El astronauta Luca Parmitano ahora sabe cómo se sienten los peces en una pecera.
Dos días después de que su casco se inundó durante una caminata espacial, Parmitano recordó el jueves lo sucedido. Describió cómo el agua se comenzó a filtrar en su casco hasta que grandes globos flotantes cubrían sus ojos y luego su nariz. Era difícil mirar, relató, y no podía escuchar.
“Por un par de minutos allí, quizás más de dos minutos, experimenté lo que se siente ser un pez en una pecera, desde el punto de vista del pez”, comentó Parmitano en una entrevista televisiva desde la Estación Espacial Internacional.
El astronauta dijo que se valió de su memoria para poder regresar a la estación espacial. Su compañero en la caminata, Christopher Cassidy, fue de gran ayuda.
Parmitano, de 36 años y oficial de la Fuerza Aérea Italiana, dijo que se sentía muy mal pero estaba bien cuando la caminata espacial del martes tuvo un brusco final.
“Imaginen que caminan en una pecera con los ojos cerrados. Realmente, eso era lo que pasaba… Es una sensación muy desagradable tener la cara bajo el agua en todo momento”, agregó.
Parmitano dijo que tuvo suerte en poder regresar al interior de la estación tan rápidamente.
Los administradores de la NASA dijeron que Parmitano pudo haberse asfixiado o ahogado.
Los astronautas, así como los ingenieros en Houston, siguen tratando de averiguar que falló. Se descartó que hubiese sido la bolsa de Parmitano para beber agua.
La única otra posibilidad es que haya sido el sistema de enfriamiento de su traje. El astronauta dijo que su larga ropa interior, que contiene tubos de agua para mantenerlo a una temperatura adecuada, parecía estar bien.
Parmitano es el primer italiano en realizar una caminata en el espacio. Su traje funcionó perfectamente la primera vez. La excursión del martes fue para continuar con el trabajo de mantenimiento.