Con la instalación de chapas y seguros, conmunmente conocidos como marchamos, la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) pretende evitar la manipulación de medidores por personas no autorizadas.
El proyecto fue anunciado hoy por el presidente de la ANDA, Marco Fortín. La autónoma comprará en promedio un millón de esos dispositivos de seguridad para instalar en los medidores de agua potable de sus 800 mil usuarios.
El marchamo será de plástico y al intentar quitar se rompería, mientras las chapas poseerán un mecanismo de cierre único que al pretender abrir se destruye, violentar ese dispositivo implicará el pago de 3 mil 428.57 dólares como multa.
“Si este marchamo es alterado, es la práctica de que alguien ha intentado quitar el medidor. Como yo asumo que nadie lo ha querido hacer, yo asumo que nadie tendrá inconveniente que en el pliego tarifario exista una multa para todos aquellos que manipulen los medidores”, enfatizó Fortín.