Una fiesta de optimismo fue la exposición “Noches de arte y vinos” de la Fundación Salvadoreña de Síndrome de Down y Paraíso Down El Salvador en el Museo Forma.
Las creaciones provienen de jóvenes con síndrome Down que vencen su limitaciones a través del arte. Más de 80 pinturas dan testimonio de estos jóvenes talentos que expresan su mundo a través de los trazos y el color.
Gracias a la gestión y coordinación que la Fundación Paraíso Down que inició en 2011, los talentosos pintores han sido formados en el Centro Nacional de Artes (CENAR), donde también capacitaron al equipo de docente para brindarles las herramientas básicas sobre pintura y dibujo para el trabajo con chicos y chicas con síndrome de Down.
El esfuerzo dio sus frutos y ambas instituciones lograron, la inclusión de jóvenes en las clases de pintura. Ahora sus obras están en el Museo Forma. Entre los expositores están Fátima Claros (9 años), Sebastián Arrieta (13 años), Manuela Romero (15 años), Kelly Martínez (15 años), Rafael Valdivieso (15 años) y Fernando Contreras (17 años).
“Queremos impulsar este proyecto, no solo en pintura, también en música, teatro, danza. No hay que cerrarles las puertas a los jóvenes con síndrome Down. Los primeros en creer deben ser los padres. La familia debe apoyar al miembro que tenga síndrome Down. Si ellos no creen, ¿quién, entonces?”, declara Mirna Menjívar de Martínez, presidenta de la Fundación Paraíso Down.
Durante la inauguración, Javier Rosales leyó un conmovedor discurso. El joven con síndrome Down es pintor y maestro. Tiene ochos años de trayectoria. “Mi sueño era ser profesor y se hizo realidad”, declaró. —EDH