Guatemala, entre el Caribe y lo religioso

[Turismo e historia] Un esbozo de lo que es el país con diversos atractivos. Desde Río Dulce, Livingston, siete altares, sus bailes, ermitas hasta la historia en un museo de paleontología

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elsalvador.com

Por Texto y foto: Nidia Hernández

2013-07-18 7:00:00

¿Quien no ha oído hablar de Guatemala, de sus costumbres y tradiciones, pero sobre todo de su caribe verde, el cual invita a las personas a visitarlo?

Al hablar del Caribe se vienen a la mente imágenes de playa, sol y arena. Esa idea se hace realidad en el departamento de Izabal, al nororiente del país.

Allí se puede conocer el cañón del Río Dulce, en el que se puede realizar un magnífico recorrido entre aguas marinas y vegetación.

Desde 1955 es una de las primeras áreas protegidas del país, donde se encuentran ecosistemas acuáticos y manglares estuarinos.

Sobre éste está ubicado el puente más largo de Guatemala, el cual tiene una altura de 45 metros y una longitud de 1,563 metros .

En el trayecto está el Castillo de San Felipe de Lara. Fue construido en el siglo XVII para proteger las propiedades coloniales contra los ataques de piratas.

La estructura rocosa se combina con el esplendor del río.

Pero no sólo esas bellezas se pueden conocer en Izabal. También está Livingston, el único pueblo garífuna de Guatemala con una cultura muy diferente a las otras regiones del país; su música, su idioma, su alimentación, etc.

Sus orígenes nacen al mezclar las culturas de esclavos africanos y la de indígenas Caribes y Araguacos de las costas de Sudamérica, lo que dio origen a la rica cultura garífuna.

Los ciudadanos de Livingston vuelven las noches llenas de su conocido baile “la punta” y contagian a los turistas con el son de sus tambores.

La familia Bernández tiene un grupo de música y baile garífuna. Es una tradición que ha heredado a las generaciones. En la velada del pasado sábado 6 de julio ellos inundaron el restaurante “Happy Fish” con sus movimientos y sus canciones.

Al ritmo de punta invitaron a bailar a los presentes, que eran más de 50. La matriarca del grupo enseñó un par de pasos a una joven.

“Qué bonito Livingston”, exclamó uno de los turistas.

Las artesanías, el pan de coco, el guifiti, el “Rice and beans” (arroz con frijoles que incluye coco) y el tapado son las cosas que no puede dejar de probar al visitar el lugar.

¡Ah! y las tradicionales trenzas en todo el pelo son las más buscadas por las mujeres e incluso por algunos hombres.

“El que venga aquí debe hacerse unas trencitas porque si no vino por gusto”, recalcó Nuila Juárez, hondureña.

Además de la cultura garífuna, en el lugar existe una sucesión de siete pozas, que denominan siete altares.

La bienvenida es ofrecida por Héctor Baltazar Arzú, llamado por los lugareños “El Carnal”.

“El nombre de Livingston es en honor al jurista norteamericano, Eduardo Livingston…”, contó Arzú.

La ruta del peregrino

La religión católica es una de las más arraigadas en Guatemala.

La ruta del peregrino es un conjunto de diversas ermitas, entre ellas la de Santa Elena, Santiago Jocotán y San Juan Camotán.

Son templos que datan de hace miles de años, y sus campanas suenan para anunciar a los feligreses que la misa va a empezar.

“Siempre asistimos a los oficios religiosos porque sabemos que es importante conservar el legado de nuestros padres”, comentó Reina Isabel Cruz, lugareña de Chiquimula, donde está el templo de Santa Elena.

Un poco de historia

En Estanzuelas, Zacapa, está el Museo de Paleontología Roberto Wookfolk. Fue fundado el 27 de junio de 1974.

Woolfolk descubrió las piezas, las rescató, restauró y armó las especies de fósiles.

La mayoría de los restos fósiles fue encontrada en el municipio y pertenecen a la era cenozoica.

Guatemala es una mezcla de todo, ya que complace el gusto de los visitantes. Es una nación híbrida de cultura, religión, tradición y su Caribe verde.