LOS ÁNGELES. Más que radiante a los 43 años, luciendo figura en un ajustado vestido negro y demostrando, con una amplia sonrisa, que todo se supera. A veces las palabras no son necesarias para confirmar que las malas rachas pasaron y la prueba de ello es Catherine Zeta-Jones. La actriz reapareció bellísima en Los Ángeles el pasado viernes, en el estreno de la película “Red 2”, en Los Ángeles, tras anunciar el pasado abril que se iba a internar en un centro psiquiátrico para tratar un trastorno bipolar, según destacó abc.es en su portal.
En el evento, Catherine desfiló sola por la alfombra roja porque su esposo, el actor Michael Douglas, está rodando la comedia “And So It Goes” junto a Diane Keaton.
Los hijos de la estrella tampoco pudieron estar presentes en este estreno.
“Mis hijos están en un campamento así que los extraño desesperadamente”, confesó la recuperada actriz.
En “Red 2”, Zeta-Jones interpreta a la agente secreta Miranda Wood quien intentará infiltrarse al equipo de retirados de la CIA presidido por el personaje de Bruce Willis.
En la cinta también participan Helen Mirren, Anthony Hopkins, David Thewlis y Neal McDonough.
La estrella del cine se las ha visto difícil estos últimos años junto a su familia, ya que a principios de 2010 su esposo confirmaba que sufría un cáncer de garganta. Cuando empezaba a recuperarse, el hijo de Douglas era encarcelado por tráfico de drogas.
En 2011 el actor se recuperó del cáncer tras seis meses de tratamiento, la pareja empezó a disfrutar otra vez de la vida con sus dos hijos. Pero fue justo en ese año cuando a la actriz, después de una temporada de mucho estrés, le diagnosticaron un trastorno bipolar: “Hay millones de personas con esta enfermedad y yo soy una de ellas”, dijo entonces.
Zeta-Jones decidió ingresar en un centro para tratarse, donde permaneció seis días: “Acudió porque va a empezar a trabajar y quería asegurarse de que se encontraba en plena forma, y lo está”, explicó su representante en ese momento.
Cuando la prensa se había olvidado de su padecimiento, Catherine tuvo una recaída el pasado abril que la obligó a internarse de nuevo.
“Está haciendo un trabajo realmente bueno para conseguir equilibrio. Estoy orgulloso de ella”, comentó su esposo durante una entrevista.
La actriz permaneció ingresada hasta finales de mayo, cuando recibió el alta. Noticia confirmada también por Douglas en el Festival de Cannes. —EDH