Diabetes tipo 2, un mal en aumento

La mayor parte de los casos de diabetes mellitus tipo 2 se dan en el contexto del Síndrome Metabólico. Este también se asocia con la hipertensión arterial, el sobrepeso y el aumento de los niveles de colesterol

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elsalvador.com

Por Texto: Mireya Amaya Fotografía: EDH

2013-08-30 10:00:00

Estamos en la segunda década del siglo XXI y la humanidad se enfrenta a un escenario de salud pública difícil y complejo donde el 60 % de la mortalidad global se debe a la epidemia de las llamadas enfermedades crónicas, entre las que se encuentran el cáncer, las dolencias respiratorias y las diabetes, por mencionar algunas. De acuerdo con el doctor Enrique Mendoza, de nacionalidad panameña y vocero de Merck Serono, “la epidemia madre es la obesidad que conduce al denominado síndrome metabólico y de ahí a la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer y enfermedades neuro degenerativas y psiquiátricas”.

En el caso particular de la diabetes mellitus es una enfermedad que se caracteriza por el aumento de azúcar en la sangre (hiperglicemia) y también por alteraciones del metabolismo de las grasas, de las proteínas y de las vitaminas.

Aparece cuando el organismo produce poca o ninguna insulina, o ésta no funciona. Existen dos tipos de diabetes: la de tipo 1 ocasionada por una ausencia total o casi total de insulina, cuyo tratamiento es precisamente insulina inyectada. En tanto la diabetes tipo 2 es el resultado de la herencia genética y de factores como el estilo de vida que llevan a la obesidad. Hoy en día se ha convertido en una epidemia de enormes proporciones, de tal manera que el 90% de diabéticos tiene el tipo 2.

En América Central un 8 % de la población tiene este padecimiento. “El tamaño de las porciones de los alimentos ha crecido; la cantidad de energía y la densidad energética de los alimentos ha aumentado. Quiere decir que el ser humano come más y sobre todo alimentos densamente energéticos, cargados de kilocalorías, pero al mismo tiempo tiene una vida más sedentaria. Y todo esto obviamente lo ha llevado a la obesidad y esta los ha empujado a diabetes 2”, segura Mendoza.

Es importante destacar que la diabetes está asociada con complicaciones microvasculares. Esta puede afectar los ojos a través de la retinopatía diabética y los riñones por causa de la nefropatía diabética, que en el orden son la principal causa de ceguera y de insuficiencia renal crónica en el hemisferio occidental. Pero además la diabetes es la principal causa de amputaciones no traumáticas, es decir de pérdida de los miembros inferiores ocasionadas por la enfermedad arterial periférica.

Pero no solo produce estas complicaciones, sino que también se asocia con enfermedades cardiovasculares, principales causas de muerte de los diabéticos. “En los últimos años se ha descrito que la diabetes está asociada con el riesgo de ciertos tipos de cáncer y también se asocia con el riesgo de ciertos trastornos emocionales y enfermedades neurodegenerativas. De tal manera que estamos hablando de uno de los problemas más importantes en el escenario de la salud pública. Y ciertamente esta epidemia o pandemia de diabetes tipo 2 tiene enormes consecuencias para el paciente y para su familia, pero también para el sistema de salud y para las sociedades desde el punto de vista financiero”, explica el experto.

Al mismo tiempo deja ver que no hay ningún país que tenga todos los recursos para enfrentar la carga humana y financiera que representan las enfermedades crónicas, particularmente la diabetes.

Síntomas y diagnóstico

Dado que la enfermedad se caracteriza por el aumento del azúcar en la sangre, el paciente puede presentar azúcar en la orina, lo cual se conoce como glucosuria, y como consecuencia el paciente experimenta una aumento de la frecuencia urinaria. Por otra parte, ante la pérdida de agua a través de la orina aumenta la osmolaridad plasmática, lo cual estimula el centro de sed. De ahí que al paciente ingerirá mucha agua.

Otro síntoma es la pérdida de peso pero también mucha hambre, pues al no producir suficiente insulina se pierde el efecto de saciedad que ésta provoca. Asimismo, el paciente puede el tener el riesgo de aumento de infecciones, dificultades para cicatrizar las heridas y problemas visuales.

El diagnóstico se realiza inicialmente mediante la determinación glucosa en ayunas. En la actualidad se considera patológico un valor repetido de glucosa mayor de 126 mg/dl. En un examen de glucosa aleatorio (sin ayunar) se sospecha la existencia de diabetes si los niveles son superiores a 180 mg/dl.

En casos dudosos se debe recurrir a la realización de una curva de glucosa (determinación de glucosa en sangre de forma seriada) tras la toma de un preparado de glucosa.

El tratamiento

Es de hacer notar que la diabetes puede afectar a todos por igual. Hace unos 30 años, la diabetes tipo 2 se presentaba en personas adultas, con más de 30 años de edad. Sin embargo con la epidemia de obesidad que está afectando a niños y adolescentes también se está viendo en esas edades. De manera que hoy en día la puede padecer cualquier persona y a cualquier edad.

Una vez diagnosticado el mal, lo primero es efectuar cambios en el estilo de vida, es decir adoptar una alimentación saludable y realizar actividad física. “Si el paciente consigue perder peso es posible controlar mejor este tipo de diabetes e incluso revertirla, esto es ir de diabetes tipo 2 a prediabetes”, comenta Mendoza

Pero los medicamentos también son importantes en este proceso. De acuerdo con una publicación del periódico español abc.es, hoy en día hay diversos grupos de fármacos (estimulantes de la secreción de insulina, sensibilizadores de los tejidos a la insulina, inhibidores de la absorción de hidratos de carbono o grasas) que permiten seleccionar el tratamiento más oportuno según las característica de cada paciente, como el grado de obesidad o la cantidad de insulina que produce su páncreas, por ejemplo.

Además de nuevos tipos de fármacos, han aparecido algunos con un perfil de acción y seguridad que los hace más eficaces, con menor número de efectos adversos y más cómodos para el paciente como los denominados de forma genérica tiazolidindionas o glitazonas.

No obstante, Mendoza afirma que para la Asociación Americana de Diabetes, además de los cambios en el estilo de vida, el medicamento de primera elección es el obtenido de una planta francesa y que se ha utilizado por mas de 60 años llamado metformina.

“Este es eficaz por que baja los niveles de azúcar en ayunas así como entre y después de las comidas en 1.5 %. Y lo hace sin que el paciente aumente de peso y sin que tenga el riesgo de bajas importantes de azúcar o hipoglicemia”, explica.

Según el profesional es el único medicamento oral aprobado para tratar niños con diabetes tipo 2, de 10 a 18 años de edad. “Su presentación es en tabletas pero ya existe un nuevo preparado en polvo, muy adecuado para diabéticos de edad avanzada que tienen dificultades para deglutir. Esto ha representado un avance ya que muchas personas con esta enfermedad deben tomar una cantidad considerable de pastillas cada día para tratar otros males asociados con esta enfermedad”, indica Mendoza.

Este fármaco puede proteger contra pancreatitis crónica y enfermedades cardiovasculares, asimismo recientemente se ha postulado que podría tener una acción en la prevención y el tratamiento de ciertos tipos de cáncer. También se ha usado en el tratamiento de prediabetes para evitar la evolución de la enfermedad y para tratar el síndrome de ovarios poliquísticos, un trastorno frecuente en la mujer en vida reproductiva activa.

Consejos

El doctor Enrique Mendoza enfatiza en que lo más importante es que la diabetes tipo 2 se puede prevenir a través de cambios en el estilo de vida: alimentación saludable y actividad física. Y al mismo tiempo explica que es importante identificar a las personas que están en riesgo de desarrollar la enfermedad. Para el caso, las mujeres que por ejemplo han tenido niños que pesaron nueve o más libras, probablemente desarrollaron diabetes gestacional, las pacientes que tienen síndrome de ovarios poliquísticos, los hipertensos, los obesos y quienes tienen familiares diabéticos también corren el riesgo.

“Hay que hacer el esfuerzo por mantener un indice de masa corporal saludable a través de la alimentación y cambios en la actividad física. La gente debe saber que la diabetes se puede controlar y de esa manera prevenir las complicaciones micro y macrovasculares”, finaliza.