Fotos: Joya tecleña en restauración

La belleza de la Iglesia El Carmen se está rescatando a paso lento, ya que no se cuentan con los fondos completos para las obras. Actualmente, las torres están siendo intervenidas detalladamente

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elsalvador.com

Por Texto: Georgina Vividor / Fotografía: Marvin Recinos - Jorge Reyes

2013-11-09 8:00:00

La majestuosidad de la Iglesia El Carmen atrae a miles de turistas a la ciudad de Santa Tecla. Desde su construcción en 1910 se convirtió en un emblema tecleño, sin embargo, debido a los graves daños que sufrió por los terremotos de 2001 fue declarado inhabitable. Y desde esa fecha el templo de estilo neogótico había quedado en el olvido.

Con el pasar de los años sus paredes calicanto (hechas de piedra y cal) y sus columnas continuaban deteriorándose. En el techo cientos de goteras dejaban entrar el agua lluvia, llevando a este edificio a un punto de colapso.

Tecleños y personal de la parroquia recuerdan como el sacerdote Salvador Carranza Oña, mejor conocido como el “Padre Chambita”, se subía a las torres con baldes para evitar que la lluvia siguiera dañando el templo.

Fue hasta finales de abril de 2013 que el Patronato Amigos de la Iglesia El Carmen (Pamicar) decidió, en un principio, realizar obras de mitigación en el lugar, pero al ver que la iglesia necesitaba más comenzó a trabajar en la restauración.

“Nos daba nostalgia que ya habían pasado más de 10 años y nadie se había interesado, nos ha tomado mucho trabajo levantarlo, pero vamos a continuar”, dijo Rafael De Gueest, miembro de Pamicar e ingeniero a cargo del proyecto.

Por su parte, el ingeniero Carlos Pastrana, supervisor en materia de restauración, explicó que inicialmente se han ejecutando trabajos de consolidación estructural en las torres de la fachada, y refuerzo en las columnas.

Añadió que los trabajos los han dividido en cuatro fases, primero las torres, luego las paredes, después el techo y por último la instalación eléctrica. Sin embargo, por falta de fondos no se ha logrado pasar de la primera etapa.

Pastrana detalló que debido a los daños que se lograron observar, sobre todo en las bases de la torres, se decidió intervenir y consolidar con un sistema de concreto armado, y se han sustituido las piezas deterioradas con madera de cedro zapote y volador. También se han reforzado para que tengan mayor durabilidad.

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Actualmente, ambas torres se están interviniendo al mismo tiempo, pero la poniente tiene un avance del 80 por ciento, mientras que en la oriente aún falta un poco más. En esta última se están construyendo las gradas entre cada piso, ya que no existía ningún acceso.

Otro inconveniente es que de la fachada se están desprendiendo las piezas de lámina y madera, como si se tratará de un enorme rompecabezas. Éstas se han ido colocando una a una para no perder su autenticidad.

Pastrana detalló que cada uno de los ornamentos y mampostería que han encontrado en mal estado o consumidos por la polillas se han sustituido, forrado con lámina y soldado para darles un mejor refuerzo.

“No queremos cambiar lo que está, lo que hemos hecho es tratar de mejorar lo que hay en estado lamentable. Pero hay piezas que están totalmente deterioradas y tenemos que sustituirlas, en especial las de madera que se encuentran a la intemperie, porque hay algunas que inclusive ya no se detienen, y es un milagro que estén todavía colocadas”, dijo Pastrana.

En la Iglesia El Carmen también se han realizado estudios de calas, para determinar la pintura original de las paredes.

Por el momento el interior, apuntó De Geest, no se está interviniendo, pero se ha colocado un pequeño museo para que los visitantes se den cuenta de cómo ha sido todo el proceso de restauración y para que observen las piezas que fueron encontradas en deterioro.

Según De Geest, lo que recaudan de la venta de pupusas en el atrio los fines de semana y las actividades son para la compra de materiales, pero aún no es suficiente.

De acuerdo a De Geest, algunos materiales han llegado como bendición, recuerda que al inicio recibieron una pieza de madera de un donante anónimo dueño de un aserraderos, él les regaló una pieza de cedro zapote que les faltaba.

El representante de Pamicar comenta también que en otra ocasión otro feligrés llegó al templo y con mucha nostalgia de ver su interior les donó una pequeña casa, llevándoles las escrituras para que el patronato la vendiera y obtuviera los fondos.

Usted puede ser parte de esta restauración a través de donaciones a la cuenta No.530 009056 0 del Banco Agrícola, a nombre de Padre Salvador Carranza Oña, SJ. También puede encontrarlos en Facebook como Iglesia El Carmen, Santa Tecla.