Mejorar la alimentación reduce la mortalidad después de un infarto

al cuidar la alimentación las personas reducen hasta un 30 % la mortalidad y las complicaciones cardiovasculares, según los resultados de un estudio o de la facultad de salud pública de Harvard, boston

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El caso se produjo en Ciudad Arce, departamento de La Libertad. Foto EDH / Archivo

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2013-09-07 7:00:00

En un estudio de Estados Unidos, los participantes que mejoraron sus hábitos alimentarios después de un infarto tendieron a vivir más que aquellos con una dieta menos cardiosaludable.

De los 4,000 hombres y mujeres estudiados, los que más cambiaron la dieta fueron un 30 por ciento menos propensos a morir por cualquier causa y tuvieron un 40 por ciento menos riesgo de morir por enfermedad cardiaca que los que menos modificaron su dieta.

“Este estudio sugiere que los cambios del estilo de vida, en especial los que mejoran la alimentación, tendrán un efecto”, dijo el doctor David J. Frid, cardiólogo preventivo de la Clínica de Cleveland, Ohio.

“Es algo que sabemos desde hace tiempo, pero no teníamos datos definitivos de la realidad”, agregó Frid, quien no participó del estudio.

Son pocas las investigaciones sobre cómo los cambios alimentarios mejoran la salud después de un infarto, según publica en JAMA Internal Medicine el equipo de la doctora Shanshan Li, de la Facultad de Salud Pública de Harvard, Boston.

Los autores utilizaron información de dos estudios sobre profesionales de la salud de ambos sexos que respondían sobre el estilo de vida y las enfermedades cada dos años y la alimentación cada cuatro años. “Hallaron que la mortalidad y otras complicaciones cardiovasculares se reducen un 30 por ciento. Al compararla con otras intervenciones que utilizamos (…) esa reducción es casi tan buena como la que logramos con las estatinas”, dijo Frid.

Una alimentación de alta calidad después de un infarto estuvo asociada con un 24 por ciento menos de mortalidad por cualquier causa durante el estudio.

El equipo de Li, quien no realizó comentarios sobre el estudio, destaca que los resultados coinciden con hallazgos previos sobre el efecto de la dieta estilo mediterráneo, que es rica en aceite de oliva, nueces, pescado, frutas y verduras. —Reuters