Estrés financiero afectaría al cerebro, con el dominio del pensamiento

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elsalvador.com

Por Texto: AP Fotografía: El Diario de Hoy

2013-08-31 8:00:00

El tener apuros económicos podría hacer que el cerebro trabaje más despacio, sugiere un nuevo estudio. La gente preocupada por carecer del dinero suficiente para pagar sus facturas tiende a perder temporalmente el equivalente a 13 puntos de su coeficiente intelectual, según hallaron científicos cuando aplicaron pruebas de inteligencia a consumidores en un centro comercial de Nueva Jersey y a agricultores en la India.

La idea es que el estrés financiero llega a dominar el pensamiento, lo cual hace que otros cálculos sean más lentos y difíciles, parecidos a los efectos de no dormir toda una noche.

Y esta presión sobre el cerebro por problemas de dinero se aplica, aunque en menor grado, a muchas personas que enfrentan dificultades financieras, dijo el equipo de economistas y psicólogos. “Nuestra investigación no es sobre la pobreza. Es acerca de la gente que pasa apuros para que le salgan las cuentas a fin de mes”, detalló Sendhil Mullainathan, economista de Harvard y coautor del estudio. “Cuando pensamos en la gente que padece estrés por sus finanzas, nos viene a la mente que les falta dinero, pero la verdad es que también les falta capacidad cognitiva”.

Si uno siempre está pensando en el pago de facturas vencidas, una hipoteca o renta, o préstamos para poder ir a la universidad, ello le dificulta enfocarse en otras cosas. Así, el atrasarse en el pago de préstamos podría terminar costándole tanto el pago de intereses como la pérdida de puntos de su coeficiente intelectual, detalló Mullainathan.

El estudio uso exámenes que evalúan diversos aspectos del pensamiento, entre ellos una prueba tradicional de coeficiente intelectual, en la que se detectó una pérdida de 13 puntos entre los agobiados por cuestiones financieras, apuntó Jiaying Zhao, coautor del estudio y profesor de psicología y sustentabilidad en la Universidad de la Columbia Británica.

Los científicos examinaron los efectos de las finanzas sobre el cerebro tanto en el laboratorio como en la vida real. En condiciones controladas similares a las de un laboratorio, hicieron que unos 400 consumidores en el centro comercial Quaker Bridge en la región central de Nueva Jersey sopesaran ciertos escenarios financieros y probaran el poder de su cerebro.

Luego observaron una situación de la vida real en los campos agrícolas de la India, donde los agricultores solo reciben un pago al año. Antes de la cosecha, piden préstamos y empeñan bienes. Después de que la venden, están llenos de dinero en efectivo.

Mullainathan y sus colegas examinaron a los mismos 464 agricultores antes y después de la cosecha y sus puntos de coeficiente intelectual mejoraron en 25 % cuando sus carteras engordaron. “Es un efecto muy poderoso”, indicó Eldar Shafir, coautor del estudio y profesor de psicología de la Universidad de Princeton.