Creador de Los Simpson aborda su cáncer con gracia

Regalías de millones de dólares siguen llegando hasta la puerta de este empresario, cuya vida se apaga poco a poco. Muchos desean una buena tajada.

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elsalvador.com

Por Elis Silva @atilita

2013-08-28 7:00:00

LOS ÁNGELES. Desde que se supo que Sam Simon padece cáncer, el cocreador de “Los Simpson” y ferviente filántropo ha oído de mucha gente en Internet pidiéndole que les permita ayudarlo a repartir su considerable fortuna.

“Algunos sólo quieren un millón de dólares. O ayuda para pagar la universidad. Y el resto tienen propuestas de negocios”, dice, y se sofoca de la risa. “Como si ese debiera ser mi legado: perder dinero en su película o su línea de cremas humectantes”.

“Estoy postrado en cama”, cuenta Simon, quien no pierde de vista el sentido tragicómico de la situación, “considerando si debo repartir mi dinero entre la gente alineada afuera de mi casa”, apunta.

Se ríe. Y se pone serio.

“Estoy apoyando a las organizaciones benéficas a las que he apoyado durante mi vida”, declara. “Y quiero seguir haciendo eso”, replica.

Simon, de 58 años, no está exactamente confinado en cama. Para esta entrevista reciente se presentó él mismo, luciendo deportivo con pantalón y suéter, para reunirse con un reportero en la casa de huéspedes de su lujosa hacienda en Pacific Palisades.

Se mete a la cocina y se prepara un café antes de encender un robusto puro cubano; se sienta y se reclina alternadamente en un banco con vista a su jardín de estatuas, incluyendo una de las piezas fundidas originales de “El pensador” de Auguste Rodin.

Es apropiado. Sam Simon ha tenido mucho que pensar desde que le diagnosticaron un cáncer de colon avanzado el pasado noviembre, tras un año de pruebas inconclusas y molestias misteriosas.

Tras desafiar la sentencia de muerte que le diagnosticaron originalmente (le dieron entre tres y seis meses de vida), Simon sigue adelante sin lamentarse ni preguntarse “¿Por qué a mí?”.

“En vez, pienso, ‘Esta es una situación realmente mala. ¿Qué más puedo hacer para salirme de ella?”’.

Lo que está haciendo ahorita es movilizar una docena de líneas de ataque, algunas tradicionales, algunas extravagantes. Pero dice que uno de sus nuevos medicamentos le produce una gran fatiga.

“¿Es lunes?”, se pregunta en voz alta. “Creo que he estado durmiendo desde el viernes. Preferiría sentir náuseas que cansancio, creo”, dice.

Simon está viviendo la pesadilla de cualquiera que hasta el momento ha recibido cruel evidencia de su propia mortalidad. Pero él parece abordarla mayormente con una risa o un gesto de desdén.

Quizás va bien con un bromista de clase mundial que hace mucho ha desestimado a la autoridad y otras vanidades humanas, que ha parodiado la condición humana con ingenio y humor para millones de espectadores, y que ha sido ampliamente recompensado por su trabajo.

Simon creció cómodamente en Beverly Hills, pero su padre estaba en la industria del vestido, no del espectáculo, por lo que no tiene forma de explicar su don cómico.

Tras convertir su talento para el dibujo en un trabajo en un estudio de animación infantil, Simon presentó un guión para la gloriosa comedia de ABC “Taxi”. El libreto fue aceptado y producido, y Simon, entonces un veinteañero, fue contratado como escritor y pronto le dieron más responsabilidades.

De ahí se unió a una nueva serie de comedia de NBC llamada “Cheers”, donde fue escritor durante las primeras tres temporadas. En 1987 se convirtió en escritor y productor ejecutivo de la serie de comedia de Fox “The Tracey Ullman Show”, junto con James L. Brooks, el legendario comediante con el que había trabajado en “Cheers” y “Taxi” y, claro, el caricaturista Matt Groening. Juntos fueron los padres fundadores de “Los Simpson”.

“Los Simpson” comenzó como pequeños segmentos animados intercalados en el programa “Ullman” hasta que, en 1989, pasó a ser una serie de media hora de Fox. Simon fue nombrado supervisor creativo, y él contrató a los primeros escritores y creó a varios ciudadanos de Springfield, incluyendo al Sr. Burns, jefe de Homero, y al Dr. Hibbert, un médico tonto.

Aunque de los tres creadores Simon era el menos conocido, según muchos era el más involucrado. “No se puede exagerar su contribución a ‘Los Simpson”’, dijo el astro de la TV nocturna Conan O’Brien, quien fue un escritor y productor de “Los Simpson” a principios de los 90. “Nadie es más inteligente que él”.

El programa, la primera serie de TV animada exitosa en el horario estelar desde “Los Picapiedra”, casi tres décadas antes, tomó al público fuera de base con su astuto y perspicaz vistazo a la cultura.

“Con ‘Los Simpson’, la gente no sabía qué iba a ver”, declaró Simon. “No tenían ni idea”. Fox le dio a la serie el tiempo y la libertad para florecer. “No creo que ninguna cadena esté dando ese tipo de libertad creativa hoy”.

Simon dejó “Los Simpson” luego de la cuarta temporada, en 1994, debido a una tensa relación con Groening.

Pero fue una partida lucrativa. Su acuerdo de salida incluyó regalías de “Los Simpson”, que comienza su 25 temporada en septiembre y que ha anualmente ha alimentado la cuenta bancaria de Simon con millones de dólares. No ha tenido ningún papel en el programa los últimos 20 años (ni siquiera lo ha visto, dice), y le siguen llegando cheques.

“No estoy triste”, declara Simon. “Estoy feliz. No me siento rabioso ni amargado. Quiero hacer lo que pueda por sobrevivir”, afirma. —AP