Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el mundo hay aproximadamente 285 millones de personas con discapacidad visual, y el 80% se pueden evitar. Por ello la prevención y el chequeo anual es importante.
En El Salvador Fudem se une hoy a la conmemoración del Día Mundial de la Salud Visual, ofreciendo hasta mañana consultas gratis de 1:00 a 4:00 de la tarde.
María Betancourth, encargada de programa baja visión de la fundación, explica que debido al desconocimiento y a la poca cultura de prevención muchas personas llegan a Fudem cuando las enfermedades están muy avanzadas.
“La resequedad ocular es la principal causa de consulta, la cual puede deberse al ambiente, por que se pasa mucho tiempo en aire acondicionado o frente a la computadora. Y las personas que no trabajan en oficinas también se ven afectadas por el clima, la contaminación y la exposición al sol”, explica.
Otras de las patologías más consultadas son: el glaucoma, las cataratas y la degeneración macular.
Para la optómetra es necesario que la población tome conciencia del cuidado de los ojos y de las visitas a los especialistas no solo cuando se presente algún problema, pues muchas enfermedades son asintomáticas.
Entre las recomendaciones que propone Betancourth para la protección de la vista está la alimentación rica en Vitamina A, una buena iluminación y hacer ejercicios de cambios de mirada.
Asimismo, indica una dieta saludable, ya que las patologías del sistema metabólico (diabetes, obesidad, desórdenes de lípidos, etc.) son las principales causas de las hemorragias oculares, cataratas y glaucomas.
La protección contra los rayos UV también es fundamental, tanto en adultos como en niños. “Así cómo se les protege la piel cuando van a la playa, así hay que protegerles los ojos”, añade la optómetra.
La automedicación es otro de los problemas culturales, por esa razón la especialista insiste en no aplicarse nada sin prescripción médica, ya que los daños secundarios pueden ser serios.
Proteja a los niños
Betancourth aconseja a los padres familia tener mayor cuidado con los niños, ya que debido al uso de la tecnología y al ambiente están más propensos a presentar un problema visual.
“Los niños deben ver televisión a tres metros de distancia, el tiempo que pasan frente a las pantallas también es importante, pues estas generan resequedad en los ojos. En el caso de los dispositivos electrónicos hay aplicaciones que ayudan a medir el tiempo y lanzan una alerta para controlar el uso”, sostiene la especialista.
Además, recomienda a las madres estar pendientes de sus bebés y del contacto visual con ellos, y al ver alguna anormalidad (desviación de los ojos, contacto nulo, entre otros) llevarlos a un oftalmólogo. De no presentar alguna anormalidad, los niños pueden comenzar a visitar al especialista a partir del primer año, pero si no, puede comenzar cuando empieza su aprendizaje académico.
“Mientras más temprano sea el control habrá mayor prevención, y a mayor prevención mayor protección se les puede dar a los niños”, puntualiza Betancourth.