas dos años firmó contrato para once películas. La fama había llegado, con la mejor experiencia. “En verdad, había empezado a actuar cuando tenía siete años” recuerda “Había sido con un personaje muy chico en una obra Off Broadway que se llamaba ‘Sophistry’. Y recién después empecé con el cine durante el verano, cuando no tenía clases en la escuela”. A los 11 ya estaba trabajando con Sean Connery en la película ‘Just Cause’ y recién había cumplido los 14 cuando apareció al lado de Robert Redford en ‘The Horse Whisperer’. Ni siquiera había pasado la mayoría de edad cuando la premiaron como Mejor Actriz en el Festival de Cine de Venecia con la película ‘Lost in Translation’ y desde el 2.004 tiene el honor de formar parte de la exclusiva Academia de Hollywood que vota a los premios Oscar. Requerida entre las actrices más jóvenes, Scarlett Johansson protagonizó con John Travolta ‘A Love Song for Bobby Long’ antes de vivir la superacción en ‘The Island’ con Ewan McGregor mientras Woody Allen la elegía para sus películas ‘Match Point’, ‘Scoop’ y ‘Vicky Cristina Barcelona’. Por supuesto, también fue noticia por ciertos romances famosos como el de Benicio del Toro y Josh Hartnett, además del matrimonio con Ryan Reynolds, en Septiembre del 2008, que terminó en divorcio apenas dos años después, con el comunicado oficial “Habiendo comenzado nuestra relación con amor, también con amor y en buenos términos, nos alejamos.” Pero el enorme anillo de diamantes que trae a nuestra entrevista adelanta un próximo casamiento, sin fecha todavía, pero comprometida al fin con el periodista francés Romain Dauriac.

Y sin dejar atrás el símbolo sexual que tan bien representa, mientras en el cine se luce entre Ironman y El Capitán América con el traje de Black Widow, en otras películas se luce quitándose el traje con ‘Don Jon’ (enamorada de un adicto a la pornografía) y ‘Under The Skin’ (como una extraterrestre que seduce a los hombres para quitarles el cuerpo).

¿Qué tan difíciles son realmente las escenas de desnudo o sexo, en el rodaje de una película?

—Bueno… son geniales (risas). No soy ninguna nudista por naturaleza, al contrario de lo que piensa la gente, pero en cierta forma es una terapia dejarme llevar sin criticarme tanto. Los actores que me acompañan (en las escenas de desnudos), en general, me hacen sentir totalmente segura y son muy amorosos, pero probablemente ellos se ponen más nerviosos que yo. En la película ‘Under The Skin’, por ejemplo, nadie buscaba fallas físicas, solamente una interpretación y eso me dio coraje a quitarme la ropa y al final, nuestro estudio se sintió muy íntimo por el clima seguro que crearon. No me sentí para nada juzgada.

Sin miedo de filmar un desnudo en cine, se te nota bastante cómoda con tu cuerpo ¿Algún consejo para quienes se la pasan buscando fallas frente al espejo?

—Supongo que la mejor forma de estar cómoda con el cuerpo es aceptar tu verdadero cuerpo. Es algo que aprendí cuando lo reconocí yo misma. Me critiqué demasiado como cualquier mujer y cuando me di cuenta, lo terminé aceptando. Y es un poco lo que pasa también en la película ‘Under The Skin’, donde no me doy cuenta de mi cuerpo hasta que lo descubro. Y el desafío de ese rodaje tuvo mucho que ver con dejar de lado los prejuicios y las percepciones de otras personas, pero también de mi misma. Tuve que ser muy clara con ese tema.

¿Pero es verdad que la mayoría de las escenas de la película ‘Under The Skin’ las filmaron como un reality show, sin actores de verdad?

—Sí y tengo que decir que al principio me dio pánico, porque sé lo que se siente saber algo que nadie más sabe sin saber lo que puedo esperar, sin poder controlar realmente la situación. Daba miedo saber si podía funcionar. Terror me dio, pero esos miedos son los que me llevaron a hacerlo también. En cierta forma, fue una liberación para mi.

No puedo creer que la gente no te reconoció…

—La experiencia fue increíble. Había una escena donde mi personaje se cae en medio de la calle, en frente de la gente. Y creo que tuvimos seis o siete escenas en un día porque teníamos que volver a preparar todo desde cero, con cada toma. Y fue increíble ver las diferentes reacciones que tenía la gente. Algunos paraban para mirarme, otros seguían caminando o salían corriendo a ayudarme, aunque hubo gente que sacó fotos con los teléfonos, sin ayudarme para nada… Fue muy extraño, pero fue absolutamente fascinante.

¿Piensas en la gente cuando te ofrecen una nueva película?

—No sé, en los últimos años me atraen las películas que no sé como voy a hacerlas. Por supuesto, me puede gustar una historia bien escrita que puede terminar siendo el mejor éxito de todos los tiempos. Pero cuando imagino lo que puedo hacer sin contribuir en nada, me parece que es mejor que contraten alguien que pueda llegar a ser más interesante que yo. Me gusta sentirme en medio de una aventura total, donde pueda confiar lo suficiente en un director, para poder saltar al vacío, juntos, de la mano.

¿Es el caso de la película ‘Don Jon’, con la ‘aventura’ de tener a Joseph Gordon Levitt como un novio adicto a la pornografía?

—Lo que me gusto de esa película es lo convencida que se ve mi personaje de Barbara. Me parece que tiene cierta culpa como yo o mucha gente que quiere que su pareja entre en esa pequeña caja donde los ponemos, para que todo sea genial si se parecen más a nosotros. Por supuesto, en la vida real no funciona nada así, pero ella cree que sí y yo la interpreté con esa clase de convicción que tiene. Igual pienso que todos hemos pasado por momentos así, en cierta forma somos esa clase de persona, tiene mucho de nuestra personalidad.

¿Quiere decir que estás en contra de los novios que miran videos pornográficos?

—Yo pienso que las mujeres ven videos ‘porno’. Probablemente ven más pornografía que los hombres (Risas). Pero no me parece que la película trate de mostrar que las mujeres odian la pornografía. El problema es que él le miente, ella no está totalmente en contra, lo que le molesta es saber que él es alguien que no esperaba que fuera así. Si lo hubieran conversado a lo mejor ella lo hubiera aceptado. Obviamente no hubiera aceptado la adicción, pero a lo mejor cambiaba su opinión.

¿Y tu personaje de Black Widow con la segunda parte de ‘Capitán América’? ¿Qué podemos saber de la nueva película?

—La nueva película transcurre en tiempo real, es decir que pasaron dos años desde que los dos fueron agentes de S.H.I.E.L.D. Y luchamos sin los superpoderes de poder volar o cosas así. Peleamos con un estilo muy parecido, en una relación de trabajo, pero después de una serie de eventos desafortunados, se encuentran en una situación donde se ven envueltos en una amistad más íntima. Y siguen los parecidos donde no bajan la guardia y tienen problemas de confianza. Dentro de esa inesperada amistad que forman, empiezan a cuestionar su propia identidad y lo que quieren . En la ficción es una relación muy compleja, pero con Chris (Evans) ya nos conocemos desde hace diez años, es la cuarta película que filmamos juntos.

¿Qué se siente representar a la mujer en medio del mundo machista de los superhéroes?

—Bueno, la mayoría de las películas de superheroínas no son para nada buenas. No están bien hechas. Caen siempre en las poses extrañas, dando vuelta el pelo con el viento o las manos a un costado de la cintura… claro que también hago un poco de eso, porque es importante verme bien, pero siento que me dieron una gran oportunidad. ‘The Avengers’ me parece que celebra estos personajes femeninos que muchas veces solo son adornos en el cine, para vender sexo. Pero Black Widow es un personaje al que le pueden pegar en la cara y puede responder, es un rol inteligente y complejo, pero muy femenino.

Sin la Mujer Maravilla ni Batichica, en realidad no hay ninguna otra superheroína en el cine… más allá de ver a Gwyneth Paltrow con el traje de Iron Man.

Para mí es un placer interpretar esas diferentes capas de Black Widow, donde realmente puedo actuar sin ninguna pose. Nuestros personajes tienen historias reales, no estamos solamente por un interés romántico y agradezco a Dios por eso. Hace que nuestros trabajos también sean mucho más interesantes para actuar y para ver, también.