Más de 7 maravillas en Taiwán

[Ciencia y Tecnología] La República de China en Taiwán es más que fábricas y monumentos. Es inventiva y experimentación constante, producto de la educación obligatoria de los jóvenes

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elsalvador.com

Por Mario González Editor Subjefe de El Diario de Hoy República de China en Taiwán

2013-11-01 7:00:00

La Torre 101, la segunda más alta del mundo, solo es una de las numerosas atracciones y muestras del avance arquitectónico y tecnológico que tiene la República de China en Taiwán.

La estructura se yergue como una moderna Babel en el centro de Taipéi, la capital del país.

En sus 101 pisos alberga oficinas diversas y otras dependencias, pero su mayor punto de interés es su mirador. La edificación se asegura de temblores y terremotos con un domo gigante en el último piso, que le da estabilidad.

Pero los chinos taiwaneses no solo han avanzado en estructuras como esta o transportes como el Tren Bala, sino también en tecnología y medicina.

El país mismo es prácticamente un laboratorio de inventos y avances.

Una visita al Instituto de Investigación Industrial y Tecnológica (ITRI) deja perplejos a los participantes, con dispositivos que permiten a un automovilista anticipar obstáculos, eficientes localizadores GPS, teléfonos y pantallas flexibles que hasta pueden doblarse, pomadas que hacen cicatrizar la piel sin necesidad de sutura o instrumentos quirúrgicos que facilitan la unión de huesos y cartílagos.

También se encuentran dispositivos para absorber calor en las fábricas.

Además de mejorar las tecnologías LED para pantallas e iluminación de ambientes, con sustancial ahorro de energía, trabajan en la producción de biocombustibles más eficientes y menos contaminantes (energía verde).

La clave de todo esto ha sido educación y trabajo constante, según explican. El resultado es ganar premios internacionales, pero, sobre todo, el reconocimiento y respeto por aspirar siempre a ser mejores.