Homofobia, otro disfraz de la intolerancia social

El mundo evoluciona a pasos agigantados, pero las bajezas humanas aún se mantienen. La discriminación y falta de solidaridad entre seres humanos persiste y parece que no cesará. Si en el pasado, la raza negra, los hispanos y los judíos fueron perseguidos por sus diferencias raciales, hoy la cacería busca deshumanizar a los homosexuales

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elsalvador.com

Por Texto: Rosemarié Mixco / Agencias Ilustración: Carlos Cartagena

2013-08-18 11:40:00

Mayo 2013. El joven ruso Vladislav Tornovoi de 23 años es asesinado con lujo de barbarie, en la ciudad de Volgograd [antigua Stalingrado, sureste de Rusia]. La indignación internacional dirige su mirada a esa gélida región del mundo.

El cadáver de la víctima fue descubierto la mañana del viernes 10 y según los detalles ofrecidos por medios locales y agencias noticiosas, la cabeza presentaba signos de aplastamiento y su cuerpo tenía numerosas quemaduras y heridas. Luego, las investigaciones revelarían que antes de ser asesinado, el joven fue violado en repetidas ocasiones con botellas de cerveza.

Solo días después las autoridades capturaron a dos sospechosos del hecho, uno de los cuales confesó que lo golpearon, violaron y asesinaron, porque él reconoció ante ellos su homosexualidad, según la organización no gubernamental Human Rights Watch. En Rusia, un reciente estudio reveló que un 84 % de la población no acepta a este tipo de personas, según nota en la versión digital del periódico ABC de España.

Para la comunidad gay internacional el caso Tornovoi es un claro crimen de odio, respaldado por lo que ellos califican como “políticas homófobas” del gobierno liderado por Vladimir Putin. Además, denunciaron que el crimen es investigado como un asesinato común, no como un homicidio de odio con agravantes.

El caso de Rusia en la actualidad ha merecido la atención de la opinión pública, por lo que se considera un ejemplo de persecución institucionalizada contra los homosexuales (gays, lesbianas, transexuales, trasvestidos, bisexuales…).

Para los que se sienten perseguidos, en enero de este año fue un breve texto presentado por el Parlamento de Norosibirsk el que degeneró en lo que hoy es la Ley contra la propaganda homosexual [prohíbe la “propaganda de relaciones sexuales no tradicionales” y fija multas para quienes participen en marchas del orgullo gay], normativa que fue aprobada casi por unanimidad en la Duma Rusa (Cámara Baja del Parlamento), el pasado 11 de junio, a poco más de un mes de que Tornovoi fue asesinado.

Para analistas, comunicadores y activistas pro homosexualidad, la Ley resulta demasiado ambigua y promueve el odio contra este sector ciudadano. “Me pregunto: ¿entienden los diputados de la Duma estatal, que anuncian ruidosamente su posición moral mientras aprueban una ley que prohíbe la propaganda de homosexualidad, que les dieron esas botellas de cerveza [a los asesinos] -‘dos entraron totalmente y la tercera parcialmente’?”, posteó el periodista Alexander Timofeevsky, en su cuenta de Facebook al referirse al caso Tornovoi.

El ABC también destacó la posición del actor de los filmes V de Vendetta y El Hobbit, Stephen Fry, quien piensa que Putin está convirtiendo a los homosexuales en cabezas de turco, tal y como Hitler hizo con los judíos.

“Siniestramente, Putin está repitiendo ese crimen, sólo que contra el colectivo LGTB en Rusia. La policía ignora las palizas, los asesinatos y las humillaciones. Toda discusión sana o defensa de la homosexualidad está contra la ley”, denunció el británico abiertamente homosexual.

A tanto llega la intolerancia en Rusia, que incluso el Comité Olímpico Internacional (COI) pidió la garantía al respeto de los derechos humanos de los deportistas gays que participen en los Juegos Olímpicos de Invierno 2014, a realizarse en la ciudad de Sochi.

Según una nota de la agencia noticiosa AP, C.K. Wu, miembro de la junta ejecutiva y candidato a la presidencia del COI, informó que se le pidió a Rusia diese garantías de que no habrá restricciones para los atletas.

El ministro de deportes ruso Vitaly Mutko le respondió que Rusia no cederá a presiones políticas y que los competidores de Sochi deberán respetar las leyes. Wu sostuvo que Rusia debe ofrecer garantías de que no habrá discriminación contra los atletas: “No estamos bromeando”, afirmó. “Tienen que encontrar la mejor solución… Nuestro mensaje es muy claro”.

El pasado viernes, la edición digital del periódico argentino El Clarín destacó una nota sobre otro joven ruso gay que murió tras ser torturado por el grupo neonazi conocido como Occupy Pedofilyai. Lo más indignante es que se tomaron la molestia de gravar todas las salvajadas a las que sometieron al joven en su propia casa y subirlo a la web, como si de una hazaña se tratara.

Pero la persecución homofóbica no es exclusiva de Rusia u otras sociedades fundamentalistas. En casi todo el mundo existen ciertos grupos de personas que son intolerantes a las diferencias entre humanos. Algunas sociedades son más tolerantes que otras, pero la historia ha demostrado que ese tipo de aversión obsesiva está latente.

En Brasil existe un Comando Antigay y en 2008 se llegaron a registrar hasta 200 crímenes con características homofóbicas. “La tolerancia sexual era una utopía que perduró en virtud a que los gays eran prácticamente invisibles. La percepción de que se han hecho ‘demasiado’ visibles genera un pozo de resentimientos en los sectores de escasos recursos. Lo que presenciamos es un fenómeno casi idéntico al del racismo, donde se busca un chivo expiatorio para descargar las frustraciones”, afirmó en su oportunidad el sociólogo Alexandre Joca, coordinador de los proyectos educativos de la organización Grupo de Resistencia Ala Blanca (GRAB) en esa nación sudamericana.

En El Salvador, también se han registrado una diversidad de casos que aún siguen impunes. Uno de los más recientes ocurrió los primeros días de este agosto, en una zona residencial, de la zona norte de San Salvador, en la jurisdicción de San Antonio Abad.

Un joven estilista abiertamente homosexual fue asesinado con saña. Murió desangrado en un callejón de la Calle Mano de León, tras ser mutilado y torturado. La familia, amigos y vecinos condenaron el hecho y lamentaron que existan personas capaces de albergar tanto odio, contra quienes son diferentes a ellos.

El pasado mayo, el entonces procurador de Derechos Humanos Óscar Luna denunció el asesinato de cinco personas de la comunidad homosexual en 2013, en el marco de la conmemoración del Día Internacional contra la Homofobia. A estas alturas, la cifra ya creció.

“…Exijo que se lleve a cabo una investigación efectiva que conlleve a una sanción para los responsables”, expresó, al leer su pronunciamiento en conferencia de prensa.

“Hasta el día de hoy estos casos, y los reportados en años anteriores se encuentran impunes”, agregó sin dar cifras, según nota de la agencia española EFE.

Señaló que “tampoco se tiene constancia que la Fiscalía General de la República haya iniciado en otros casos similares ocurridos en el pasado, líneas de investigación para confirmar o descartar que los homicidios y ataques estaban relacionados directamente (…) a la orientación sexual de las víctimas”. Situación que también es denunciada en Rusia.

En esa oportunidad, Luna hizo un llamado a la Fiscalía, a la Policía y al Órgano Judicial a investigar de manera “imparcial, integral y efectiva los homicidios” de estas personas de la comunidad homosexual.

El funcionario recordó a la ciudadanía que “la vida, la seguridad pública y la justicia son derechos humanos reconocidos en la constitución, en las leyes y en el derecho Internacional de los Derechos Humanos, por tanto, es responsabilidad ineludible del Estado salvadoreño hacer todo lo necesario para garantizarlos”.

La comunidad homosexual salvadoreña ha denunciado en reiteradas ocasiones que continúan siendo víctimas de violencia y discriminación en El Salvador.

Por supuesto, la discriminación contra este sector social también se ha apoderado de las redes sociales, donde las audiencias descargan su ira de forma irracional sin que nadie lo detenga. Al respecto, la semana pasada, una asociación antihomófoba denunció a Twitter por mensajes contra gays.

En nota de EFE, se detallaba que el Comité Idaho, asociación cuya misión es luchar contra la homofobia, denunció en los tribunales franceses a la red del pajarito, por los mensajes homófobos que se publican.

Según el diario digital “Huffingtonpost.fr”, la asociación interpuso una denuncia por un presunto delito “de provocación pública hacia la discriminación, el odio o la violencia”, señaló la abogada de Comité Idaho, Félicité Esther Zeifman.

“Solicitamos la supresión de todos los tuits odiosos; los ‘hashtags’ (rúbricas) insultantes deben desaparecer”, declaró el presidente de la asociación, Alexandre Marcel, quien reaccionó después de que en los últimos días haya aumentado considerablemente el número de mensajes homófobos en esa red social en Francia.

El pasado día 10, la rúbrica “#lesgaysdoiventdisparaitrecar” (losgaysdebendesaparecerporque) se colocó entre las diez más utilizadas de esa red social, con cerca de 10.000 mensajes marcados con esa categoría, de los que el 10 % contenían mensajes que apelaban al asesinato, según esa asociación.

“Twitter es hoy un espacio donde el antisemitismo, el racismo y la homofobia tienen un lugar de primera”, criticó en un comunicado el Comité Idaho.

En Wikipedia se destaca que George Yancey, en un texto en Christian Ethics Today (‘Ética Cristiana, Hoy’) asocia sexismo, racismo, distinciones de clase y homofobia entre ellas y las contempla como variedades de discriminación, aunque aclara que no son idénticas.

Será posible que la humanidad no logre superar semejantes actitudes que van en detrimento de la dignidad de los seres humanos y minan la evolución psíquica y emocional de las sociedades. Cómo idealizar un futuro en paz, si aún es difícil convivir con las diferencias entrepares.