Riesgo cardíaco aumenta en mujeres con menopausia

La actividad que se unió a la lucha contra el cáncer de mama contó con la participación de unas 1,200 personas

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elsalvador.com

Por Mireya Amaya tendencias@eldiariodehoy.com

2013-11-01 7:00:00

Todas las mujeres tienen riesgo de enfermedades del corazón pero, según la doctora Carolyn Landolfo, cardióloga de la Clínica Mayo, durante la menopausia este se acelera. “Mujeres más jóvenes, especialmente aquellas con diabetes o las fumadoras, también tienen riesgo de desarrollar enfermedad coronaria antes del comienzo de la menopausia”, afirma.

Según la profesional, las mujeres jóvenes están en riesgo de otros tipos de enfermedad cardiaca, como espasmo en la arterias coronarias y problemas congénitos del corazón. También existe una enfermedad coronaria rara y devastadora llamada Disección Arterial Coronaria Espontánea, que puede ocurrir después de haber dado a luz.

“Según nos acercamos a la menopausia, nuestros niveles de estrógeno se reducen y el riesgo de enfermedad cardiaca aumenta. Al mismo tiempo, factores de riesgo como presión alta y alto nivel de colesterol LDL tienden a empeorar. Todo esto va cambiando mientras envejecemos, así que las mujeres debemos prestar atención a los síntomas”, sugiere Landolfo.

Hasta hace unos años, los médicos recetaban hormonas para prevenir la enfermedad cardiaca. Sin embargo ahora se sabe que con la terapia de reemplazo hormonal dicho riesgo no se reduce, y en algunos casos si se comienza a utilizar tarde es posible que ese riesgo aumente e incluso que se produzca un accidente cardiovascular.

Por lo mismo, hoy en día dicha terapia solo se emplea para controlar los síntomas del climaterio, pero debe hacerse a largo plazo debido al riesgo de cáncer de mama y de coágulos.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo más comunes incluyen diabetes, tabaquismo, alta presión sanguínea, niveles altos de colesterol dañino y un historial familiar de enfermedad cardiaca prematura. Todas las mujeres, no importa la edad, necesitan mantener esos factores de riesgo bajo control a fin de prevenir el desarrollo de enfermedades del corazón más adelante.

“Mujeres con alta presión sanguínea, incluso presión un poco alta antes de la menopausia, tienen un alto riesgo de desarrollar problemas cardiacos más tarde. Así que es importante prestar atención a lo que llamamos pre-hipertensión, o una presión sistólica entre 120 y 130 mmHg. Si es mayor de 130 mmHg ahora se considera hipertensión leve”, explica.

Por otro lado existe mayor riesgo cuando el colesterol malo (LDL) es muy alto y el colesterol bueno (HDL) es bajo. El nivel de colesterol es un factor de riesgo que tiende a ser igual de importante en ambos sexos. De la misma manera, los niveles altos de triglicéridos son otro factor importante, sobre todo en mujeres, quienes además deben prestar atención a un indicador de inflamación llamado proteína C reactiva. Esta última junto con un nivel alto de colesterol total aumenta significativamente el riesgo de esos padecimientos.

Otros factores de riesgo que pueden exponer a las mujeres a enfermedad cardiaca incluyen ciclos de menstruación irregulares y el síndrome de ovarios poliquísticos. La artritis y otros problemas como el lupus son condiciones inflamatorias, y según la experta “como la enfermedad cardiaca también viene a ser una condición inflamatoria, el proceso de desarrollo de ateroesclerosis (placa en las arterias) se puede acelerar debido a condiciones artríticas”. Esta última condición también puede acelerarse con el empleo de algunos tratamientos, como la ingesta de corticoesteroides por largos periodos.

Los síntomas

En la enfermedad coronaria, los síntomas pueden ser diferentes entre hombres y mujeres, pero depende de la situación. “Durante un ataque al corazón, ambos tienden a tener síntomas similares: dolor intenso en el pecho, pesadez, una sensación de que lo están apretando, sudor y náuseas. El dolor puede irradiar hacia el brazo, la espalda, el cuello o la mandíbula”, explica la doctora Landolfo.

No obstante, la sintomatología difiere cuando la condición se ha desarrollado de forma lenta y con bloqueos progresivos dentro de las arterias. Las mujeres pueden tener los síntomas típicos, como presión en el pecho, pero es más probable que se quejen de otras molestias que no aparentan tener nada que ver con el pecho. Por ejemplo, son más propensas a sentir que les falta el aire o tienen problemas para dormir. También pueden sentir dolor en la espalda, el brazo o solamente en el cuello.

Desafortunadamente, muchas veces esto es atribuído al envejecimiento, la menopausia o el estrés. Con frecuencia las mujeres niegan lo que sienten, así que los signos de alerta pasan desapercibidos o son ignorados por sus médicos.

“Uno de los verdaderos problemas es que las mismas mujeres minimizan sus síntomas. No reconocen que estos pueden relacionarse con una enfermedad del corazón. Así que yo les digo a mis pacientes, y a grupos de mujeres, que si notan algo poco usual — como que se cansan más fácilmente o se sienten sin aire al realizar una actividad que antes podían hacer sin sentir síntomas, entonces deben preguntarse: ¿Puede estar esto relacionado al corazón? Y si este pensamiento te pasa por la mente, entonces es hora de ir a chequearte”, sugiere la profesional.