ACV: vasos sanguíneos fuera de control

Hay factores de riesgo, algunos modificables, que atacan el buen funcionamiento del flujo de sangre en el cerebro y provocan accidentes o derrames que pueden ser letales

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elsalvador.com

Por Texto: Rosemarié Mixco tendencias@eldiariodehoy.com

2013-09-14 7:00:00

Francisco I conmovió a millones alrededor del mundo con el tierno mensaje de aliento que dirigió en correspondencia a Lilian Clark, la madre del músico argentino Gustavo Cerati. “Por favor, le ruego le diga a Lilian que su testimonio me hace bien, su valentía en ese seguir esperando y que estoy junto a ella”, escribió.

La misiva acaparó titulares alrededor del mundo, pero para ese ídolo de millares en letargo pasó desapercibida. Doña Lilian, como madre abnegada, lo agradeció. Ella aún guarda la esperanza de que su hijo vuelva a la realidad en cualquier momento.

El cantautor permanece en coma desde mayo de 2010, cuando en un concierto que ofrecía en Caracas, Venezuela, sufrió un Accidente Cerebro Vascular (ACV) que lo sumió en ese sueño interminable.

Como Cerati, un sinfín de personajes han sido víctimas de este tipo de padecimiento neurológico que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la tercera causa de muerte en el mundo occidental. También es la primera causa de invalidez permanente en personas adultas y una de las principales de déficit neurológico en la tercera edad.

En el país, la vox pópuli le conoce como Derrame Cerebral. En España, es Íctus y en los países de habla inglesa, Stroke.

Los ACV ocurren cuando el flujo sanguíneo en una parte del cerebro se ve interrumpido. Los especialistas conocen dos tipos principales de accidentes cerebrales: los isquémicos y los hemorrágicos.

Los isquémicos sobrevienen cuando uno de los vasos sanguíneos es obstruido. La enciclopedia on line Medline Plus de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., explica que esto puede suceder de dos formas.

Porque “se forma un coágulo en una arteria que ya está muy estrecha” (que se conoce como ACV trombótico) o “porque se desprende un coágulo en otro lugar de los vasos sanguíneos del cerebro, o en alguna parte en el cuerpo y viaja hasta el cerebro (ACV embólico).

Los isquémicos, también pueden ser causados por el taponamiento de las arterias. La enciclopedia detalla que “la grasa, el colesterol y otras sustancias se acumulan en la pared de las arterias y forman una sustancia pegajosa llamada placa”.

Ahora bien, los accidentes hemorrágicos, que suelen ser más letales, ocurren cuando un vaso sanguíneo se rompe.

En este punto, es importante destacar que hay personas que nacen con ciertos defectos en los vasos sanguíneos cerebrales que los hacen vulnerables a los ACV.

Esos defectos se conocen como aneurismas y malformaciones arteriovenosas (MAV).

Los primeros son un área débil en la pared de un vaso sanguíneo que provoca que éste se abombe. Y los MAV son una conexión defectuosa entre las arterias y venas cerebrales, que suelen formarse antes del nacimiento.

El Dr. William Arias Sifontes, neurólogo del Instituto de Neurociencias del Hospital de Diagnóstico, afirma que el 80 % de los ACV suelen ser de tipo isquémico.

Para el especialista, los ACV son la primera causa de muerte y discapacidad en El Salvador.

Pero el panorama no tiene porque ser tan negro. Con solo practicar un estilo de vida saludable, los riesgos de padecerlos bajan significativamente. Aunque existen factores de riesgo muy difíciles de vencer, como la edad, el sexo, la raza y la herencia. Estos son considerados riesgos no modificables.

Los que sí se pueden contrarrestar son la hipertensión, la diabetes, el colesterol alto, enfermedades cardiacas (fibrilación atrial), el tabaquismo, la drogadicción, la obesidad e ingerir demasiadas grasas. Es por ello que practicar un ritmo de vida activo y una dieta balanceada es tan recomendable.

Para la OMS, las enfermedades cerebrovasculares constituyen, en la actualidad, uno de los problemas de salud pública más importante. En su sitio, destacan que “el daño cerebral supone una ruptura en la trayectoria vital del paciente y, por su elevado coste sociosanitario, condiciona las situaciones familiares, sociales e institucionales”.

El Dr. Arias Sifontes es contundente al afirmar que el tiempo es el peor enemigo de los pacientes con síntomas de un ACV. Por ello, recalca que es importantísimo conocer la sintomatología para ofrecer mayores oportunidades a las personas que lo sufren. En el Hospital de Diagnóstico funciona la Unidad de Íctus y el centro asistencial ya cuenta con lo último en medicamentos para contrarrestar los ACV isquémicos. “En los hemorrágicos, rara vez se puede hacer algo”, aclara el médico.

Lo importante es correr al hospital cuando inician los síntomas. Los que deben generar alerta son el dolor de cabeza súbito, entumecimiento y debilidad en brazos o piernas, perdida del habla y la capacidad de expresarse. Existen otros, pero si se sufren estos tres síntomas es suficiente para consultar de inmediato.