El Papa Francisco llegó hoy a Río de Janeiro para iniciar su primer viaje apostólico internacional y darle la bendición a cientos de miles de jóvenes de todo el mundo.
“Esta será la semana de la juventud”, anunció ayer el Sumo Pontífice en el Vaticano, antes de iniciar su viaje.
Mientras tanto, en Brasil se vive un ambiente lleno de emoción, según reflejan las noticias en los distintos medios de comunicación.
Los noticiarios de televisión dedican un treinta por ciento de su transmisión a informes relacionados a la Jornada Mundial de la Juventud Río 2013, exposiciones, ferias, notas de economía relacionadas la actividad y, por supuesto, la Semana Misionera, cuyo cierre fue ayer.
Parques, monumentos, casas de oración y más han servido para que los peregrinos puedan renovar su fe.
Misas y peregrinaciones en diferentes ciudades como Copacabana y Sao Paulo se han llevado a cabo, en las que los jóvenes han mostrado su entusiasmo y sobre todo las ganas de estar con el Papa Francisco.
En Teresópolis, la delegación salvadoreña de Los Peregrinos de la Paz tuvo un día entero dedicado a la oración. El “Ginásio Pedräo”, en el centro de la ciudad, sirvió de escenario para actividades de adoración, alabanza, rezo del Santo Rosario, procesión con la imagen de María “Nossa Senhora”.
Un día entero para compartir con los peregrinos de diversos países que han sido acogidos en todas las parroquias de la diócesis de Petrópolis.
Grupos de peregrinos de Argentina, Estados Unidos, Portugal, Alemania, Venezuela, Chile, República Dominicana y El Salvador se encontraron por primera vez y compartieron reflexiones. Además hubo diversos actos culturales.
El esperado final de esta intensa semana llegó con la Eucaristía que presidió monseñor Gregorio Paixao, Obispo de Petrópolis, quien agradeció a los jóvenes por los esfuerzos que hicieron para estar en la JMJ.
“Somos de países diferentes, mas profesamos la misma fe”, dijo “Dom Gregorio” antes de finalizar la Eucaristía.
De regreso a América
Este es el segundo viaje que realiza el Papa Francisco en su pontificado, tras la visita que realizó a la isla italiana de Lampedusa el 8 de julio para reunirse con inmigrantes indocumentados, y el primero internacional, que asume un mayor significado, ya que vuelve a su continente de procedencia.
Como parte de la agenda, Francisco estará realizando un encuentro con prisioneros, exdrogadictos y también con la Conferencia Episcopal Latinoamericana.
Igualmente realizará visitas en santuarios, favelas y el Hospital de San Francisco de Asís.
El Papa argentino de 76 años fue recibido por la presidenta brasileña, Dilma Vana Rousseff, que esta vez hará de anfitriona, en el país con mayor población católica en el mundo.
En la agenda del Pontífice está una visita a la Basílica Nuestra Señora Aparecida, el mayor santuario católico de Brasil, en el estado de Sao Paulo.
Hace dos días, el Papa Francisco ya había usado el Twitter para enviar un saludo a los jóvenes católicos que estarán en Brasil junto a él.