A principios de noviembre se estrenó en La Habana, Cuba, “La flauta mágica”, un espectáculo llevado a escena por el Teatro Lírico Nacional de Cuba (Ópera Nacional) y en el cual el diseñador salvadoreño Rossemberg Rivas colaboró muy de cerca.
El trabajo de Rivas como diseñador de vestuario despertó buenos comentarios en la isla caribeña.
Eduardo Diaz, director general de la Ópera Nacional de Cuba y director de orquesta afirmó: “Nos unió (con Rossemberg) desde el principio la amistad, el cariño mutuo por la obra. Desde un principio hablamos el mismo lenguaje, el resultado fue maravilloso, estuvimos trabajando un mes completo con la orquesta y dos meses con los cantantes… Se trabajó diariamente, por la mañana trabajo musical y por la tarde trabajo de actuacion”.
Por su parte, Maysabel Pintado, coreógrafa y bailarina cubana, expresó: “Las soluciones que le han dado a nivel coreografico han sido geniales y el vestuario se ha ajustado perfectamente a la obra que Antonia Fernández (directora artística invitada) ha querido montar”.
La flauta mágica se estrenó el pasado 2 de noviembre en el Teatro Nacional de Cuba en el marco del festejo del 50 aniversario de existencia de la ópera y para el cierre del Festival Internacional de Teatro.
Los vestuarios diseñados por Rossemberg fueron inspirados en el pintor y escritor Salvador Salazar Arrué.
Rivas expresó su emoción y privilegio de poder vivir esta experiencia al lado de reconocidos artistas.
“Para mí fue un honor trabajar en esta ópera que hace tanto tiempo que no se montaba en Cuba y más con todas estas propuestas nuevas y fusionar la cultura salvadoreña con la cubana”, dijo. “Lo único que espero es seguir manteniendo estos lazos culturales que son muy profundos a nivel profesional y personal…”, agregó el artista. —EDH